En su reflexión televisiva semanal en el
programa “Claves para un Mundo Mejor”
(América TV), Mons. HÉCTOR AGUER, Arzobispo de La Plata y miembro de la Academia Nacional
de Ciencias Morales y Políticas, se refirió hoy a la verdadera meditación explicando que el notable pensador “el Dr. Viktor Frankl, psiquiatra, creador de la Logoterapia , planteó
que el problema principal del hombre contemporáneo es el vacío existencial”.
“Sostenía que la cuestión fundamental de nuestra cultura
es la pérdida del sentido, el sentido de la vida humana, el sentido de
nuestro origen y de nuestro fin. El Dr.
Frankl planteaba la necesidad de nuestra relación con el fundamento
trascendente, que otorga sentido a todo lo que existe”.
Comentó que “si ese es un
dato de la cultura contemporánea, hay que notar también que existe un dato
paralelo: el intento de escapar por la
tangente –digamos así- y colmar ese vacío…mediante la búsqueda de religiones
alternativas y de una espiritualidad vaga, genérica, que podríamos calificar de
light”. Y añadió que “el
ansia de felicidad del hombre tiene que ver con la colmación de un vacío
existencial” y por eso “se difunde
una especie de religión alternativa, una vaga espiritualidad, sin verdades
dogmáticas, sin preceptos morales, sin culto, sin la referencia a Dios, a
un Dios personal”.
Advirtió que esas “alternativas de la fe y de una
religiosidad digna” adoptan “propuestas pseudo espiritual” con “distintos tipos de prácticas” y que “la más difundida y la más light de
todas es una cierta versión de la meditación que consistiría en una
técnica psicofísica de respiración; con eso ya se llegaría al estado
de plenitud, a ese sentirse bien, que es lo que busca el hombre agitado y
consumista de la gran ciudad, que impone a sus habitantes un ritmo
de vida vertiginoso y que no deja pensar”.
Dijo que “ese ejercicio no conecta con nada ni con
nadie. A no ser con el mismo sujeto. En todo caso consiste en un
mirarse espiritualmente el ombligo, para decirlo de una manera grotesca”, y
explicó que “esa respiración presuntamente
meditativa no tiene nada que ver con la meditación cristiana”.
“La
meditación es un término clásico de la espiritualidad cristiana y esa
realidad es uno de los momentos, el momento clave podríamos decir, en el
camino de la oración” agregando que “el
camino de la oración comienza con la escucha de la Palabra de Dios, con su
lectura hecha con fe. La meditación
consiste en confrontar la Palabra de Dios con la propia vida para dejarse
interpelar por esa Palabra de Dios y para responder a ella con la adhesión de
fe. En ese sentido, la meditación, es el momento clave y central porque nos
encamina a la contemplación”.
“La meditación cristiana no es un camino solipsista, de aislamiento,
alternativo de la pertenencia a la comunidad de los creyentes, a la Iglesia. Tampoco
reemplaza al culto, a los sacramentos, sino que al contrario… No
se trata de un proceso meramente natural, de técnicas físicas o psíquicas, sino
que se vincula íntimamente con nuestra condición de bautizados y con el
crecimiento en nosotros de la gracia de Dios, con el avance en el camino de la
comunión con Dios”, puntualizó Mons.
Héctor Aguer
Afirmó que “la espiritualidad, en sentido cristiano,
no es un fenómeno simplemente natural; tiene que ver con el Espíritu Santo,
con la comunicación a nosotros de la vida de Dios por la gracia y por los dones
del Espíritu Santo. Podemos llamar a
Dios Padre porque tenemos el Espíritu del Padre y del Hijo”.
“Allí
está la verdadera espiritualidad, la fuente de una meditación en serio cuyo
objetivo no es simplemente sentirse bien, ni mirarse uno mismo y adoptarse a
uno mismo como referencia absoluta de la vida, sino entrar en comunión con Dios. Allí,
entonces sí nos encaminamos hacia la recuperación del sentido, la colmación del
vacío existencial. Ese es el camino que no excluye la cruz, pero que nos
orienta a la verdadera felicidad”, culminó.
