Por el Dr. Cosme
Beccar Varela
Buenos Aires, 06 de Septiembre
del año 2012 - 1124
En estos dos últimos días ha
circulado un rumor por "internet" según el cual el gobierno se
propone anular los pasaportes vigentes y exigir, de aquí en adelante, un
permiso especial para viajar fuera del país.
Creo que esto es un "globo
de ensayo", o sea, el anuncio de una intención política gravísima que se
echa a rodar para ver cómo lo toma la sociedad. Si la reacción es apática y
cobarde, es probable que el "globo de ensayo" se convierta en un
cañonazo.
Es necesario que nos demos cuenta
de lo que esto significa. Es nada más y nada menos que ponernos en la misma
situación de los cubanos bajo la tiranía comunista de los Castro. Seremos
prisioneros del régimen, perderemos la libertad de salir del país que defiende
el art. 14 de la Constitución Nacional y todos quedaremos en una especie de
"prisión preventiva" dentro de la frontera y al alcance de la Policía
política “kirchnerista”.
Eso funcionará como un disuasivo
más para no cumplir el deber patriótico de luchar contra la tiranía
pro-comunista que nos oprime, porque todos sabrán que, en caso de incurrir en
las iras del régimen, la posibilidad de exilarse se convertirá en una riesgosa
aventura.
Es cierto que en el Río de la
Plata no hay tiburones, como en el mar que rodea Cuba, pero cruzarlo no es
tampoco una travesía que se puede hacer a nado. Hay que contar con algún barco
o dispositivo flotante que será difícil de conseguir y lo peor es que, al cabo
de esa aventura en vez de arribar a los EEUU se llegaría a las playas del
Uruguay en donde gobiernan los "tupamaros", aliados naturales del
marxismo “kirchnerista” y donde hay que prever la posibilidad de ser
"extraditado" con alguna excusa penal.
Ya rigen medidas que se acercan
al cierre de la frontera, como la de exigir un permiso de la AFIP para comprar
divisas, única manera de pagar los gastos en el exterior. Y, de hecho, la AFIP
niega ese permiso sistemáticamente. Ahora se agregó el control de los gastos
efectuados mediante tarjeta de crédito y un impuesto del 15% sobre dichos
gastos. Esto es restrictivo y ominoso porque preanuncia la lisa y llana
exigencia de un permiso especial para salir del país.
El Estado “kirchnerista” está
ampliamente controlado por la izquierda. ¿Se imagina cómo será ese trámite?
Enormes colas, enormes demoras, enorme corrupción y enorme incertidumbre acerca
del buen fin de la gestión.
Además, el sólo hecho de que
alguien pida ese permiso, para la mentalidad estatista de los pro-comunistas,
lo convierte a uno en sospechoso de querer escaparse del país o de ser un
millonario disfrazado que elude impuestos, con todos los inconvenientes
ulteriores que eso implica.
Esta amenaza, por ahora etérea,
es tan grave que no puedo dejarnos indiferentes. O reaccionamos con indignación
y energía, o estaremos abriendo paso a que la prohibición de viajar sin un
permiso especial se convierta en una terrible realidad.
Esa restricción es típica del
comunismo. Existe en todos los países sometidos a ese régimen ateo y
antinatural. El muro de Berlín ha sido un drástico símbolo de ese encarcelamiento
de todo un pueblo. Por lo tanto, he ahí una prueba más de que el plan que está
detrás de esta farándula ridícula del “kirchnerismo” es llevar la argentina al
comunismo.
No creo que esa restricción
tiránica sea inminente, pero puede tener por seguro que el "globo de
ensayo" ha sido lanzado y que, de aquí en adelante, los
"cerebros" que conducen al gobierno por detrás de la escena estarán
dedicados a medir la reacción. Si no hay una reacción proporcionada a la
gravedad de la amenaza, ésta se convertirá en un hecho.
Ella afecta también a los
miserables legisladores, jueces y funcionarios que sirven al “kirchnerismo” por
vil conveniencia y no por convicción marxista. Sepan que si caen en desgracia,
ellos tampoco podrán salir del país. Más vale que se opongan ahora antes de que
sea tarde.
Lo grave es que esta no sería una
medida aislada que se puede descartar con el frívolo argumento de que “una
golondrina no hace el verano”. El comunismo también se insinúa en las varias
medidas de estatización de la economía que se están tomando bajo al dirección
de ese aprendiz de Lenin que es Kicillof y en las restricciones a las
importaciones, a la compra de divisas y otros atropellos que comete el matón
Moreno, un resentido social con una carga de odio de clases suficiente como
para ser un eficiente comunista práctico.
Pero la posibilidad de que no se pueda salir del país sin permiso de un
obscuro burócrata al servicio del Estado pre-comunista, es una amenaza personal
a cada uno de nosotros, aunque no tengamos ninguna intención de viajar por el
momento.
Una vez más digo: o nos unimos y
nos organizamos para acabar con la tiranía por todos los medios
constitucionales a nuestro alcance, o la marcha hacia el comunismo continuará
sin pausa hasta que un día nos despertaremos y descubriremos con horror que la argentina
es un país comunista, como Cuba. Y de eso no se vuelve sino por milagro. En ese
momento ya será tarde para lamentarse y se nos podría decir como la madre al
rey moro de Granada que lloraba sobre su ciudad perdida: “No llores como mujer
lo que no supiste defender como hombre.”
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
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