Tras la apertura de la tumba de
un mafioso en busca del cuerpo de una joven desaparecida.
Un inesperado giro dio el caso de una joven italiana desaparecida en la década de los ochenta. Luego que la justicia decidiera abrir la tumba de un mafioso en busca de cadáver de la muchacha, un sacerdote exorcista declaró que Emanuela Orlandi fue asesinada en una orgía sexual en la que participaron miembros de la iglesia católica.
El padre Gabriel Amorth,
quien ha realizado más de 70 mil exorcismos, efectuó las declaraciones
luego que la policía insistiera en buscar a la joven en la tumba del
mafioso Enrico "Renatino" De Pedis, tras recibir una llamada anónima que indicaba que allí se encontrarían pistas del paradero de la muchacha.
Amorth, de 85 años, reveló al diario La Stampa, que el crimen tuvo "motivos sexuales. Ya fue declarada muerta por monseñor Duca Simeone, un trabajador de El Vaticano a quien se le pedía que reclutara chicas para que participaran de unas fiestas. Creo que Emanuela terminó en ese círculo".
El
sacerdote agregó también que "tengo motivos para creer que éste fue un
crimen sexual que levó a la muerte y el ocultamiento del cuerpo de la
joven. También involucró a diplomáticos de embajadas extranjeras".
El
padre Amorth vincula la desaparición
de la joven Emanuela Orlandi en 1983
a orgías organizadas con ayuda de un gendarme de la Santa Sede.
“Como ya dijo antes (el ya fallecido) monseñor Simeone Duca, el archivero Vaticano, se le pidió reclutar chicas para las fiestas con la ayuda de los gendarmes del Vaticano”.
“Creo que Emanuela terminó en este círculo. Nunca he creído en la pista internacional, tengo razones para creer que se trataba de un caso de explotación sexual con el consiguiente homicidio y la posterior inhumación del cadáver". Y reafirma: “También está involucrado personal diplomático de una embajada extranjera ante la Santa Sede”.
Un testimonio que el Padre Amorth ha hecho público en su libro “El último exorcista” y que tiene rasgos similares con la carta anónima que llegó a la madre de Emanuela Orlandi, donde se refiere a una trampa que se elaboró en la sacristía de Sant’Apollinare.
Hace 30 años
Una
adolescente de 15 años fue secuestrada hace tres décadas por un gendarme del
Vaticano, supuestamente para participar en orgías. En el crimen estaría
involucrada la mafia, así como los servicios secretos búlgaros e italianos.
El
padre Gabriele Amorth, ex exorcista
principal del Vaticano, asegura que Emanuela
Orlandi, de 15 años de edad, fue asesinada después de una de aquellas
orgías y que su cuerpo fue hecho desaparecer.
Hija
de un empleado del Vaticano, Orlandi
desapareció el 22 de junio de 1983 cuando se dirigía a la escuela de música de
San Apolinar, en el centro de Roma, y fue obligada a participar en las orgías,
cuenta el sacerdote.
Se
trata de un crimen perpetrado con motivos sexuales. Las fiestas fueron
organizadas para el personal diplomático
de una embajada extranjera en la Santa
Sede con ayuda de un gendarme vaticano que actuaba como 'reclutador' de las
chicas, asegura Amorth, de 85 años,
a 'La Stampa'.
Asimismo,
asegura que el archivista monseñor Simeone Duca, "que fue invitado a
reclutar chicas para las fiestas con la ayuda de los gendarmes del
Vaticano", también confirmó que la
niña fue secuestrada con ese fin.
A la tumba
En
2005, cuando el caso de Emanuela Orlandi
ya engrosaba los archivos que contienen tantos otros casos sin resolver, un
hecho desconcertante salió a la luz en un programa televisivo que busca a
personas desaparecidas.
