Por el Dr. Cosme Beccar Varela
09 de Noviembre del año 2012 -
1141
"...Vio Jesús la gran
muchedumbre y enterneciéronsele las entrañas porque andaban como ovejas sin
pastor". (S. Marcos 6,34).
Era imposible no acordarse de
esta escena del Evangelio y esta frase de Nuestro Señor Jesucristo cuando me
encontraba en medio de aquella inmensa multitud que ocupaba Buenos Aires. Todos
iban movidos por una misma idea y un mismo sentimiento de Justicia.
Las injusticias en concreto
contra las cuales reclamaban eran varias, pero todas tenía un denominador
común: “este no es un gobierno, es una tiranía que oprime al pueblo y lo
seguirá oprimiendo mientras no sea removida”.
Cada una de esas quejas es un
capítulo de la gran acusación del juicio político que debe deponer a la
usurpadora presidencial, a sus ministros, a los miembros de la Corte Suprema, a
los jueces parciales o venales y demás cómplices del régimen.
Sin embargo, los diputados,
supuestos "representantes del pueblo" pero que no representan sino a
sus partidos ni sirven sino a sus ambiciones espurias, no se dan por enterados.
Aferrados a sus bancas, fuente incesante de satisfacciones personales que nada
tienen que ver con el servicio de la Patria, esperan que pase el embarazoso
momento en que el pueblo se hace presente en las calles para recordarles su
traición, y dentro de pocos días seguirán haciendo lo mismo que hasta ahora o
sea, colaborar por activa o por pasiva con la tiranía.
En cuanto a la usurpadora y los
demás detentores de cargos que la opinión pública acusa de delitos o de
incumplimiento de sus deberes, se ríen cínicamente de la gigantesca protesta
desesperada porque saben que así como la hacen, no tienen posibilidad alguna de
darles a ella y a ellos su merecido.
Tanto más como que cuentan con la
complicidad de la "oposición" en todas sus ramas y con una prensa que
oculta sistemáticamente la verdad.
Inclusive los supuestos diarios
"no oficialistas", como "La Nación" y "Clarín".
Los otros, por supuesto, se regodean contemplando la impotencia de los
sometidos y se gozan en la eficiencia de sus planes, siempre exitosos, para
asaltar el poder, mantenerlo y aumentarlo sin que importe cuántos son los que
se oponen ni cuán numerosas e indignadas son sus protestas.
* * *
Son varias las verdades que
ocultan "La Nación" y "Clarín" y hasta los
"politicólogos" supuestamente opositores. Me niego a aceptar que ese
ocultamiento sea casual ni inocente. No es el momento de analizar por qué lo
hacen pues nos llevaría muy lejos y deberíamos tratar asuntos profundamente
enraizados en la Historia, en las intenciones ocultas, en los compromisos
asumidos por esos mistificadores, en las ideologías que los motivan y en otros
temas que hace rato han sido barridos debajo de las alfombras. Pero no tenga
dudas, estimado lector, que ese silencio es uno de los apoyos decisivos de esta
tiranía, de su continuidad y de su empeoramiento.
* * *
¿Cuales son las verdades que
ocultan? Son muchas pero me limitaré a mencionar algunas:
1) Kirchner usurpó la presidencia mediante un golpe de Estado
"blanco", desde Mayo del 2007 hasta Diciembre del 2007, puesto que su
fraudulento mandato empezó en Mayo del 2003 y debió terminar en Mayo del 2007.
El art. 78 de la Constitución de 1853 (ídem al 91 de la "reforma" de
1994) dice:
"El Presidente de la Nación
cesa en el poder el mismo día en que expira su período de cuatro años, sin que
evento alguno que lo haya interrumpido pueda ser motivo para que se le complete
más tarde".
Kirchner siguió ocupando la Presidencia durante seis meses más y
durante ese tiempo, todos sus decretos fueron nulos, incluyendo la convocatoria
a elecciones de Octubre del 2007 en que impuso a su mujer como candidata. (Para
más datos, le ruego leer el nro. 792 del 7/6/2007 de este periódico).
2) Luego, la Sra. de Kirchner tampoco fue electa
válidamente en Octubre del 2007 ya que, además de la nulidad antedicha de la
convocatoria a elecciones, tanto ella, como su marido el usurpador, quedaron
inhabilitados para ejercer cualquier cargo público por aplicación del art. 36
de la Constitución (versión 1994) que en su parte pertinente dice así:
"Esta Constitución mantendrá
su imperio aún cuando se interrumpiere su observancia por actos de fuerza
contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos actos serán
insanablemente nulos. Sus autores serán pasibles de la sanción prevista en el
art. 29 inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos y excluidos de
los beneficios del indulto y la conmutación de penas."
Para más datos le ruego leer el
nro. 819, del 1/112007 de este periódico.
3) Es falso que la Sra. Kirchner haya ganado la elección
presidencial de Octubre del 2007 con el 54% de los votos emitidos. El cómputo
electrónico de los resultados de esa elección fue predeterminado por un
programa de computación fraudulento que nadie controló ni podía controlar sin
intervención de técnicos independientes antes y durante el proceso, con amplio
acceso a todas las operaciones realizadas y un minucioso estudio del llamado
"código-fuente" usado y un acompañamiento, en tiempo real y en la
misma máquina, de la secuencia de pasos indicada. Nadie sabe si esto se hizo ni
quién lo hizo. Nunca vi publicada declaración alguna de ese momento, de algún
controlador que lo hubiera hecho. Para más detalles, le ruego leer los nros.
