martes, 9 de agosto de 2011

CRÓNICA DE LA DEGRADACIÓN DE UN PAÍS




Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 08 de Agosto del año 2008 - 1053
La penosa mediocridad de la política y la aburrida reiteración de las gansadas de los “politicólogos” no interesan ni modifican en nada la realidad profunda del drama nacional  En los últimos 60 días, más  o menos,  se han dado a conocer con gran publicidad tres noticias aberrantes sin que ello haya alterado el ánimo despreocupado de la población. Y este es un fenómeno mucho más importante que la farsa electoral.
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1) Las defraudaciones y la impunidad del parricida Schoklender y de algunas de las madres de plaza de mayo, aliadas incondicionales de la tiranía, fue la primera de esa serie de noticias. Oyarbide, el juez "todo terreno" al servicio de ésta, tan rápido en dictar prisiones preventivas sin pruebas, ni siquiera le tomó indagatoria a pesar de que Schoklender reconoció por los diarios que era rico, siendo que no hace mucho salió de la cárcel donde pasó varios años por el asesinato de sus padres. Oyarbide declaró que había sido amenazado y pidió refuerzo de su custodia. ¿Tendrá Schoklender "amigos" de la cárcel a su servicio para esos menesteres?
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2) El caos social que existe en la Provincia de Jujuy con un valiente policía asesinado, tres muertos entre los usurpadores de terrenos y probablemente varios otros no revelados; el protagonismo de un grupo (la Corriente Clasista y Combativa CCC) conducido por dos comunistas revolucionarios (Juan Carlos Alderete y Amancay Ardura) ("La Nación", 29/7/2011, pag. 6) y la probable intervención desde las sombras de otro grupo tal vez armado con fusiles rusos AK47 provistos por Chávez, conducido por Milagro Salas constituye la segunda noticia. 
La gente humilde que participó en las usurpaciones fue llevada por estos grupos y utilizada como carne de cañón. Como consecuencia del intento de desalojo de un campo para cultivo de caña de azúcar del Ingenio Ledesma,  el policía de 22 años, Alejandro Farfán, fue asesinado sin que hasta el momento se haya informado de qué tipo era la bala que lo mató. Interesa saber si fue disparada por uno de esos AK47 de que se habla. Hay otros cuatro policías heridos de gravedad. 
El agente Farfán era padre de un bebita de ocho meses y su viuda declaró que su marido "no había ido con armas al desalojo. Ni siquiera le dieron un chaleco antibalas ni casco... Nadie me llamó del gobierno nacional ni provincial para explicarme qué pasó ni siquiera para preguntar si necesitábamos algo" ("Clarín" 2/8/2011, pag. 16).
Y no sólo eso: el gobierno provincial exoneró a varios jefes policiales por causa del desalojo y como consecuencia la Policía no se siente respaldada para hacer cumplir la ley como es su deber y, muy probablemente, le ha sido ordenado por el gobierno no intervenir frente a los notorios delitos que se cometen en Jujuy desde hace más de diez días.
Obviamente no custodia ya ni las propiedades ni las vidas ni libera las rutas que desde el 29/7/2011 están cortadas en todas las direcciones por piquetes que no podrían actuar sin el consentimiento del gobierno dado el escaso número de los participantes. En la foto que publica "La Nación" el 5/8/2011 (pag. 7) en dos de esos piquetes se ve en uno, a cinco y en otra a ocho individuos que actúan con total desparpajo. En otra foto de "Clarín" del 4/8/2011 (pag. 8), se ve otro piquete de sólo cuatro participantes.. O sea, un total de 17 individuos cortan las rutas en tres puntos. Es de presumir que lo mismo ocurre en los otros veinte cortes de ruta. Es obvio que esto sería imposible si la Policía no hubiera recibido orden de no intervenir o si detrás de ellos no hay gente armada o las dos cosas a la vez.
Los obispos de Jujuy, Mos., Marcelo Palentini, y de Humahuaca, Mons. Pedro Olmedo se solidarizaron con la "protesta social" en forma ambigua pero inequívoca diciendo que todo esto se debe a "las situaciones de deterioro social a las que no se atiende con suficiente premura y eficacia" ("La Nación", 2/8/2011 pag. 8) Y "Clarín" titula la misma noticia así: "La Iglesia condenó la represión" (2/8/2011, pag. 17)
Más justo y sincero fue el párroco del pueblo Perico, el Padre Germán Maccagno que dijo: "Acá reina el caos. No hay autoridad ni ley. La situación se tornó incontrolable. Vivimos en una increíble y peligrosa realidad donde lo que abunda es la falta de autoridad. Todo lo que se hace por fuera de la ley parece que está bien, que es correcto". "Un pobre, un desesperado, un indigente, es una persona muy manipulable"("Clarín", 4/8/2011, pag. 9)., dijo también el Padre, explicando así la facilidad con que los dos grupos de agitadores, la CCC y el de Sala, movieron a algunos lugareños y hasta bolivianos para provocar el caos.
