Por Tcnl. José
Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 CMN73 VGB)
La guerra es un fenómeno natural que se origina
de los conflictos que motiva la vida y la subsistencia de la Humanidad que, estarán
tanto mas próximos, en cuanto mas se los aleje, olvidando que ellos son la
realidad.
En el Diario español EL PAIS (1203-2012), en un
articulo titulado "La superioridad militar israelí no garantiza el éxito
de su ataque a Irán" de Jesús A. Núñez
Villaverde, el autor hace una definición sobre los alcances de la guerra
que por su calidad parece ser interesante su difusión y, consecuentemente, sus
comentarios. El mismo dice:
“La guerra no es una ciencia exacta, sino un
arte (por chocante que pueda parecer esa palabra) que enfrenta dos voluntades,
en un complejísimo ejercicio que obliga a considerar un gran número de
variables y a responder sobre la marcha a los muchos imponderables que se
acumularan en el campo de batalla. De este modo, se entiende que cada acción
produce una reacción que solo podemos calibrar en términos de más probable
(para definir nuestro plan de operaciones) y más peligroso (para planificar
nuestra seguridad). Un reto que, además, exige una alta flexibilidad para
adaptarse continuamente a lo inesperado."-
El autor, que es el coordinador del
"Instituto de Estudios sobre conflictos y acción humanitaria
(IECAH)", detalla los aspectos que hacen a los potenciales de Israel e Irán,
como así también las posibles acciones y reacciones que una confrontación entre
ellos motivaran en la región y su repercusión mundial, termina con la idea
siguiente:
"En todo caso, la decisión de emprender
una guerra no siempre obedece a parámetros racionales".
Esta frase final, debería llevarnos a
considerar o no, la necesidad y las conveniencias de aplicar aquella sentencia clásica
que repite "Si quieres la paz, prepárate para la guerra". Los
conflictos pueden o no nacer de la voluntad propia, pero también pueden
originarse, sin que ello este a nuestro alcance, de la ajena. Siendo, como el
autor señala, la guerra un "arte", requiere para su prevención
mentalidades inteligentes y racionales con las mismas características de
aquellos que imaginan con calidad los supuestos de un mañana que no existe en
la realidad del presente.
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