¡Demos gloria a Dios!
La Catedral fue desbordada por los que concurrieron
a la Santa Misa y Rosario por la Vida el pasado 25 de Marzo. Lo dicen los
medios, esta información salió de las agencias, aunque La Nación y Clarin nada
dicen ni lo mencionan, pero tenian fotografos en el lugar y cámaras ¿que los
llevo al silencio? El Dios de la Historia lo sabrá.
Importante que se unieron, la gente del Rosario por
la Vida, aunque se rezo en muchas Iglesias de Buenos Aires, la de la Marcha de
los Escarpines y la de la Caminata por la vida.
Como menciona en la media pagina que le da Crónica
la mayoria de los fieles que estaban presentes la Catedral, eran
familias, GLORIA A DIOS. Se rezó mucho con el Santísimo expuesto,
poniendo a los pies de María la protección de los niñitos por nacer y sus mamás.
Fue un canto a la Vida, el 25 de Marzo.
El Arzobispo en su homilia,
critico que en esta civilización decadente la vida naciente no sea
valorada.
Cariños y gracias a todos los que de una
forma u otra colaboraron, ... a seguir luchando en defensa de los que no
tienen voz, los niños por nacer
Olga Muñoz
Organización de UN ROSARIO POR LA
VIDA
A los que preguntaron sobre la cantidad de personas
reunidas en la Catedral que estaba desbordada, según la Policia Federal,
alrededor de tres mil personas, demos gracias al Cielo.
Card. Bergoglio:
rogó que los Herodes no logren su objetivo
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, exhortó a cuidar la vida, la del “más pequeñito, que apenas se ve en una ecografía” y la del “más anciano, añejo de sabiduría por haber caminado y trabajado con dignidad”. Y rogó porque “tantos Herodes que se dan a lo largo del transcurso de una vida, no logren su cometido… tantos Herodes que no sólo no se ocupan de la vida de los demás, sino que la limitan, la acotan o la matan”. El cardenal presidió una misa concelebrada en la catedral de Buenos Aires, colmada de gente, a cuyo término se rezó un rosario por la vida, el domingo 25 de marzo por la tarde.
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, exhortó a cuidar la vida, la del “más pequeñito, que apenas se ve en una ecografía” y la del “más anciano, añejo de sabiduría por haber caminado y trabajado con dignidad”. Y rogó porque “tantos Herodes que se dan a lo largo del transcurso de una vida, no logren su cometido… tantos Herodes que no sólo no se ocupan de la vida de los demás, sino que la limitan, la acotan o la matan”. El cardenal presidió una misa concelebrada en la catedral de Buenos Aires, colmada de gente, a cuyo término se rezó un rosario por la vida, el domingo 25 de marzo por la tarde.
El arzobispo
de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio
SJ, exhortó a cuidar la vida, la del “más
pequeñito, que apenas se ve en una ecografía” y
la del “más anciano, añejo de sabiduría por
haber caminado y trabajado con dignidad”. Y rogó
porque “tantos Herodes que se dan a lo largo del
transcurso de una vida, no logren su cometido…
tantos Herodes que no sólo no se ocupan de la
vida de los demás, sino que la limitan, la
acotan o la matan”.
El cardenal
presidió una misa concelebrada en la catedral de
Buenos Aires, colmada de gente, a cuyo término
se rezó un rosario por la vida, el domingo 25 de
marzo por la tarde.
El arzobispo
llamó también a “cuidar la vida de aquel que se
desvió: no condenar, rezar por él, hacer
penitencia por él, pedir la misericordia de Dios
por él”.
En palabras
dichas sin leer, expresó que “el egoísmo nos
lleva a apegarnos a nuestra propia vida, hasta
tal punto de disimular la situación de peligro o
de injusticia de otras vidas, vidas que están en
camino, están por nacer, vidas que están
creciendo y que corren el riesgo de caer en
manos que les deformen en corazón”.
