martes, 23 de agosto de 2011

REBELIÓN EN LA GRANJA



Por Emilio Nazar Kasbo
¡Ni que “Rebelión en la Granja” fuese el libreto político de la globalización actual, que se aplica palmo a palmo!
Aunque la yegua desplace al cerdo que estaba disfrazado de pingüino… es tan mala como él en la realidad que nos toca vivir.
Pero no me referiré a la realidad actual, sino a la película que fuera difundida en la versión de Hallmark.
Se trata de una crítica al régimen comunista (totalitario). Lo que se interpreta, es que hay un "gobierno capitalista" representado por los humanos, y hay una "clase proletaria" que son los animales.
Esta "clase proletaria" se rebela, y "derrocan" a los capitalistas, implantando un régimen comunista que inicialmente se opone en todo a los capitalistas, pero a poco de andar la lucha intestina por el poder acaba en una tiranía que oprime a todos "los proletarios" en nombre de los mismos proletarios, que termina arruinando todo y en grandes hambrunas en medio de la opulencia de los gobernantes "comunistas". Y no sólo eso, el líder comunista acaba negociando en el "mercado internacional" con los humanos.
Finalmente, acaba con una nueva familia que llega a la granja. Evidentemente, la historia original no habla de "animales" sino de seres humanos. Un detalle importante es "el cuervo", que representa a la Religión, que en la película es maltratado y se le ordena callar... Eso es típico de un régimen totalitario
Si nos ponemos a pensar, en la película se le dice al cerdo Napoleón que tiene dos opciones: crecer internamente o expandir su revolución a otras granjas, y la decisión es por la segunda. La Unión Soviética comerció con Estados Unidos y "Occidente", sus "enemigos"... mostrando que efectivamente ambos: el liberalismo avaro y el comunismo opresor, son lo mismo para el Poder Internacional del Dinero...
En la película, había un animal que apoyaba al dictador "de buena fe", el caballo, que era el que más trabajaba, que acaba muriendo.
Por otra parte, todas estas cosas son consecuencias del Pecado Original, que todos padecemos en sus consecuencias. Así como el cuervo es maltratado en la película, la Fe Católica es perseguida siempre. Basta ver cómo actuaban los anticatólicos en la JMJ 2011 en España... y eso que parece un gran "acto de heroísmo", no llega ni a los talones de los mártires, que efectivamente dan la vida por Cristo. Pensar que habrá algún buen gobierno que niegue u omita la Doctrina Social de la Iglesia, que no la implemente, es un error que acaba en los extremos que narra la "Rebelión en la granja": la autodestrucción social.
¿Hay algún buen ejemplo en la película? Creo que la única es la perra cuyos hijos son arrebatados para "reeducación". Pero la misma perra echa al cuervo cuando va a hacer "el responso" al caballo... Pero el sistema hoy no necesita que les "arrebaten" a los hijos: la gente los entrega alegremente a guarderías e instituciones que "los educarán" en vez de los propios padres.
Capitalismo liberal y comunismo confluyen en una sola cosa: el materialismo inmanentista.
Toda la película tiene fuertes elementos inmanentistas. Esa es la visión de quien no tiene Fe, de quien sólo ve este mundo, de quien renuncia al mensaje de Jesucristo, y de quien por ello tiene el sueño de tener su seguridad y su "tesoro" en los bienes de este mundo. Tal como describe la canción "si yo fuera rico" de “El violinista en el tejado”... una visión de pasarla bien en este mundo, que no es cristiana, y que además atenta contra la Bienaventuranza.
Porque la primera decisión es por Cristo o contra Cristo: inmanentismo o Resurrección para el Reino de los Cielos. De ahí depende toda la conducta humana y social... algunos aceptan (humildemente), otros rechazan (con soberbia).

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