El Concejal Gustavo Jorge Luzardo presentó un proyecto ante el Concejo Deliberante de La Plata, en que se declara "el más absoluto y enérgico repudio a las recientes declaraciones del Primer Ministro de Gran Bretaña David Cameron en las
cuáles calificó de “colonialistas” a los reclamos que realiza la
Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur,
Sandwich del Sur y los espacios marinos circundantes.
A continuación, se transcribe el proyecto y sus fundamentos:Municipalidad de La Plata
Concejo Deliberante
La Plata, Febrero de 2012.-
El Concejo Deliberante de La Plata, en uso de las atribuciones legales
que le confiere la Ley Orgánica de las Municipalidades sanciona el
siguiente proyecto de:
DECRETO
Artículo
1º: Declarase el más absoluto y enérgico repudio a las recientes
declaraciones del Primer Ministro de Gran Bretaña David Cameron en las
cuáles calificó de “colonialistas” a los reclamos que realiza la
Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur,
Sandwich del Sur y los espacios marinos circundantes.
Artículo 2º: De forma
FUNDAMENTOS
Visto
que pueblo argentino se vio agraviado el pasado miércoles 18 de enero
con las declaraciones efectuadas por el Primer Ministro de la Gran
Bretaña David Cameron quién ante la Cámara de los Comunes calificara de “colonialista” al legítimo reclamo que realiza la Argentina por la soberanía sobre las Islas Malvinas,
Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marinos e insulares
circundantes, por ser parte integrante del territorio nacional.
Que
a través de sus dichos, se ha evidenciando una actitud de desprecio y
desconocimiento de las normas de derecho internacional y de la historia
de los pueblos latinoamericanos que han sufrido los daños del
colonialismo.
Que
la “causa Malvinas” tiene un profundo anclaje en la memoria y en la
historia de los argentinos por ser una causa que representa el derecho
de los pueblos a ser soberanos de sus territorios, a ser dueños de su
propio destino.
Que la voluntad política de nuestro gobierno es – y ha sido – defender la soberanía nacional por la vía diplomática y pacífica, recurriendo a la Justicia Internacional y sustentando su pedido en las resoluciones de Naciones Unidas, demostrado por nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien en la última Asamblea General de Naciones Unidas convocó “una vez más al Reino Unido a cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas” y recordó las diez resoluciones de la Asamblea de ONU que convocaron al Reino Unido y a la Argentina a conversar y negociar sobre la soberanía del Malvinas, las veintinueve resoluciones del Comité de Descolonización y las once resoluciones y las ocho declaraciones de la Organización de Estados Americanos”.
Que la voluntad política de nuestro gobierno es – y ha sido – defender la soberanía nacional por la vía diplomática y pacífica, recurriendo a la Justicia Internacional y sustentando su pedido en las resoluciones de Naciones Unidas, demostrado por nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien en la última Asamblea General de Naciones Unidas convocó “una vez más al Reino Unido a cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas” y recordó las diez resoluciones de la Asamblea de ONU que convocaron al Reino Unido y a la Argentina a conversar y negociar sobre la soberanía del Malvinas, las veintinueve resoluciones del Comité de Descolonización y las once resoluciones y las ocho declaraciones de la Organización de Estados Americanos”.
Que
el Gobierno del Reino Unido, sin embargo ha adoptado una actitud
avasallante e ilegítima no respetando las resoluciones de la ONU, ni las
normas de la Justicia internacional, con la intención de desprestigiar
el accionar del gobierno argentino en la temática y ocultar la falta de
voluntad del gobierno británico para entablar negociaciones por la
soberanía de las Islas Malvinas.
Que la ofensiva reacción del Primer Ministro Británico, al intentar con sus declaraciones revertir los términos de la disputa por la soberanía de Malvinas, dando a entender que Argentina es el país colonial, va a contramano con la historia, y solo pone en evidencia el creciente aislamiento político-diplomático de Gran Bretaña en este tema.
Que los habitantes de Malvinas no son nativos de Malvinas, sino una población llevada por una potencia colonial para ocupar los lugares de donde fueron expulsados los ciudadanos argentinos a través de una agresión militar que llevó a Inglaterra a apropiarse de las islas y paradójicamente fue del Reino Unido la decisión colonial de implantar una población exógena en nuestro territorio; y no como considera Camerón en la errónea creencia de que “lo que los argentinos han dicho recientemente se parece mucho más al colonialismo, porque esta gente quiere seguir siendo británica y los argentinos quieren que sea otra cosa”. Vale recordar que en su tradicional saludo de fin de año Cameron consideró, dirigiéndose a los kelpers, que “mantendremos siempre nuestro compromiso con ustedes sobre cualquier tema de soberanía. Su derecho a la autodeterminación es la piedra angular de nuestra política"
Que los desafortunados dichos de Cameron se ubican en una serie de declaraciones provocadoras respecto a los derechos soberanos que reclama nuestro país sobre las islas, y apenas una semana después, en una entrevista concedida a la BBC, Cameron expresó que “tenemos que estar permanentemente vigilantes" respecto a las islas Malvinas, negando todo tipo de posible negociación.
