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Por Tcnl. José
Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 y CMN 73)
Los sacerdotes y los militares, basan su vocación, en el servicio pleno a sus
semejantes, renuncian, voluntariamente, a derechos clásicas humanos, y
asumen cumplir plenamente sus obligaciones ante si mismos, sus
camaradas y la sociedad. Para serlo se requiere la existencia de un
ejercito (1) o una religión, si no será solo un guerrero aislado o un
predicador independiente. El mundo moderno, con sus innovaciones, lleva a
plantear un nuevo perfil del militar, que seguramente siempre será
igual (2) en su espíritu, pero cambiara en sus tarea y misión en una dimensión
similar a la de los avances de nuestra civilización proyectada al futuro.
El Mundo esta cambiando. Este proceso, se siente con mas fuerza en lo
tiene tradición y apoya su existencia en el pasado, pues
se esta obligado a adaptarse al futuro, sin dejar de ser, en esencia,
lo que fuera ayer. (3). Por eso, para tratar que serán
o podrían ser los militares en el Siglo XXI, son necesarios los
antecedentes que hacen a esta profesión, una actividad clave convencional,
dentro de la sociedad, y, lógicamente, la significación de
las fuerzas armadas en la evolución cultural de nuestra civilización.
La existencia de las Fuerzas Armadas en una sociedad es la muestra concreta de
la voluntad de alcanzar la independencia y la soberanía de los
pueblos, pues significa la decisión de garantizar y
preservar por la fuerza sus derechos y propiedades. Una Nación sin ejército,
es una pirámide sin bases, pues, su permanencia, solidez y características,
pueden derrumbarse por cualquier marejada o huracán político, económico,
social o cultural. Las fuerzas armadas, son así, una suerte
"raíz histórica", "cimiento soberano" y "seguro político",
que nace junto con las naciones y cubre riesgos predecibles o
impredecibles. (4) Su importancia se valora, en plenitud, ante
una agresión o un conflicto pero, en tiempo de guerra, se justifican
plenamente, y, en tiempo de paz, lo hacen solo por el valor de su
presencia. El mayor éxito de la existencia de una fuerza militar es
su "no empleo", porque su presencia, poder y capacidad, actúa
de barrera invencible, ante quien pretenda avanzar, por evaluar
que, el saldo de la derrota, será superior al de los éxitos
propuestos. Las fuerzas armadas se preparan para que su capacidad de "disuasión"
y de "acción", tenga un valor tal, que supere la malignidad
imaginativa de cualquier presunto adversario. "Patria
armada, paz honrada", es un mensaje que nunca se debe olvidar.
Aquellos que lo olvidan, están arriesgando los valores, patrimonio y
futuros de su Patria, pecando, de esa manera, de temeridad, ingenuidad o
candidez extrema.
El elemento esencial de los ejércitos son los militares, Ellos son
ciudadanos que, por vocación y espíritu, eligen esta profesión, son aceptados
por las instituciones, dedican sus vidas al servicio de preparación para
la guerra y alcanzan la capacitación requerida para defender a
la comunidad de la que son parte.
La guerra, como hecho político, social y militar, en el Siglo XX evolucionó
de manera sorprendente. La lucha entre ejércitos, se convirtió en
enfrentamientos amplios, abarcando variadas actividades, lo
que llevo a la "nación en guerra". La guerra del presente,
no es particular de las fuerzas armadas, sino que afecta, alcanza,
participa y "sufre", toda la sociedad de los países en conflicto. El
combate llega con la destrucción y la agresión a las poblaciones, como lo
mostro el empleo de la "bomba atómica" en Japón, con
la caída del frente interno nipón, que llevo a
la rendición militar. Las ciudades pasaron a ser el blanco de los
bombardeos y sus habitantes el objeto de la destrucción y la muerte. Los campos
de batalla, aquellos en los que se cubrían de gloria los ejércitos, pasaran a
ser parte del romance histórico de las luchas militares.
