Un coche bomba explotó ayer martes (2 de agosto de 2011) aproximadamente a las 05:00 a.m. junto a la iglesia siro-católica de la Sagrada Familia de Kirkuk, en Irak, dejando unos 20 heridos entre cristianos y musulmanes. La policía informó que también se encontraron otras dos bombas cerca de otras dos iglesias, que pudieron ser desactivadas a tiempo. El subjefe de la Policía de Kirkuk, Torhan Abdulrahman, indicó a Reuters que fue «un ataque coordinado perpetrado de forma simultánea contra varias iglesias».
En declaraciones a Radio Vaticana, el Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, explicó que estos hechos coinciden con el inicio del mes del Ramadán que celebran los musulmanes. El templo siro-católico de la Sagrada Familia se ubica en una zona muy poblada y pobre al norte de Kirkuk y entre los heridos se encontraban niños y una religiosa.
"Es un pecado asesinar a personas inocentes aún más durante este mes ¿por qué lo hacen?, ¡no se sabe! Hay otras vías: existen las demandas y derechos de reivindicar, ¡hay otros caminos diferentes a las bombas y a las explosiones!", clamó. El Arzobispo señaló que con el estallido de la bomba muchas casas y autos resultaron destruidos.
"He ido a ver la iglesia y a visitar a los heridos al hospital: los heridos son cristianos y musulmanes: Es algo horrible", lamentó el Prelado luego de manifestar su solidaridad a los afectados, algunos de los cuales están en estado grave. Finalmente el Arzobispo lanzó un llamado de paz: "este es un mes de oración, un mes de ayuno, un mes de conversión… ¡Esperemos que este sea el último acto de violencia!"
Los extremistas musulmanes en Irak tienen como uno de sus blancos principales a los cristianos. El atentado de hoy se suma a una larga lista de ataques sufridos por esta minoría que conforma aproximadamente el 1 por ciento de la población total.
EL HECHO
La explosión de un coche bomba junto a una iglesia en la norteña ciudad iraquí de Kirkuk causó 23 heridos, informaron fuentes de la policía en ese centro urbano.
A esa detonación la sucedió la desactivación- por fuerzas de seguridad- de otros dos vehículos con cargas similares colocadas en dos templos cristianos.
La explosión y los dos ataques frustrados se perciben como una escalada de violencia contra la población de confesión cristiana, un proceso que generó el éxodo de un millón de personas desde que comenzó la guerra desatada por Estados Unidos en el 2003.
Según el sacerdote Haithem Akram, "los terroristas desean que nos vayamos de Iraq, pero fracasarán en su intento, nos vamos a quedar en nuestro país. Los cristianos iraquíes son más vulnerables porque no tienen milicianos que les protejan. Ellos desean aterrorizarnos, pero fracasarán".
El atentado ocurrió a las 06:00 horas, cuando un automóvil cargado de explosivos estalló junto a la Iglesia Católica Siria, que dañó al edificio y a viviendas cercanas, afirmó el coronel Taha Salaheddin.
Por otra parte, el jefe de policía de Kirkuk, general Jamal Tahir, precisó que el párroco, el sacerdote Imad Yalda, "era la única persona dentro del local cuando ocurrió la explosión y resultó herido. Los otros 22 lesionados estaban en las viviendas adyacentes".
Tahir también añadió que las fuerzas de seguridad desactivaron otros dos coches bombas, uno junto a un templo anglicano y otro en el de Mar Gourgis, ambos en el centro de la ciudad de Kirkuk.
Fuente: Infocatólica - Aci/Agencias / Prensa Latina-02/08/11
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