Que la ofensiva reacción del Primer Ministro Británico, al intentar con sus declaraciones revertir los términos de la disputa por la soberanía de Malvinas, dando a entender que Argentina es el país colonial, va a contramano con la historia, y solo pone en evidencia el creciente aislamiento político-diplomático de Gran Bretaña en este tema.
Que los habitantes de Malvinas no son nativos de Malvinas, sino una población llevada por una potencia colonial para ocupar los lugares de donde fueron expulsados los ciudadanos argentinos a través de una agresión militar que llevó a Inglaterra a apropiarse de las islas y paradójicamente fue del Reino Unido la decisión colonial de implantar una población exógena en nuestro territorio; y no como considera Camerón en la errónea creencia de que “lo que los argentinos han dicho recientemente se parece mucho más al colonialismo, porque esta gente quiere seguir siendo británica y los argentinos quieren que sea otra cosa”. Vale recordar que en su tradicional saludo de fin de año Cameron consideró, dirigiéndose a los kelpers, que “mantendremos siempre nuestro compromiso con ustedes sobre cualquier tema de soberanía. Su derecho a la autodeterminación es la piedra angular de nuestra política"
Que los desafortunados dichos de Cameron se ubican en una serie de declaraciones provocadoras respecto a los derechos soberanos que reclama nuestro país sobre las islas, y apenas una semana después, en una entrevista concedida a la BBC, Cameron expresó que “tenemos que estar permanentemente vigilantes" respecto a las islas Malvinas, negando todo tipo de posible negociación.
Que
estos dichos recibieron prontamente el rechazo de las más altas
autoridades argentinas, y dirigentes políticos: entre ellos, el
Vicepresidente (a cargo de la Presidencia en ése momento) Amado Boudou,
el Canciller Héctor Timerman y el Ministro del Interior Florencio
Randazzo, y de nuestra presidenta Cristina Fernández de Kichner en su
primer discurso al retomar sus funciones luego de su licencia.
Que queda claro que las declaraciones de David Cameron no fueron casuales: son la consecuencia directa de un reposicionamiento de las autoridades británicas respecto a la cuestión Malvinas motivada, entre otros elementos, por el apoyo creciente que la Argentina recoge en su reclamo soberano sobre las islas en diversos foros regionales e internacionales. Dentro de esta ofensiva, el canciller británico, William Hague, montó una operación mediática con la finalidad de desarticular el compromiso rubricado por los países del Mercosur el 20 de diciembre pasado para evitar que barcos con la bandera de los kelpers atraquen en puertos de la región. Hague afirmó que “los tres países (por Chile, Uruguay y Brasil) dijeron que no tienen intención de participar de un bloqueo económico a las Islas” afirmando que el transporte marítimo comercial desde y hacia las islas “continuará teniendo acceso a sus puertos” mientras los barcos tengan “bandera británica o cualquier otra bandera nacional”. Sus dichos fueron rápidamente desmentidos por las autoridades de los países en cuestión quiénes ratificaron lo decidido en Montevideo el 20 de diciembre pasado en el marco de la Cumbre del Mercosur.
Que queda claro que las declaraciones de David Cameron no fueron casuales: son la consecuencia directa de un reposicionamiento de las autoridades británicas respecto a la cuestión Malvinas motivada, entre otros elementos, por el apoyo creciente que la Argentina recoge en su reclamo soberano sobre las islas en diversos foros regionales e internacionales. Dentro de esta ofensiva, el canciller británico, William Hague, montó una operación mediática con la finalidad de desarticular el compromiso rubricado por los países del Mercosur el 20 de diciembre pasado para evitar que barcos con la bandera de los kelpers atraquen en puertos de la región. Hague afirmó que “los tres países (por Chile, Uruguay y Brasil) dijeron que no tienen intención de participar de un bloqueo económico a las Islas” afirmando que el transporte marítimo comercial desde y hacia las islas “continuará teniendo acceso a sus puertos” mientras los barcos tengan “bandera británica o cualquier otra bandera nacional”. Sus dichos fueron rápidamente desmentidos por las autoridades de los países en cuestión quiénes ratificaron lo decidido en Montevideo el 20 de diciembre pasado en el marco de la Cumbre del Mercosur.
Que
los Jefes de Estado reunidos en la Cumbre de Caracas de la Comunidad
de Estados Latinoamericanos y el Caribe firmaron un comunicado especial
sobre las Islas Malvinas en el cual reiteraron “su más firme respaldo a
los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de
soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y
los espacios marítimos circundantes, y el permanente interés de los
países de la región en que los gobiernos de la República Argentina y el
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden las
negociaciones a fin de encontrar – a la mayor brevedad posible – una
solución pacífica y definitiva a dicha disputa, de conformidad con los
pronunciamientos pertinentes de la ONU y de la OEA”.