Las guerras fueron y son un "fenómeno social", que se describe
erradamente como un "tema militar". Un país en guerra es un pueblo en
llamas y la sociedad civil queda sometida a penurias similares, en valores
diferentes. a los ejércitos. Una nación que no se prepara para la guerra, no
esta en condiciones de ajustar y conducir sus conductas en la conflagración
y, lógicamente, los efectos de sus consecuencias. Si bien las guerras
son crueles, seguramente, las postguerras son terribles. La realidad de
los efectos de las postguerras, hace que en las acciones de los beligerantes
actuales se trate de no destruir al adversario, sino paralizarlo temporalmente,
para que, terminado el conflicto, se puedan activar sus valores en las nuevas dimensiones
que se acuerden o pacten. Lamentablemente, esta idea no se esta materializando
en las guerras civiles, en las que la agresión y voracidad alcanzan
sorprendente efecto, con destrucciones y muertes que deberían ser evitadas. Las
guerras civiles son, así, un proceso en el cual se enfrentan conciudadanos, que
viven y están bajo una misma bandera, y cuyas diferencian son, exclusivamente,
del orden político y, específicamente, por la determinación de los regímenes
de gobierno.
Los clásicos escenarios de confrontación, es decir la tierra, el agua y el
aire, en los que dominaban los ejércitos, las marinas y las fuerzas aéreas, han
incorporado uno nuevo, que es el "ciberespacio", integrándose y
diferenciándose de los anteriores, dado que en aquellos se
enfrentan medios "analógicos", y que, en este ultimo, son
"digitales". Sin embargo, en este proceso de innovación, los escenarios
convencionales, agregan a ellos muevas "armas·, algunas, por ejemplo,
los llamados virus, que actúan en una dimensión
"virtual". Los militares del presente, por lo tanto, tienen que
prepararse, entrenarse y capacitarse para los escenarios tradicionales y el
nuevo virtual, con sus efectos directos en el mismo y los derivados en
los anteriores. No estamos ante un nuevo tipo de guerra, sino en una
modalidad diferente de conflagración, quizás, aparentemente, menos sanguinaria,
pero, sin dudas, igualmente cruel.
Las guerras tienen y tendrán como finalidad "imponer la
voluntad" del vencedor sobre el derrotado, algo que se
percibe como físico, pero que es moral, espiritual y psicológico.
En el pasado se imponía por el miedo (destrucción, muerte, etc.),
ahora se aspira sea por una especie de convencimiento que conduzca
a su aceptación racional. Es decir, lograr el triunfo, como un éxito anímico,
y no como resultante material, como una muestra de la "humanidad" de
la Humanidad. Este nuevo concepto de la guerra, lleva a considerar, no tan
solo las formas de la misma, sino también los instrumentos (ejércitos) y, por
ende, los militares.
No
se puede ignorar que subsisten los peligros de las acciones y muestras
de violencias, por lo que puede resultar utópica la idea de guerra sin
muerte ni destrucción pero, ella es la aspiración civilizada y debe
ser objetivo de la Humanidad. Bajo este nuevo supuesto, es que se tiene
que concretar las fuerzas armadas y lograr su equilibrio práctico y adecuado con
su personal militar. Seleccionar, instruir, capacitar, entrenar y adecuar en lo
espiritual, intelectual y físico a aquellos que actuaran como militares, es una
responsabilidad enorme, ya que en sus manos y decisiones se pondrán artificios
y medios de destrucción que, bajo el apremio de las circunstancias de las
conflagraciones, se activaran conforme la conciencia y voluntad de ellos.
En este nuevo escenario, en el presente, y seguramente mas
aun, en el futuro, la guerra, seguramente, buscara crear paralización y
temor en el oponente, es decir la perdida anímica, espiritual y psicológica
de su afán de defenderse, con lo que, al no destruirse lo físico y material, será
posible volver al razonamiento, con lo que será
mas fácil encontrar los caminos de acuerdo y la solución de las
diferencias. Las guerras masivas, que llevaban al combate a grandes
cantidades de medios, unidades, etc., mañana, posiblemente, se convertirán en
acciones puntuales y selectivas, que buscaran anular raíces motrices y
enlaces decisorios, para que sus efectos de caos y la crisis actúen. Esta nueva
modalidad de combate, posibilitada por los innovadores armamentos,
tales como son los misiles, los robots y la multitud de equipos
automatizados, crea un ambiente diferente y sorprendente en los desarrollos de
las batallas.
La concepción de preparación para las guerras del mañana, será
diferente a la del pasado y, aun, de la actualidad, no será un tema empírico,
sino como consecuencia de procesos inductivos, en los que se valorara y
consideraran múltiples factores que hacen o pueden llegar a
hacer, la conformación de los conflictos. Esta realidad hace que,
cualquier determinación para el futuro, puede ser desde su origen falsa, pues
no se puede establecer una verdad concreta sobre la cual afianzarse.
