Warren Jeffs, líder de una secta polígama estadounidense, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fue condenado a cadena perpetua por agredir sexualmente a dos menores de edad, a las que tomó como 'esposas espirituales'. Un jurado de Texas (EE. UU.) afirmó que el acusado usó la religión de pretexto para llevar a cabo sus abusos.
Durante el juicio, los fiscales usaron pruebas de ADN para demostrar que el acusado tuvo un hijo con una de sus víctimas de 14 años. Además, mostraron varias grabaciones en las que se oía a Jeffs asegurando a las adolescentes que Dios las rechazaría si se negaban a satisfacerle sexualmente.
El líder de la llamada Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días estaba en la lista de los criminales más buscados por el FBI.
"Si el mundo supiese lo que estoy haciendo, me colgaría del árbol más alto", escribió Jeffs en 2005. Esta y otras mil páginas de notas y grabaciones de sonido fueron confiscadas en su rancho, donde Jeffs y sus seguidores, en su gran mayoría ancianos, abusaban de niñas vestidas y peinadas de acuerdo a la estética del siglo XIX.
Una vez descubierto el asilo de la secta en 2008, tras un juicio declarado nulo en el estado de Utah, su caso fue trasladado a Texas en 2010, donde recibió la máxima pena.
Fuente: Actualidad RT
NOTA DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: El Estado de Utah se encuentra prácticamente dominado por los mormones, titulares de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, motivo por el cual seguramente habrá sido declarado nulo el procedimiento. Los mormones también se encuentran en la Argentina y en numerosos países.
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