Aquel
día una mujer anónima, a la que la prensa identificó como Sabrina Minardi, dijo que fue el mafioso Enrico De Pedis, jefe de la banda de la Magliana, -asesinado en un
ajuste de cuentas en 1990 y enterrado en la iglesia de San Apolinar de Roma-
quien secuestró a Orlandi y que si
se quería solucionar el caso bastaba con abrir la tumba y ver quién estaba
enterrado.
El
caso Orlandi fue relacionado -aunque
nunca se probó- con el atentado perpetrado contra el Papa Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos
del terrorista turco Ali Agca, y con
él se ha relacionado en numerosas ocasiones a la banda mafiosa de la Magliana,
de Roma. Ali Agca en varias
ocasiones aseguró que la joven estaba viva y que vivía en Europa.
Recién
este año la tumba fue abierta por orden
de la Fiscalía romana. Según la abogada de la familia Orlandi, Nicoletta Piergentili, el cadáver de De Pedis se encontraba en un ataúd colocado dentro de otro y éste a
su vez metido en otro más, al igual que son enterrados los Papas dentro de tres
féretros. La policía científica, según las fuentes, tomó restos del cadáver,
así como de la tumba, que serán analizados.
¿Cómo
es posible que un criminal estuviera sepultado en una Basílica? ¿Qué relación
había entre él y el caso Orlandi?
Esas fueron algunas de las preguntas que se hicieron las autoridades y toda
Italia después del hallazgo.
La tumba de un gángster
El
Vaticano pidió abrir la tumba de un gángster, lo cual se llevó a cabo en el
marco de la investigación de la desaparición de Emanuela Orlandi, hace casi 30 años.
Es
uno de los misterios que se ha mantenido por casi tres décadas en Italia y en
un intento del resolverlo las autoridades de Roma y el Vaticano aprobaron la
apertura de la tumba del reconocido mafioso Enrico "Renatino" De Pedis en busca de pistas sobre la
desaparición de una estudiante.
El
jefe de la temida Magliana de Roma, banda aterrorizó a Roma en la década de
1980, se ha relacionado con la desaparición de Emanuela Orlandi a sus 15 años de edad en 1983, hija de un empleado
del Vaticano.
Médicos
forenses, abogados y miembros de la familia Orlandi fueron testigos de la exhumación realizada. Los abogados
dijeron que el cuerpo encontrado encuadra en la descripción de De Pedis, aunque, en un giro digno de
las novelas, también había otros huesos en la tumba ubicada en la Basílica de
San Apolinar.
La
policía y los expertos forenses seguirán revisando la cripta y el cuerpo de De Pedis, además de revisar los otros
hallazgos para ver si dan luces sobre la desaparición de Orlandi. En 2005 una persona que no quiso dar su nombre dijo a un
programa de televisión que el secreto sobre el secuestro de la escolar había
sido enterrado junto con el mafioso. Una mujer que tuvo una relación con el
mafioso también afirmó que estuvo involucrado en la desaparición de Orlandi.
De Pedis
fue asesinado a tiros en 1990 por un rival en una calle de Roma y su familia
pidió que fuese enterrado en una cripta en la Basílica por temor a que su tumba
fuera profanada por sus enemigos.
Testimonio clave
Sabrina Minardi,
la ex amante de Enrico De Pedis,
llamado Renatino, jefe de la banda
de la Magliana, ligado a Pippo Caló,
exponente de relieve de la Cosa Nostra, después de veinticinco años confiesa que
su ex compañero estuvo involucrado en el secuestro de Emanuela Orlandi, hija de un dependiente del Vaticano que
desapareció el 22 de junio de 1983, durante el Papado de Juan Pablo II.
Las
declaraciones de la testigo involucran incluso a Marcinkus en persona en el
secuestro de la joven, y están siendo estudiadas atentamente por los
investigadores que ya han hallado muchas contradicciones.
En
2005, la examante de De Pedis, Sabrina
Minardi, dijo en un programa de televisión que fue el mafioso quien
secuestró a Orlandi y que si se quería solucionar el caso bastaba con abrir la
tumba y ver quién estaba enterrado. En 2009 confesó a la Fiscalía de Roma que
ella fue la encargada de introducir a la joven en su automóvil y llevarla hasta
el lugar donde le dijo su amante. Sobre el paradero final de la joven dijo, en
esa ocasión, que lo desconocía.