Adjuntamos el texto completo de la
alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“Un notable pensador del
siglo XX, el Dr. Viktor Frankl, psiquiatra, creador de la Logoterapia , planteó
que el problema principal del hombre contemporáneo, el hombre de su siglo y del
nuestro, es el vacío existencial. Sostenía, por tanto, que la cuestión
fundamental de nuestra cultura es la pérdida del sentido, el sentido de la vida
humana, el sentido de nuestro origen y de nuestro fin. Especialmente el Dr.
Frankl planteaba la necesidad de nuestra relación con el fundamento
trascendente, que otorga sentido a todo lo que existe”.
“Si ese es un dato de la
cultura contemporánea, hay que notar también que existe un dato paralelo: el
intento de escapar por la tangente –digamos así- y de colmar ese vacío, que
sólo puede colmarse con el arraigo en el fundamento sólido y último de
las cosas, mediante la búsqueda de religiones alternativas y de una
espiritualidad vaga, genérica, que podríamos calificar de light”.
“El ideal sería sentirse
bien. El ansia de felicidad del hombre tiene que ver con la colmación de un
vacío existencial, con el hallazgo del verdadero sentido de la vida; no se
reduce al sentirse bien. Para asegurar la percepción subjetiva de
sentirse bien se difunde una especie de religión alternativa, una vaga
espiritualidad, sin verdades dogmáticas, sin preceptos morales, sin culto, sin
la referencia a Dios, a un Dios personal”.
“Como alternativa de la fe
y de una religiosidad digna de ese nombre, esa propuesta pseudo espiritual
adopta distintos tipos de prácticas. La
más difundida y la más light de todas es una cierta versión de la
meditación que consistiría en una técnica psicofísica de respiración; con
eso ya se llegaría al estado de plenitud, a ese sentirse bien, que es lo que
busca el hombre agitado y consumista de la gran ciudad, que impone
a sus habitantes un ritmo de vida vertiginoso y que no deja pensar”.
“En realidad, ese
ejercicio no conecta con nada ni con nadie. A no ser con el mismo sujeto.
En todo caso consiste en un mirarse espiritualmente el ombligo, para
decirlo de una manera grotesca”.
“Además quiero explicar
rápidamente que esa respiración presuntamente meditativa no tiene nada que ver
con la meditación cristiana. Meditación es un término clásico de la
espiritualidad cristiana y esa realidad es uno de los momentos, el
momento clave podríamos decir, en el camino de la oración. El camino de la
oración comienza con la escucha de la Palabra de Dios, con su lectura hecha con
fe, como un medio de la búsqueda de Dios. Muchos cristianos practican
frecuentemente la lectio, una lectura orante de la Palabra de Dios”.
“La meditación consiste en
confrontar la Palabra de Dios con la propia vida para dejarse interpelar por
esa Palabra de Dios y para responder a ella con la adhesión de fe. En ese
sentido, la meditación, es el momento clave y central porque nos encamina a la
contemplación, es decir, a la oración entendida como comunión con Dios, con un
Dios personal que es Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
“La meditación cristiana no
es un camino solipsista, de aislamiento, alternativo de la pertenencia a la
comunidad de los creyentes, a la Iglesia. Tampoco reemplaza al culto, a los
sacramentos, sino que al contrario, la oración y la meditación se
alimentan en los sacramentos de la Iglesia. No se trata de un proceso meramente
natural, de técnicas físicas o psíquicas, sino que se vincula íntimamente con
nuestra condición de bautizados y con el crecimiento en nosotros de la gracia
de Dios, con el avance en el camino de la comunión con Dios”.
“La espiritualidad, en
sentido cristiano, no es un fenómeno simplemente natural; tiene que ver con el
Espíritu Santo, con la comunicación a nosotros de la vida de Dios por la gracia
y por los dones del Espíritu Santo. Es el Espíritu Santo quien nos hace
reconocer a Jesús como Señor, como Dios verdadero, como centro de toda nuestra
vida y el que nos encamina al Padre. De hecho podemos llamar a Dios Padre
porque tenemos el Espíritu del Padre y del Hijo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.