La experiencia recuerda que no hubo dos guerras iguales, y que el éxito,
a lo menos inicial, fue para los que innovaron, modificando lo que se tenia por
cierto anteriormente. Lamentablemente, como se señala, no existen reglas
permanentes, pero si se puede señalar, la posibilidad de
actos irracionales de acción o intuitivos de reacción, en la estructuración
de un conflicto. La racionalidad, la lógica y la sensatez, de la
que se hace gala en nuestra civilización, puede quedar destruida ante una
locura o irresponsabilidad aun originada por una persona aislada en forma
individual. Esta situación, no debe anular la exigencia de la previsión de
la posibilidad de guerra, ya que ella podrá ser anulada en teoría como
una respuesta imaginada de amor y ejemplaridad, por concepción
propia, pero nunca eliminada de la de terceros, que desarrollaran sus
propios objetivos y necesidades, conforme a su situación y aspiraciones.
La historia muestra que no son permanentes los objetivos de las naciones y
que se modifican, conforme a las circunstancias, por lo que las guerras no
siempre nacen de objetivos genuinos, sino que pueden originarse de aspiraciones
ficticias, concebidas con finalidad real oculta, lo que destruye los conceptos
que la muestran clásica y tradicional. Las actitudes belicosas,
algunas veces disfrazadas como "patriotismo", es una de las tantas
argucias de las políticas interiores de gobernantes, cuando no pueden dominar
algunos factores, crean esta variable, como una manera de "distracción",
ante la opinión y conciencia de sus pueblos.
Los militares, bajo esta concepción, son dentro de las instituciones armadas,
y ellas, como centro responsable del tema en la sociedad, quienes, con
objetividad, deben estudiar y enunciar, sobre bases técnicas depuradas, la
posibilidad, inmediata o remota, de empleo de los ejércitos, ante agresiones
supuestas o imaginadas, que pueda sufrir o este arriesgado a tener, el país. La
falta de enunciados o la negativa de las posibilidades, apoyadas como argumentos
"pacifistas", deben ser desechadas, por una realidad de oposición
competitiva que, pese al progreso, no disminuye y que, dada
la mundialización, crea nuevos contactos variables y de progresiva relación,
tanto positiva como, eventualmente, negativa. La tesis sacralizada de que
la paz alcanzo todos los ámbitos, actividades, intereses, acciones y objetivos
de la Humanidad, es una falacia, ya que los desequilibrios, convencionalmente,
jamás serán compensados, por la imposibilidad concreta de avances totales
conjuntos y, consecuentemente, se mantendrá el germen de la obtención del
progreso por la fuerza por parte de los que han quedado postergados, ello
nunca será eliminado.
De esta suerte, las ciencias militares son una de las caras de las ciencias
sociales, y, por lo tanto, un instrumento de estudio, análisis,
sugerencia y/o recomendación, para señalar tendencias, prevenir escollos o
sugerir medidas que, en sus efectos, logren la estabilidad, el bienestar y,
como resultante, la paz. Los expertos militares deben razonar correctamente,
tener la posibilidad de esbozar precisiones, expresada con un claro
determinado margen de error, que permita a los conductores políticos,
bases para discutir, desde el punto de vista lógico, la viabilidad de aquellas.
Este proceso causal, exige elementos de juicio que tienen que ver con la soberanía,
un razonamiento apropiado, el conjunto de otros factores de tipo comercial, económico,
financiero hasta culturales, educativos y religiosos, que conforman el
perfil propio y de los supuestos y/o eventuales oponentes. Esta situación, en
nuestros días, se hace aun mas compleja, cuando se confunden intereses de países
con los de empresas y, con mas agresividad, cuando estas ultimas exceden en
poder a las primeras, por tener sus contextos altamente mas poderosos a
nivel internacional.
Las guerras son una realidad concreta, que es parte de la Humanidad, y esta
tiene en los ejércitos su normal instrumento, con el militar, como el ser
dedicado, entrenado y calificado, para ser el elemento esencial de aquellos.
Los ejércitos y, por lo tanto, los militares, cada vez mas, actúan
conforme los avances tecnológicos de la sociedad, que tienen aplicación o
utilidad en sus armamentos. Las nuevas armas, significan nuevas capacidades
y forma de uso, para lo que se debe capacitar a quienes la
emplearan. Los desarrollos, tal como se observa en las actividades civiles,
ofrecen cada vez mas equipos poderosos, que implican avanzadas capacidades para
su correcto empleo, lo que impone que, sus operadores, tengan los conocimientos
adecuados y el entrenamiento requerido. Los ejércitos, de esta manera,
equivalen a estructuras orgánicas, con múltiples y variados elementos,
cuya eficacia se encuentra en su adecuada conducción, coordinación e interrelación.