En
un principio De Pedis fue enterrado
en el cementerio "Verano" de Roma, pero después la viuda del mafioso,
que al parecer fue un generoso benefactor de la Iglesia, logró que fuese
trasladado a San Apolinar, iglesia que dirige actualmente el Opus Dei. El los
últimos años se desataron periódicamente polémicas en Roma sobre la situación
de que un mafioso estuviera enterrado en un iglesia, lo que puso en aprietos al
Vicariato de Roma, que, deseoso de poner fin al caso del incómodo
"inquilino", llegó a un acuerdo con la Fiscalía para exhumar el
cadáver y aprovechar esto para que sea enterrado en un cementerio de la
capital.
A
su vez, se afirma que De Pedis fue
enterrado, bajo concesión del prelado Javier
Echevarria, que sucedió a de Portillo
en la prelatura del Opus Dei, en la basílica de Sant'Apollinaire donde
descansan muchos otros importantes monseñores y su misa fúnebre fue oficiada
por Monseñor Piero Vergari, rector
de la basílica. A todo esto se añade otro dato que involucra directamente a un
supernumerario del Opus Dei: Gianmario
Roveraro, aunque la información de que se dispone no especifica de qué modo
o en qué acciones se encontraría involucrado el mismo.
Gianmario Roveraro, fue asesinado hace dos años
en Parma, habiendo sido protagonista en las décadas de 1970 y 1980 de las “finanzas
Católica”, quien junto a Ettore
Gotti Tedeschi (que recientemente ha renunciado a la dirección del IOR) fundaron
a principios de la década de 1980 el banco de inversión Akros.
Mons. Vergari, acusado
Monseñor
Pietro Vergari, eclesiástico de 80
años, dice que no tuvo nada que ver en los hechos: “Estoy tranquilo, no tengo
nada que esconder”, pero aún así es considerado por los investigadores como un
elemento central en la misteriosa desaparición.
En
2008 María Orlandi, madre de Emmanuela, recibió una carta anónima que
inmediatamente entregó a la Fiscalía de Roma, cuyo autor afirmaba haber sido
enviado por De Pedis a cobrar una
cuota, y que le fue entregada una gran bolsa amarilla que enseguida se llevaría
a la Basílica de Sant’Apollinaire . Afirma que Monseñor Vergari abrió la puerta y dejó entrar el invitado que recogió a una
chica tirada en el suelo, aparentemente muerta, que luego iba a poner en la
bolsa y luego la colocó en el auto.
El
obispo ha sido objeto de investigación por el Fiscal de Roma, acusado de
complicidad en el secuestro de la niña, y se le giró una orden de allanamiento
en su casa, incautándole un ordenador.
De testigo a acusado
Vergari,
declaró en 2009 en calidad de testigo sobre el entierro en la cripta de San
Apolinar del jefe mafioso De Pedis, cabecilla
de la banda La Magiala. Pronto será convocado nuevamente para ser interrogado
por la fiscalía, esta vez como acusado.
Una
docena de huesos hallados en San Apolinar serán analizados con pruebas de ADN
para compararlos con los de Orlandi
y los de Mirella Gregori, otra chica
desaparecida hace 29 años en Roma.
Los
restos serán analizados por expertos en Milán, en el Labanof (Laboratorio de
Antropología y Odontología Forense). Como observa Pietro Orlandi, “Emanuela
desapareció a las siete de la tarde. Nunca se habría metido en un coche con un
desconocido. Si la hubieran tomado por la fuerza, a esa hora en el corazón de
la calle, alguien se habría dado cuenta. La hipótesis de la basílica tiene
sentido. Si alguien hubiera seguido a Emanuela
a Sant’Apollinare, no lo considerarían sospechoso. Un lugar sagrado no debería
asustar a nadie”. Así le sería posible tender una trampa a alguien que estaba
en contacto con el entonces rector de la Basílica.