Para tornar ese caos aún más patente, el gobierno jujeño llamó el 3/8/2011 a la agitadora Milagro Salas, una de las responsables de las violaciones a ley (mujer financiada por el gobierno nacional con $330.000.000, ver “Clarin” 8/8/11, pag. 14), para que "ayude" a restablecer el orden ¡que ella misma provocó!
Por su parte la CCC es otra de las "mimadas" del gobierno puesto que recibe plata para administrar 400 comedores populares, construir 4.000 viviendas, tener 70.000 adherentes de distinto tipo, administrar 50.000 planes sociales desde la presidencia de Duhalde, tener presencia en 15 provincias, actuar en la CGT y en la CTA, y todo eso bajo la dirección de dos comunistas revolucionarios, Alderete y Ardura ("La Nación", 29/7/2011, pag. 6)
En Buenos Aires, toda la izquierda violenta, incluyendo al grupo "quebracho" creó el habitual caos de tráfico el 2/8/2011 en apoyo de la agitación jujeña ("Clarín" 3/8/2011, pag. 5).
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3) La tercera noticia, el "caso Zaffaroni", es de una obscenidad asombrosa, no sólo por los hechos de que se compone sino porque el personaje central de los horrores revelados por la prensa, por el propio Zaffaroni y por la Internet, es nada menos que Ministro de la Corte Suprema de la Nación.
A pesar de todo eso se ha negado a renunciar, los demás integrantes de la Corte, el gobierno y una gran cantidad de personajes "jurídicos”, lo sostienen con uñas y dientes, y la prensa que publicó la noticia con gran destaque no hizo crítica alguna.
Hasta los supuestos "opositores" se abstienen de reclamar la renuncia y el procesamiento de Zaffaroni y desde luego omiten iniciar el procedimiento del juicio político. Macri lo amparó explícitamente exigiendo que "se le dé tiempo" porque es un asunto muy "delicado".  Lo mismo hizo Binner por la "alta valoración" del magistrado ("Clarín" 3/8/11, pag. 6).
Arslanian, ex Ministro de Justicia, declaró que Zaffaroni "es intachable". Lorenzetti, presidente de la Corte, que no tuvo empacho en prometer que perseguirá a los militares secuestrados según la política de derechos humanos de la tiranía (ver cita en el.nro. 1029, del 23/2/2011 de este periódico) reclamó un tratamiento "cuidadoso, equilibrado y mesurado" para este caso, dejar a Zaffaroni en su cargo y esperar que explique lo que ya explicó sin convencer a nadie, o sea, cómo es que de sus quince departamentos, seis son prostíbulos ("La Nación", 4/8/11, pag. 1).
Luis María Cabral, presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional también recomendó "mucha cautela... mientras no se aclaren detalles de los informes que se dieron a conocer"...porque Zaffaroni..."hizo extraordinarios aportes al pensamiento jurídico" y porque el hecho “nada dice de su función como juez" ("La Nación" 8/8/11, pag. 8). 
O sea, un juez puede estar vinculado con seis prostíbulos y eso no afecta a la probidad que exige la función judicial. Suerte que el padre de Cabral, a quien conocí y que fue un gran Ministro de la Corte Suprema, no ha vivido para oír semejantes dislates. En cuanto a los “detalles” que Cabral considera esenciales, ¿querrá saber quien firmó los contratos de alquiler? Ya lo dijo Zaffaroni, fue su amigo Ricardo Montivero, que tiene el mismo domicilio que él y a quién defendió públicamente (“La Nación”, 4/8/11, pag. 1).
La Asociación de Profesores de Derecho Penal dijo que el hecho denunciado "es incompatible con su hombría de bien, su personalidad y su conducta humanista y su permanente lucha en defensa y respeto de los derechos humanos y cualquier forma de explotación humana". ("La Nación", 8/8/11, pag. 8). Precisamente porque es incompatible con todo eso que le atribuye gratuitamente a Zaffaroni es que éste no puede ser ministro de la Corte.
La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) también rompió lanzas en favor de Zaffaroni ("Clarin", 2/8/11, pag. 34)
El gobierno, por supuesto, lo apoya y se anticipa el bloqueo de cualquier intento de juicio político contra él ("La Nación", 3/8/11, pag. 6)
Y como si todo esto fuera poco, circulan por Internet unos textos supuestamente de Zaffaroni obtenidos por la famosa "Wikileaks" que hizo temblar a varios gobiernos del mundo, de una tal obscenidad homosexual que no se pueden ni leer. Leí uno y la mitad del segundo (hay como 20) pero tuve que detenerme por la repugnancia que me causaba. 
Si son apócrifos -lo que espero que así sea- deberían ser desmentidos por el extraño Juez -cuya homosexualidad es "vox populi"- pero no lo han sido hasta ahora, a pesar de que ya circulan desde hace por lo menos cinco días. 