Estas organizaciones, en el caso de los ejércitos, implican, además,
niveles que abarcan, desde el miembro de acción individual y,
en escala, sucesiva, hasta el mas alto de decisión general. Compatibilizar
posibilidades con capacidades y exigencias con actividades, significan lo
que se denomina la "carrera militar" o sea el método mediante el cual
se va aprovechando las capacidades sucesivas del personal para cumplir
sus roles y tareas conforme lo exige y requiere la organización. Por
ello, en tiempos de paz los ejércitos son centros de educación,
entrenamiento y comprobación de capacidades y calidades de su
personal, armamento, dotación, etc., en un accionar constante perfecto,
que debe calificarlos para la posibilidad de empleo inmediato con todo su
potencial.
El militar, como todo profesional técnico, tiene que tener aptitudes y
conocimientos, que se ajustan, desde su base física (diríamos psicofísica) a
los requerimientos intelectuales,
con vocación y espíritu militar como requerimiento anímico ineludible
por su tarea y misión. Para lograr este proceso formativo, como ya se indico,
las fuerzas armadas realizan, como una constante de su actividad, la educación
y el entrenamiento que debe dar sucesivamente los conocimientos que requiere
cada nueva jerarquía y función. De esta suerte, la
realidad concreta, muestra que las fuerzas armadas, para tener vigencia y
actualidad, resultan una permanente escuela de formación. Este
proceso, lógicamente, esta dedicado a incrementar lo intelectual a medida
que lo físico disminuya, en un balance casi perfecto. Este accionar
es característico en las fuerzas armadas y, difícilmente, se lo
encuentra bajo esta motivación, situación y obligación,
en otras organizaciones.
El progreso de la civilización ha dotado, a
los seres humanos, herramientas para lograr con ellas una mayor efectividad en
su tarea, así como surge el martillo para el trabajo aparece la lanza
para el combate. En
esta sucesión de avances, junto al motor de explosión interna que
nos da el automóvil, aparece el avión y el tanque y, últimamente, con los
avances de la cibernética, surgen los mas variados tipos de artefactos
digitalizados. Este proceso, para las fuerzas armadas, significo la llegada de satélites,
misiles y robots, junto con una batería de sistemas que llevan al espacio cibernético,
la aparición de medios de agresión, como son los "virus" (gusanos,
etc.) que pasan a conformar la dotación de armas para las guerras y
que, lógicamente, imponen el desarrollo de sus medios
de protección defensiva. Los ejércitos, por lo tanto los militares,
se han "transformado" esencialmente por el cambio de los armamentos.
Un tipo de militar fue aquel que combatía con lanzas o espadas, otro diferente
el que lo hizo con fusiles y cañones, como también aquel que uso tanques y
aviones, por ello será un nuevo que el maneje robots y sistemas cibernéticos.
Este desarrollo hace, consecuentemente, que el militar que se preparaba
para ser un campeón directo en el combate, se convierta en un operador que
actuara a distancia, conduciendo algún tipo de arma analógica en su
nueva concepción sistemática digital, quizás, en las formas de un robot.
Sin embargo, a medida que crece el nivel jerárquico funcional, mas se repiten
las condiciones de mando convencionales y clásicas, con nuevos espectros, mayor
amplitud y diferentes capacidades, que serán tanto mejor aplicadas como
conocimientos, experiencias y aptitudes se cuente. Ya no parece extraño ver a
un general frente a una pantalla, conduciendo en detalle a un puñado
de soldados, ubicados a largas distancias, contando, al mismo tiempo, con
la posibilidad de apoyo de fuegos puntuales y medios complementarios
de ocupación, en una operación planificada y ejecutada
"quirúrgicamente" en sus detalles.