Pietro Orlandi,
hermano de Emanuela, recuerda que la
Hermana Dolores, directora de la escuela de música de su hermana en el Palacio
de San Apolinar, instó a los estudiantes que se mantuvieran alejados del rector
de la Basílica, monseñor Vergara, y
denuncia: “Los amigos de Emanuela en la escuela de música me
dijeron que a la Hermana Dolores, directora, no le gustaba ir a Misa o a cantar
en el coro de San Apolinar, que prefería ir a otras iglesias, ya que
desconfiaba y tenía una mala opinión de monseñor Vergari”. “Lo que dio un extraño giro en Sant’Apollinare es el dato
del bajo mundo romano, De Pedis,
quien tenía vínculos con Vergari, lo
cual ahora es conocido”, explica Pietro Orlandi.
Lo que dijo el P. Amorth
“Este
fue un crimen con móvil sexual”, dijo el P. Amorth en la entrevista a La Stampa. “Ya se dijo con anterioridad
que (el fallecido) monseñor Simeone Duca,
un archivador del Vaticano, era a quien se le pedía que reclutara chicas para
fiestas con la ayuda de los gendarmes del Vaticano. Creo que Emanuela terminó en este círculo. Nunca
creí en la teoría del secuestro (por bandas internacionales). Tengo motivos
para pensar que se trata de un caso de explotación sexual”, agregó.
El
gángster De Pedis fue muerto a los
38 años de edad, y el mes de abril la diócesis de Roma, por órdenes del
Vaticano, autorizó a los investigadores a la apertura de la tumba del gángster
que está en la Basílica Sant’ Apollinare, cerca de la Plazza Navona en el
centro de Roma.
El
hecho de que un personaje de semejante pasado criminal fuese enterrado en la
cripta de la iglesia resultó conmocionante. La decisión se justificó diciendo
que se le permitió el honor, porque el padre Vergara había dicho a los obispos,
que De Pedis se había arrepentido
mientras estaba en prisión y porque hizo muchos trabajos de caridad, incluyendo
una buena donación a la Iglesia.
En
el año 2008 la novia de De Pedis,
Sabrina Minardi, al momento de la desaparición de Emanuela, declaró que Mons.
Paul Marcinkus, el jefe del Banco del Vaticano, estaba detrás del
secuestro.
Amorth, sin embargo, asegura que su
declaración no aporta nada nuevo a la pesquisa, pues ya antes el finado
monseñor Simeone Duca, archivista
del Vaticano, se presentó a sí mismo como el encargado de reclutar, asistido
por gendarmes del estado papal, a niñas y jóvenes para estas reuniones
clandestinas.
¿Era
De Pedis un satánico “antipapa” de
la Masonería o miembro de una secta satánica, y por eso fue enterrado como si
fuese un “Papa”? ¿Acaso era una “autoridad espiritual”? ¿Hubo algún sacrificio
humano con la menor desaparecida en algún extraño ritual satánico asesino?
Desde el Vaticano aun no han formulado declaraciones acerca de este gravísimo tema, ni sobre las declaraciones del ex Exorcista vaticano, y todo ello en el marco de "Vatileaks" que difunden información secreta del Vaticano, en particular exponiendo públicamente el pensamiento del Cardenal Tarcisio Bertone, en una especie de "campaña política" en su favor y posicionamiento de "marketing" para ser un "papable".
Fuente:
Con
información de agencia Reuters.
La sombra de satán planea sobre el vaticano. El cardenal Bertone es el que tiene más puntos para ser el representante de la secta iluminati infiltrada en la cúpula cardenalicia. ¿No será que un sector de la Iglesia lo sabe y está intentando hacer una limpieza a la desesperada? Recomiendo la lectura de este post: "Lacayos de Satán en el VATICANO" WWW.ELFACTORMAGIA.BLOGSPOT.COM
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