Por Silvio H. Coppola
El criminal, vergonzoso y cobarde ataque contra Libia, es sólo un paso más adelante hacia otra meta, de mucha mayor importancia. No importa que se busque dominar el ámbito estratégico de ese país y la riqueza de su petróleo. Los pretextos para la invasión son de una futilidad ya conocida, de luchar contra el dictador, contra el tirano, etc.etc. Los argumentos no importan, se quería cambiar el régimen de una nación en paz y por eso se la atacó con todos los elementos modernos posibles, contando además con la traición habitual en todos estos casos. El Secretario General de la UN, dando el visto bueno a todo esto, es un títere que ni hace reír ni hace llorar. Prudentemente otras naciones no dicen esta boca es mía, entre ellas la nuestra. Y los estados europeos, colaboradores en esta guerra no de clarada, se atan desde el primer momento al carro del imperio, que tiene más de un conductor.
Pero todo esto no es sino un paso más adelante. Después vendrá Siria y con o sin invasión, se cambiará su régimen. Y llegaremos así al ya estudiado y comprometido ataque a Irán. Punto final de todo esto y la meta esperada. Pero como es un rival de temer, primero hay que rodearlo y evitar que cuente con ningún tipo de aliados y mientras tanto, engañar con los medios de difusión o idiotización masiva, para hacer aparecer todo esto como algo justo y loable. Y engañar a los vivos y a los muertos, como pretendiera algún día en nuestro medio, Salvador María del Carril. Es que los imperios no pueden detenerse y siempre tienen que estar dando ese paso, bajo riesgo de sucumbir.
LA PLATA, agosto 25 de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.