Nadie en nuestro tiempo duda del progreso, ya que se sabe que la Humanidad
tiene un germen de impulso y evolución permanente, que subyace en su
matriz como civilización. Este desarrollo, sin embargo, pese a que se lo piense
y prevea luminoso, justo, sano y honrado, nunca será equilibrado y equitativo
total, pues, la lógica dice, que si bien habrá
quienes estén en las vanguardias, habrá otros que quedaran
retrasados, en el logro de los beneficios. Si esta situación es dentro de una
comunidad, la responsabilidad será de sus gobernantes y sus desequilibrios constituirán
temas que se podrán calificar como "policiales" o de"
seguridad", pero, cuando estos desequilibrios excedan los marcos locales o
los intereses contraponen sociedades, la cuestión, también de responsabilidad
de los gobernantes, será de "defensa". Últimamente, algunos teóricos,
diferencian la "seguridad" de la "defensa", un tema que
tiene mas sustento ideológico que técnico y científico, que la realidad muestra
que es ficción dado que el enemigo ya no esta identificado y en el exterior,
sino que puede estar oculto, en espera de la acción, dentro del seno de la
misma comunidad, oculto bajo la fachada de un vecino normal y cooperante-
En el Siglo XXI la guerra no habrá desaparecido de los
problemas de la Humanidad, es posible que ella adquiera una
diferente conformación y hasta que se
intente "civilizadamente" disminuir sus efectos
crueles devastadores, pero, las
conflagraciones mantendrán presencia en el inevitable
enfrentamiento derivado de los desequilibrios del progreso y, dentro
de ellas estarán siempre los ejércitos. Las fuerzas armadas,
concebidas de manera diferente, dotadas de medios especiales y entrenadas para
nuevos tipos de combates singulares. El militar, como componente humano de
los ejércitos, tendrá que adquirir un rol ajustado a los
ambientes y los escenarios, con los armamentos de avanzada que se
les proveerá, manteniendo su misión y objetivo de defensa de la
comunidad, de la cual es parte, para seguir cumpliendo el
rol histórico, que es la raíz originaria que le ha dado
su razón de ser. Sintetizando, el militar del futuro,
seguirá siendo el mismo de ayer y de hoy, un miembro de la comunidad
organizada que, por vocación y espíritu, se brinda en su defensa
y protección, pero tendrá que adaptarse para el uso creciente de armas
robotizadas, con capacidades especificas y elevado poder, en un entrenamiento permanente,
que mantenga la constancia de la relación para logar su mas efectivo uso.
Los países mas avanzados en el presente estudian las nuevas bases que
materializaran los conflictos armados del futuro. Parece claro que la combinación
de nuevas tecnologías y los sistemas militares desarrollados a partir de
ellas han modificado profundamente el espacio de guerra (5) En un
informe sobre "El futuro del Ejército de Estados Unidos" (6) leemos
lo siguiente: El ejército en el año 2017 tendrá hombres equipados con
armas mas modernas y de mayor potencia y mas efectividad. Tendrá en su expresión
ofensiva un numero mayor de equipamiento por control remoto, tanto terrestre
como aéreo, que le permitirá involucrar en el combate con un numero mínimo de
bajas, de ahí que se plantea al Pentágono que se harán fuertes inversiones en
las fuerzas de operaciones especiales y en el ciberdominio, que se refiere a
todos estos equipos dirigidos por control remoto y en la ciberguerra, comando
recientemente dado a la publicidad". "Evidentemente las fuerzas
armadas de los Estados Unidos han llegado a la conclusión de que el robot
es mas barato que el hombre".
A este proceso de actualización de capacidades para la guerra, aparece además
el conjunto de las denominadas "nuevas amenazas" (Terrorismo, crimen
organizado, narcotráfico, etc.) que tienen, como característica común, que
se ejecutan en el propio territorio y que por sus efectos, han dejado de
ser meros hechos delictivos y se han convertido en amenazas a la seguridad. En
los Estados Unidos se esta considerando si las fuerzas armadas deben ser
empleadas en su propio territorio ante hechos que excedan a las
capacidades de accionar policiales. En el caso de Brasil, esta situación se
presento para dominar la sociabilidad en las "favelas" y, superada la
policía, se emplearon elementos militares. Esta cuestión se agrava bajo las
condiciones de lo que se denomina "guerra asimétrica" (7) que amplían
y confunden a los conflictos y en las cuales cesan los diferentes pactos y
acuerdos entre naciones, ya que, generalmente, el "agresor" no actúa
bajo una organización oficial reconocida-
Posiblemente el trabajo titulado "Nuevas tecnologías y el mando
centralizado" (La Revista Nro 546 del My. Guillermo Horacio Eduardo
Lafferriere) esta señalando cuales serán los escenarios en los que
actuaran los militares en este futuro, así indica lo siguiente: Pág. 85:"...que
estamos próximos al tiempo en que podrán conducirse operaciones
militares de gran precisión desde una gran distancia, eliminando de
esa manera la necesidad de contar "in-situ" con personal
altamente calificado en la conducción del combate.". El autor detalla las posibles características
que deberán tener los militares, unos para el combate directo, pero
equipados con medios modernos de diferentes tipos y otros, desde los
comandos o las posiciones de fuego, utilizando tecnologías de avanzada,
realizando la conducción y el apoyo de los primeros. Si adicionamos a este
escenario, la posibilidad de remplazar a los de combate directo, con robots,
como lo estudian los norteamericanos, encontraremos que el objetivo básico de formación
de los militares esta en los segundos (conducción y apoyos) ya que ellos solo serán
humanos.