1066, del 25 de Octubre del 2011 y 1136, del 16/10/2012 de este periódico.
Sin embargo, ambos diarios y los
"politicólogos opositores" no se cansan de denominar a esa elección
fraudulenta como un "aplastante", "amplísimo" y
"contundente" triunfo. Con eso
sostienen la idea de que este es un gobierno "democrático" y que la
democracia exige su permanencia, pase lo que pase.
4) Hay en el país algunos
argentinos que no están representados por ninguno de los partidos existentes,
ni piensan como los políticos y politicólogos cuyas opiniones monopolizan las
páginas de esos diarios.
Esos argentinos tienen ideas
inteligentes, son cultos, aman sinceramente la Justicia, miran con preocupación
el descalabro nacional y tienen muchas cosas que decir sobre la situación. Esos
argentinos nunca han ocupado cargos públicos porque la "trenza"
políticos-periodistas-editores-empresarios exitosos (por ser amigos del poder)
y hasta jerarcas de la Iglesia, los han mantenido en el ostracismo. Sin
embargo, en la gigantesca marcha de ayer, esos argentinos estaban y a la gente
le hubiera servido mucho saber lo que pensaban.
Una de las manifestantes dijo con
mucha verdad: "Necesitamos alguien que nos hable". Leí con tristeza
esa declaración porque no la oí decir eso y no tuve ocasión de responderle:
"Hay quienes podrían hablarles, con sentido común, en forma sencilla y
contundente, pero la gran prensa los silencia y por eso no los conocen. Pero no
tenga ninguna duda de que si supiera lo que tienen para decir, Ud. se sentiría interpretada y bien
aconsejada y, llegado el caso, bien dirigida en Justicia, para el bienestar y
la libertad."
Sin falsa modestia puedo decir
que yo soy uno de esos argentinos y lo digo porque mi propia experiencia es un
testimonio contra esa "maffia" periodística del silencio.
Hasta hace unos 20 años, "La
Nación" publicaba un artículo mío por mes. Un día me llamó su Secretario
de redacción, Fernán Saguier y me
dijo que mis artículos no interesaban. Sin embargo, yo tenía muchos comentarios
favorables. Después, fueron negando la publicación de mis "cartas de
lectores". Hasta que ahora "La Nación" sólo espera que me muera
para publicar mi nota necrológica (en el caso de que lo hagan, cosa que dudo,
porque si muere alguien que no existe, no hay nota necrológica). Si lo hacen,
tal vez dirá que murió un fanático del catolicismo que militó siempre en eso
que llaman “derecha” y que yo rechazo como denominación...
Ahora bien, en la república
democrática, aún suponiendo que no hubiera fraude (suposición de una ingenuidad
rural penosa), nadie puede llegar a Presidente si los millones de personas que
integran el pueblo, no lo conocen. Y si no llega a Presidente, no puede
enderezar esta marcha hacia la tiranía comunista en que estamos metidos.
Luego silenciando a esos
argentinos de bien, "La Nación" y "Clarín", colaboran con
el “sistema” para mantener esta tiranía que no depende, como tontamente se
cree, de que haya una "re-reelección" de esta Señora sino de que
quienes la conducen se mantengan en el poder.
Y estos tienen varios reemplazos,
algunos peores que otros. Creo que uno de ellos puede ser Kicilloff. Sí, Kicilloff,
el mocoso marxista, parlanchín, descarado, audaz, autoritario. ¿Quién más
indicado que ese para reforzar los eslabones de nuestras cadenas?
5) Por último y refiriéndome a la
heroica marcha de ayer 8 de Noviembre, los diarios supuestamente "no
oficialistas" ocultaron:
a) que los concurrentes fueron
1.000.000 y no 250.000 como dice "La Nación";
b) que había un cartel que
encabezaba la marcha hacia Plaza de Mayo que decía "¡¡¡JUICIO POLÍTICO,
YA!!!;
c) que la cobertura de la TV fue
escasa, aburrida, falsa y lamentable, inclusive la de TN (“Clarín”) que el
13/9/2012 se portó bastante bien (aunque ahora se ve que les apretaron un dedo
para que no haga lo mismo) y
d) que hubo varios actos
diversivos inventados por las patotas kirchneristas cuya intención era ocultar
la gravedad de los motivos de la marcha patriótica que consistieron en murgas villeras provistas de
tambores (cada una tenía por lo menos 10) que batían ritmos de
"cumbia", se paraban en una esquina clave para no dejar avanzar a los
manifestantes e inducían a pobrecitas adolescentes de poco seso a menearse al
ritmo vil, ridiculizando el significado de la marcha. Cada una de esas murgas
estaba custodiada por matones de poderosa musculatura que reprimían cualquier
intento de acallarlas.
* * *
CONCLUSIÓN: La marcha fue un
éxito espectacular en cuanto al número y la buena intención de los
concurrentes. La marcha fue inofensiva para la tiranía, en lo cual fue
auxiliada pérfidamente por la falsa oposición.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
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