El contenido de esos textos es tan horrible que si fueran auténticos Zaffaroni no debería permanecer ni un minuto más en la Corte ni tampoco los demás integrantes del Tribunal por la defensa cerrada que han hecho de él a pesar de las circunstancias que lo rodean.  En realidad, nunca debió ser nombrado pero Kirchner lo hizo en el 2004 despreciando las noticias que lo descalificaban..
El homosexualismo no es sólo una "diversidad de género" como se ha hecho creer a la gente mediante una campaña mundial en su favor. Los homosexuales más "activos" son, además, promiscuos, corruptores de menores, descaradamente obscenos y transmisores del SIDA. Nada de esto parece interesar a la prensa que se obstina en promover los "derechos" de ellos, como si los hubiera para ofender a Dios gravísimamente y para cometer los crímenes morales que provocaron la ira divina contra Sodoma y Gomorra. Si fueran meras “acciones privadas” que se ocultan para no escandalizar, podría argumentarse que están exentos de reproche público, pero cuando hacen ostentación de su condición y además procuran atraer a otros, eso es otra cosa. 
El mismo Macri, votado con entusiasmo por casi toda la "feligresía católica" de las clases cultas, se complace en celebrar las "uniones" homosexuales y se regodea con la declaración de Buenos Aires como ciudad "amiga de los gay". 
La reacción de la opinión pública es prácticamente nula. Es humillante, degradante y peligroso, pero la vida continúa como si no pasara nada. Ni siquiera afecta las posibilidades electorales de la usurpadora Kirchner.
El propio Cardenal Bergoglio habló el Domingo 7 de Agosto ante una multitud al terminar la celebración de San Cayetano e instó a "terminar con la agresión y la violencia" ("La Nación", 8/8/11, pag. 9) pero a pesar de la gravedad de los hechos de Jujuy no identificó esos hechos como acciones “agresivas y violentas” de los agitadores marxistas de esa provincia, ni rozó siquiera indirectamente el escandaloso caso del ministro de la Corte. Parecería que su prédica apunta más bien a desarmar moralmente todo combatividad al servicio de la Fe y de las tradiciones de la Patria. La sumisión a la tiranía y a sus proyectos nefastos sería más conforme con la filosofía pacifista del Cardenal.
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La enorme difusión dada a estas catastróficas noticias, casi simultáneamente y en tiempos electorales, no puede ser casual. Tiene toda la apariencia de ser un “test” para probar hasta qué punto está corrompida la sociedad misma.
Ya no se trata de la corrupción que reina impunemente en los ambientes del poder. Parecería que toda la sociedad, especialmente la de las "clases cultas", está viciada. De lo contrario, debería haberse producido una reacción masiva de repudio frente a los tres hechos mencionados.
Nada de eso ocurre. Alguien podrá alegar que existe un repudio silencioso. Puede ser, pero si es así, es tan silencioso que es inocuo y como si no existiera.
Imagine Ud. estimado lector, por ejemplo,  qué hubiera pasado si Zaffaroni en vez de ser gravemente sospechoso de permitir el funcionamiento de seis prostíbulos en seis de sus quince departamentos y en vez de sospecharse que es autor de ciertas cartas de una obscenidad indescriptible sobre actos de homosexualidad repugnantes, hubiera alquilado uno de esos departamentos a un grupo nazi para hacer sus reuniones y para imprimir propaganda antisemita, y hasta se sospechara que es autor de ciertas cartas haciendo una apología exultante de Hitler, ¿cree Ud. por ventura que se hubiera salvado de una estruendosa condena y de una inmediata remoción de su cargo?  Esos mismos "señorones" que hoy cantan loas a su favor, ulularían diatribas contra él y -con mucha razón- nadie lo defendería.
Imagínese la reacción generalizada que hubiera habido en ese caso y tendrá una idea de por qué esta aquiescencia y este silencio frente a las aberraciones reales equivalen a una cobarde complicidad con ellas. Por eso digo que la sociedad argentina está viciada hasta los tuétanos.
Creo que la amplia divulgación de estos tres casos en tiempos electorales es un "test" que están haciendo las "eminencias grises" de la tiranía para verificar hasta qué punto se han degradado los argentinos.  En función de eso, sabrán si pueden seguir adelante con el programa de destrucción de lo que resta de la Argentina tradicional, violar las leyes morales e instaurar un Estado socialista, usando a esta mujer que usurpa hoy el cargo presidencial como mascarón de proa o pueden dar un paso más y usar otro títere de peor calaña.
Si el resultado del “test” demostrara que no estamos todavía suficientemente putrefactos harían un pequeño retroceso táctico y pondrían en funciones a un Macri, por ejemplo, que con apariencia de "mal menor", siguiera haciendo todo el mal posible que se le ordene.
Sin embargo, al  parecer, el test indica que el país está listo para caer como una pera podrida. No hay otra explicación posible para esta infame pasividad frente a las atrocidades que han sido noticia en estos últimos sesenta días.   
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com

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