Conforme los analistas que hacen prospección sobre los temas militares, en el
mañana, deberá contarse con dos tipos de ejércitos. Uno, muy parecido al
actual, pero con materiales y armamentos de avanzada, con actuación básica
de personas, que son los que "completaran" las operaciones mediante
la "ocupación" física del territorio enemigo o actuaran como apoyo y
complemento en las acciones de seguridad interna cuando las fuerzas policiales
sean superadas o no están en aptitud por el tipo de agresión. Otro,
absolutamente nuevo y diferente,(8) cuyo accionar estará basado en las
capacidades de la cibernética, con robots operando armas analógicas
digitalizadas (como son los aviones sin piloto, los misiles automáticos, virus informático, etc.)
y en acción "puntual" sobre el enemigo, al que no destruirá, sino que
paralizara, para motivarlo a la rendición. La conducción e interacción de estos
dos tipos de ejércitos, será la tarea de los mas hábiles y entrenados
conductores militares cuyo éxito estará, no tan solo en su eficaz y oportuno
empleo, sino, como siempre lo muestra la historia, su capacidad de innovación
en la lucha para que sus efectos anímicos y físicos desalienten al adversario
cediendo su actuar en el combate.
En este proceso, el ejemplo clásico, es lo que esta sucediendo en los
Estados Unidos de América que es expuesto en "La Revista " Nro.555,
en una publicación del año 2004, con lo que su valor es que los supuestos
presentados ya han sido alcanzados. Del articulo "La transformación del
Ejercito de Estados Unidos" (Tcnl. Hernán Díaz Mardones (Chile) y Tcnl. Rubén
Daniel Palomeque (Argentina), reproducimos algunos de los párrafos siguientes:
(pág. 109)
La visión del Departamento de Defensa, desde un punto de vista global, se puede
sintetizar diciendo que Estados Unidos se encuentra en un proceso de transformación
que consiste en el paso del periodo o era industrial, hacia el de la información
en la era militar, en el cual si bien el estado final de la "Transformación"
no puede ser completamente definido, si se puede determinar con precisión
los prerrequisitos para ella, en particular respecto a la necesidad de
explotar la tecnología de la información para reformar las practicas en
los asuntos de defensa y crear una nueva combinación de
capacidades, conceptos operativos, sistemas de relación organizacional y regímenes
de educación y entrenamiento.
(pág. 112)
Transformando la forma de combatir: Esta constituye la bisagra en el
desarrollo de futuros conceptos de la guerra conjunta e incluye un
amplio rango de las áreas referidas a las capacidades de apoyo militar.
Doctrina, organización, entrenamiento, materiales, liderazgo, educación,
personal, y otras.
(pág. 114)
El marco de la transformación del Ejercito esta conformado por la interacción
de la constante evolución de capacidades entre la Fuerza Actual y
la Fuerza Futura. La actual Fuerza es el Ejercito
Operativo de hoy, entrenado y equipado para conducir operaciones
como parte de la actual Fuerza Conjunta, la Fuerza Futura es la fuerza
operativa que el Ejército continuamente busca llegar a ser.
Mientras el
Ejército desarrolla la Fuerza Futura, simultáneamente acelera la selección
de las capacidades de dicha fuerza para mejorar la actual; la que a su
vez le permite obtener probada y cierta retroalimentación de esas capacidades a
fin de integrarlas en su Fuerza Futura.