Que
la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner agradeció el
apoyo brindado por los países de la CELAC y avanzó en el desarrollo de
un concepto que luego profundizó en la cumbre del Mercosur. En Caracas,
la Presidenta dijo que el reclamo por Malvinas (a la que caracterizó
como “último enclave colonial en el mundo”) es también “una causa
regional y, fundamentalmente, una causa global”.
Que
las políticas colonialistas sustentadas desde Gran Bretaña afectan
nuestro territorio nacional no solo por el territorio de las Islas
Malvinas, sino que procura adueñarse de una reserva de diversidad
biológica y beneficiarse así con el patentamiento de esos recursos y de
los usos farmacológicos de los mismos, por el control de los recursos
mineros sumergidos en la plataforma continental y el control de los
recursos hidrocarburíferos de los subsuelos, con la intención clara de
ampliar los territorios de ultramar ubicados en el centro del Atlántico
Sur: Cristina Fernández de Kirchner el 20 de diciembre, en Montevideo,
fue más allá aún y dijo que “en Malvinas se nos están llevando los
recursos petroleros y pesqueros. Y cuando tengan necesidad de más
recursos -piensen todos los que tengan recursos-, que los que tengan la
fuerza, los va a ir a buscar a dónde sea y cómo sea”
Que
los dichos de la Presidenta de la Nación se inscriben en una clara
orientación de la política exterior argentina desde el 25 de mayo de
2003 por la cual el reclamo por Malvinas se hace presente en cada foro
internacional donde la Argentina tenga presencia, y en ocasión de su
discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el ex
presidente Néstor Kirchner expresó que los argentinos “somos fervientes
partidarios de la solución pacífica de las disputas internacionales,
particularmente en un tema tan caro a nuestros sentimientos e intereses
como la disputa de soberanía que mantenemos por las Islas Malvinas,
Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marinos
circundantes”.
Que
las Naciones Unidas han reconocido que es esta una situación colonial
por parte del Reino Unido y que debe ser resuelta a través de
negociaciones bilaterales entre la República Argentina y éste.
Que
es el objetivo permanente de la República Argentina poner punto final a
esta controversia de larga data y manifestamos la más amplia vocación
negociadora, papel que le compete al Comité Especial de Descolonización
de las Naciones Unidas, por lo cual exhortamos al Reino Unido a
responder de manera afirmativa a la reanudación de las negociaciones
bilaterales para resolver esta importante cuestión.
Que
las implicancias no son solo geopolíticas, con parte de nuestro
territorio nacional usurpado por una potencia extranjera que amplía
constantemente la zona y que ha asentado allí una base militar, son
también económicas y energéticas.
Que toda Latinoamérica advierte que hay un destino común y que las Malvinas y la Antártida constituyen una línea estratégica para el desarrollo económico de nuestros pueblos y debemos estar unidos por la causa Malvinas y expresar firmemente el rechazo contra toda forma de colonialismo.
Que la causa Malvinas es de alta sensibilidad para los argentinos y para toda la región y la defensa irrestricta de la soberanía sobre las Islas debe ser una verdadera política de estado.
Que en este año en el cual se cumplirán treinta años de la Guerra de Malvinas, la Nación Argentina ratifica su imprescriptible y legítima soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes; y brega por la recuperación de los antedichos territorios nacionales, el ejercicio pleno de la soberanía y el respeto al modo de vida de los habitantes de las islas Malvinas, consideramos que los dichos del Primer Ministro de Gran Bretaña David Cameron son de extrema gravedad y merecen el más enérgico repudio del Honorable Concejo deliberante de la ciudad de La Plata.
Que toda Latinoamérica advierte que hay un destino común y que las Malvinas y la Antártida constituyen una línea estratégica para el desarrollo económico de nuestros pueblos y debemos estar unidos por la causa Malvinas y expresar firmemente el rechazo contra toda forma de colonialismo.
Que la causa Malvinas es de alta sensibilidad para los argentinos y para toda la región y la defensa irrestricta de la soberanía sobre las Islas debe ser una verdadera política de estado.
Que en este año en el cual se cumplirán treinta años de la Guerra de Malvinas, la Nación Argentina ratifica su imprescriptible y legítima soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes; y brega por la recuperación de los antedichos territorios nacionales, el ejercicio pleno de la soberanía y el respeto al modo de vida de los habitantes de las islas Malvinas, consideramos que los dichos del Primer Ministro de Gran Bretaña David Cameron son de extrema gravedad y merecen el más enérgico repudio del Honorable Concejo deliberante de la ciudad de La Plata.
Por tal motivo solicitamos el acompañamiento de nuestros pares a este proyecto de decreto.
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