Se refirió a
“la vida de nuestros chicos, las vidas de
nuestros jóvenes, vidas que empiezan a trabajar
y tienen que aprender a sortear las dificultades
sin vender su conciencia, vidas a las que hay
que acompañar y enseñarles a no venderse”. Y
agregó: “Siempre hay un sobrecito tentador que
se da a cambio de aceptar una idea o de hacerse
el distraído mirando hacia otro lado”.
También
habló de “los ancianos, que nos piden por favor
que los cuidemos, que no los abandonemos, que no
los despachemos para sacárnoslos de encima”.
Al concluir
la misa los asistentes rezaron un rosario por la
vida. El público ocupó todos los asientos y
había mucho más gente de pie que sentada: en la
nave central, en el crucero, abarrotado de
fieles, incluso con chicos sentados en el suelo,
y en las dos naves laterales, llenas hasta más
de la mitad.
Previamente,
grupos de jóvenes hicieron una caminata desde la
plaza del Congreso, con un largo cartelón que
decía: “No existe el derecho a matar, existe el
derecho a vivir”. También llevaban carteles que
decían “Sí a la vida”. Entre otros, había grupos
del Frente Joven, la Red Federal de Familias, la
Corriente Naranja y otras agrupaciones.
Acompañaban su marcha con el repiquetear de unos
tambores.
El grupo
organizador de “Un rosario por la vida” está
integrado por Inés Hary, Olga Muñoz, Stella
Maris Bovera, María del Rosario Neuman, Gisel
Riverti y Mirta Ponce.
“Un rosario
por la vida” se realizó por primera vez en 2004
en la plaza Pizzurno, el día del Niño por Nacer,
y luego se pasó a efectuarlo en la basílica de
Nuestra Señora del Pilar. Desde su comienzo
contó con el apoyo del cardenal Bergoglio, y en
2011 se efectuó por primera vez en la Catedral
Metropolitana.
Al concluir
la Misa, el cardenal, arrodillado en un
reclinatorio, y todos los presentes adoraron al
Santísimo Sacramento, y luego el presbítero
Alejandro Russo, rector de la Catedral, dio la
bendición con una gran custodia, entonando el
himno “Tantum ergo”.
Se leyó un
mensaje del nuncio apostólico con la bendición
de Su Santidad el Papa Benedicto XVI animando a
los hijos de la Iglesia en la Argentina a
perseverar, apoyados en la gracia divina, en la
protección de la vida humana.
Al comenzar
la celebración, una soprano de nivel
internacional, Haydeé Dabusti, cantó el Ave
María, de Schubert, mientras era entrada al
templo una imagen de la Virgen de Fátima que fue
colocada en el presbiterio, cerca del altar.
Luego de la
misa, los misterios gozosos del rosario fueron
rezados por un matrimonio joven, una religiosa,
una familia numerosa –padre, madre y seis
hijos-, una embarazada y un matrimonio de
abuelos que tienen 42 nietos.
Al final,
todos cantaron el himno “Cristo, Jesús, en Ti la
patria espera”.
Mensaje del
papa Benedicto XVI Al término de la misa, el
rector de la catedral, Presbítero Alejandro
Russo leyó la Bendición Apostólica enviada
mediante el nuncio, monseñor Emil Paul Tscherrig,
cuyo texto dice:
Su Santidad
Benedicto XVI saluda cordialmente al Señor
Cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, y a los
organizadores y participantes de “Un Rosario por
la Vida”, reunidos en la catedral metropolitana.
El Santo Padre se complace por la feliz
iniciativa y los alienta a perseverar en estos
encuentros con Jesús y María mediante la
meditación de la Palabra a través de los
Misterios del santo rosario. Al mismo tiempo
suplica al Todopoderoso que conceda a los hijos
de la Iglesia en la Argentina que, apoyados en
la Divina Gracia, colaboren sin desfallecer en
la defensa de la vida humana, particularmente en
la vida por nacer. Con estos deseos,
encomendándolos a la protección de la Santísima
Virgen María, que llevó en su seno al Redentor
del mundo, les imparte complacido la implorada
Bendición Apostólica.+
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