Además, es necesario mencionar, existe
un tema nuevo que esta vinculado con el espíritu militar y no en sus accionar técnico,
que es la formación de ejércitos internacionales, en los cuales el tema de
Patria queda superado por el de misión con un fin determinado, que tiene que
ser contemplado de una manera distinta a la tradicional para encontrar una razón
para la vocación especifica castrense. Esta tema no es menor y se esta
presentando en algunos de los ejércitos europeos, donde el concepto
"global" de los norteamericanos no existe y si el de la región o país.
Pero, evidentemente, cuando los objetivos de las misiones tienen efecto en sus
respectivas naciones, ello se revaloriza y adquiere nueva, pero quizás
diferente, vigencia.
El tema militar o la defensa y seguridad de la sociedad, en tiempo de paz o
aparente imposibilidad de agresión, no es tratado, para que ello no conlleve el
despertar de opiniones y conflictos, generalmente, mas ideológicos que técnicos,
pero, conscientemente, se comete un error que puede ser pagado cruelmente ante
efectos y consecuencias imposible de determinar. Si, por razones económicas coyunturales
o restricciones practicas políticas, la cuestión es silenciada, los que así lo
hacen son ingenuos o bien embozados enemigos que, al hacerlo, en verdad, están
llevando el problema a una dimensión que puede llegar a ser indominable.
El Mundo del Siglo XXI, impulsado por la evolución tecnológica, cuya matriz
esta en la cibernética, actuara en un escenario de unidad y colaboración
espectacular, sin embargo, las naciones prudentes, que saben del dolor de las
conflagraciones del pasado, mantienen sus ejércitos, claro esta que "transformándolos"
para que tengan idéntica esencia con una nueva presencia conforme a los
tiempos. Este es pues nuestro desafío.
Notas:
(1) Conforme
el artículo 43 punto 1 del Protocolo adicional a las >Convenciones de
Ginebra del 12 de agosto de 1949, vigentes a partir del 1 de marzo de 1994 se
define:
"Las
fuerzas armadas de un país en conflicto se componen de todas las fuerzas, grupos
y unidades armadas y organizadas, colocadas bajo un mando responsable de
la conducción de sus subordinados ante esa parte aun cuando esta este
representada por los gobiernos o por una autoridad no reconocida por la Parte
adversa. Tales fuerzas armadas deberán estar sometidas a un régimen
de disciplina interno que haga cumplir, inter alia, las normas del derecho
internacional aplicadas en los conflictos armados.
(2) Este
ensayo no tiende a sentar doctrina militar para el futuro, sino, simplemente,
valorizar la actividad, concebida desde sus orígenes como un servicio social,
pero proyectada con mas fuerza para el mañana como un sustento de evolución
general en la cual el militar fue, es y será el "brazo armado"
de la Patria
(3)
Transformar no es adaptar o modernizar sino es la acción o procedimiento
por el cual se modifica, altera o cambia manteniendo la identidad.
(4)
Relaciones cívico militares (Dr. Miguel Ángel Navarro Meza) "La
Revista Nro. 546 pág. 5: "La primera idea que hay que tener
presente es la circunstancia de que las fuerzas siguen siendo un
instrumento valido y que bajo este pinto de vista, los Estados, si bien pueden
renunciar al uso agresivo de las fuerzas armadas, ciertamente no pueden hacerlo
desde el punto de vista defensivo" pag.6: Las FFAA constituyen el elemento
central que permite a los Estados existir en la comunidad internacional
como entidades políticas independientes y soberanas, es decir, capaces de
generar sus propias políticas, si como dictar y aplicar sus
propias normas en sus territorios.
(4)
"La revolución en los asuntos militares" (www.afcea.org.ar)
(6) Guerra Asimétrica (Cap. Gonzalo Martin Ramírez) "La Revista Nro.
546 pág. 31: …Los ataques son descriptos como: químicos, biológicos,
nucleares limitados, terroristas, o informático…”
(7) En los
Estados Unidos de América ya se ha creado la "Fuerza cibernética"
para el estudio, organización y acción militar utilizando medios y
procedimientos basados en la cibernética. Esta fuerza actúa independientemente,
por ahora, de las convencionales de tierra (Ejercito), agua (Marina) y aire
(Fuerza Aérea) en un nuevo escenario que es el ciberespacio, pero, en las
fuerzas tradicionales se han desarrollado ya elementos basados en los mismos
principios adaptando el armamento analógico que se digitaliza para mejorar su
efectividad y eficiencia. Este mismo proceso eta en marcha en otros países,
como son el caso de Israel y, nuestro vecino, Brasil.
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