El Hospital estaría manejado por una pésima gestión, sumado a una pésima administración del presupuesto asignado. Los directivos habrían presentado sus renuncias. Ya cursaron una nota al ministro de Salud, Alejandro Collia.
El Hospital de Niños de La Plata “Sor María Ludovica” está en pie de guerra: no tienen cirujanos y el personal médico deriva los pacientes al Garrahan, en la ciudad de Buenos Aires; no hay insumos, por lo que no se pueden cubrir las necesidades externas; faltan profesionales en todas las áreas y el edificio “se está cayendo abajo”, según denuncian ante Nova fuentes médicas.
La situación, alarmante, se profundizó en los últimos meses. Este medio pudo confirmar que ya se enviaron notas al ministro de Salud, Alejandro Collia, a la Agremiación Médica Platense y al Colegio de Médicos. De hecho, el director del nosocomio, Reinaldo Reimondi, presentó su renuncia junto a otros de directores asociados, pero todas fueron rechazadas por no ser de carácter “indeclinable”. “Están sobre el escritorio”, señalaron las fuentes en estricto off the record.
Los apremios del Hospital de Niños no difieren de los del resto de las instituciones de salud pública de la ciudad de La Plata. Nova pudo conocer el malestar de los profesionales del Hospital Interzonal General de Agudos “General José de San Martin”, que denuncian irregularidades en la administración, entre otros puntos de un largo temario. “Nosotros tenemos que llevar hasta el papel higiénico”, graficaron.
A su vez, según la nota de la Agencia Nova, en el Hospital San Martín se estarían llevando a cabo abortos, hecho que constituye un delito a la luz del Código Penal, en tanto que no existe el "aborto no punible" en la Argentina como Ley. Tal situación convertiría a dicho nosocomio en una Asociación Ilícita en el marco de la atención de la "salud pública", cuyo objetivo delictivo sería la realización de abortos punibles mediante el encubrimiento del personal de dicho Hospital. Asimismo, la reiteración de abortos en hospitales públicos, y la cantidad de bebés concebidos asesinados, señalarían a su vez la concreción de un plan genocida y un atentado contra la Soberanía Nacional, amenazada por un "invierno demográfico" a muy corto plazo.
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