Por Carlos Belgrano
Amigos:
Muchos se sienten de parabienes
por el resultado de anoche; no concuerdo con ello. Ya que fue una inmensa marea
humana que aunque comprometida con la Causa Nacional, no atinó a unificar una
consigna monocorde.
El menú de pancartas que observé
fue demasiado amplio, y el pacifismo de los concurrentes también.
Deberemos recordar el 8N como la
mayor aglutinación de Compatriotas en los anales de la historia Argentina, superando
con creces a las mejores épocas de Perón, pero con idéntica e inexplicable carencia
de un objetivo común.
Así de originales somos los
Argentinos.
Desde otro ángulo, lo de ayer se deberá
apuntar como la sepultura simbólica de Mauricio
Macri como potencial candidato presidencial, porque puso al desnudo su desinterés
por atrapar el fenomenal capital político, que tuvo a su disposición, lo que además
acredita quien es en realidad: un soberano pelotu**.
Pero no es el único, ya que esta
etiqueta la podrán utilizar también los radicales y demás gente oligofrénica que
se descuenta, están enderezados en su autodestrucción, vergonzante y ominosa.
He remarcado e insistido antes de
ahora, quizás hasta el hartazgo, que seria ésta otra marcha insustancial y
abstracta, por la ausencia de la esencia catalizadora de todo movimiento de
masas, que se compone de dos principios fundacionales: La Amenaza y el
Liderazgo.
No supimos aprovechar lo que Stalin
denominaba "La autoridad del número".
Es por ello que la chusma del
gobierno, ni siquiera se tomó la molestia de improvisar una contramarcha,
porque no era necesario, toda vez que el tenue calor de la temperatura social,
lo han detectado hace ya tiempo atrás.
Sabedores de la mansedumbre de
nuestra Gente, optaron por permitirnos expresarnos, ya que después de todo, sabían
de antemano que las cosas no se saldrían del cauce de una simple y llana expresión
de deseos.
Soy de la opinión incluso, que la
dicotomía tiene un nuevo formato en nuestra muy curiosa e inteligible sociología.
Una desbordante concentración
popular erigida para denostar a un gobierno, finalmente lo fortalece.
Puesto que si analizamos en
perspectiva las secuelas de este fenómeno, no podremos deducir otra cosa más
que aceptar que los K han salido indemnes de una masiva muestra de repudio.
Cosas como ésta, carecen de
antecedentes analógicos en cualquier otra latitud, salvo en Venezuela, cuyo
derrotero es bastante similar al nuestro.
Descuento que el Lector no tomará
como antojadizo ni descabellado este razonamiento, pero de seguro concitaré
discrepancias con lo que sigue.
Compatriotas, creo que hemos
aprendido la lección: que las cacerolas solo son útiles para cocer alimentos.
Y que la única alternativa de Salvación
Nacional, es armarnos en defensa de la Patria, porque la Presidente se
encuentra atornillada a ese inmerecido sillón de Rivadavia y nadie se encuentra
en aptitud de sucederla.
Tomemos nota de...
LO QUE SE PERDIÓ AYER.
Atentamente Carlos Belgrano.-
lacuchillanacional@yahoo.com
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