Por Emilio Nazar
Kasbo
Abogado Especialista en Derechos Humanos UNLZ
La presidente pronunció
pretendiendo que fuese “en off” a algunos mercenarios oficialistas durante un
acto en Rosario: “vamos por todo”. Nadie se explica aún a qué se refería la
Presidente Cristina Fernández Wilhelm con esa frase. En este artículo lo
develamos.
COMO CEAUSESCU
La ambición humana no tiene
límites, siempre pide más. Y si la persona ambiciosa se encuentra además bajo
tratamiento psiquiátrico, puede determinar que todo un país se encuentre sujeto
a la voluntad de una persona desquiciada, obedeciendo lo que no se debe obedecer,
soportando lo que no se debe soportar, incluso los funcionarios más allegados.
La locura de un gobernante puede provocar la máxima obsecuencia de quienes lo
rodean, todo a cambio de conservar un cargo importante, o de continuar con
ciertas prebendas (corrupciones o corruptelas) que tal cargo permite.
Este círculo vicioso, marca una
burbuja aislada de la sociedad, y quienes se encuentran dentro de la burbuja
hasta pueden creerse que los mercenarios seguidores en realidad son los más
férreos defensores de la causa, incluso al límite de dar su vida por el
gobernante. Hacer actos multitudinarios acarreando gente como si fuese ganado,
amenazándolos con quitarles planes sociales o ciertos beneficios si no concurren
a los eventos que se les imponen, puede llevar al error de los convocantes de
creer que todo es “espontáneo”, aunque sean ellos mismos los que contratan
semejante “espontaneidad”.
Hoy, el Gobierno nacional se
autoconsidera identificado a sí mismo con los “derechos humanos” y con la “democracia”,
de modo que ningún otro gobernante podría suplir a los actuales sin afectar la “democracia”
y los “derechos humanos”. De allí su tendencia autocrática a apoderarse “de
todo”, a fin de que “todo” sea “democrático” y respetuoso de los “derechos
humanos”, cuyos voceros y únicos interpretes son los actuales gobernantes
oficialistas. Así, alcanzamos a una “democracia absoluta”, semejante a una “monarquías
absolutas” que consideraban al gobernante por sobre toda la sociedad, pero sin
las limitaciones del Derecho Eterno, del Derecho de la Iglesia, ni del Derecho
Natural. O más bien semejante a las tiranías comunistas que arrasaron con
numerosos países, hasta su desplome como sucediera con la Unión Soviética, o
con el matrimonio Ceausescu en Rumania, en medio de la convulsión social
provocada por los mismos gobernantes, y que estalla en algún momento.
NI SU CUERPO SERÁ SUYO
Algunos piensan que un proyecto
ideológico, que pretende apropiarse de las viviendas y disponer de ellas,
destruir la familia, o fomentador de lo antinatural. Sin embargo, el proyecto
ideológico va mucho más allá. El instrumento de apropiarse “de todo”, es el
Código Civil reformado… pero nadie pensaría jamás que apropiarse “de todo”,
también es apropiarse de Usted.
¿Qué diría Usted si una Ley
dijese que su propio cuerpo tiene un valor “científico”, y que se entiende por
ello que puede ser sujeto de experimentos? ¿O que su cuerpo tiene un valor para
el conjunto de la humanidad, y que por tanto puede ser utilizado en beneficio
de esta? ¿O que su cuerpo tiene un valor social, y que tiene valor para el
conjunto de la sociedad, y por ello la sociedad podría exigírselo? ¿Qué diría
Usted si una Ley estableciera que los derechos sobre su propio cuerpo o sobre
partes de su cuerpo sólo pueden ser disponibles por Usted cuando lo disponga el
Estado, según los valores afectivos, terapéuticos, científicos, humanitarios o
sociales, y según lo dispongan leyes especiales? ¿No le parece que sería una
esclavitud, porque su cuerpo no tendría siquiera valor económico, y Usted mismo
no podría siquiera disponer de él sino cuando el Estado lo aprobara? Pues bien,
precisamente eso dispone el nuevo Código Civil que el oficialismo pretende
imponer. Seguramente Usted no cree lo que acabo de expresar: lo invito a leer
el artículo 17 del Proyecto de Reforma del Código Civil, o los Fundamentos del
Anteproyecto de Código Civil y Comercial (página 543 in fine, II Método – I.
Aspectos vinculados a la elaboración del Anteproyecto, punto 7.6. El cuerpo
humano).
Llega todo a pretender la locura
de una sociedad de “Víctor Frankestein” o a convertir el país en “La isla del
Doctor Moreau”, un completo campo de experimentación en que todos los
habitantes nos convertimos en ratas de laboratorio. La flatulencia cerebral que
tienen nuestros gobernantes en el marote, los lleva a pergeniar semejantes
disparates, propios de una película de ciencia ficción.
DESQUICIADOS MENTALES
El anteproyecto es tan ridículo,
que no incorpora las leyes que están dispersas a un único cuerpo (por ejemplo,
la Ley de Sociedades Comerciales, o la Ley de Propiedad Intelectual), pero a su
vez goza de una pésima técnica legislativa al punto de que le faltan
definiciones aclaratorias, carece cada artículo de interpretación auténtica
consignada en las correspondientes notas, o incluye aspectos procesales muy
detallados, incompatibles con un Código Civil o de Comercio los cuales a la vez son
invasivos de las Provincias en su facultad legislativa.
Un punto central en el
Anteproyecto, es el tratamiento de las personas con trastornos psicológicos
debidos a las causas más diversas, y todo al extremo de eludir la Patria
Potestad y de colocar a los jueces por encima de los padres, deben designar un
curador cuando se trata de un mayor de 13 años de edad (sujeto a la Patria
Potestad). ¿Cómo es que debe designar el Juez obligatoriamente a un curador,
cuando el padre es quien tiene la Patria Potestad, superponiendo así al curador
como delegado del Estado por sobre los mismos progenitores?
El Estado, por tanto, disolverá
los vínculos matrimoniales, sino que también se apoderará no sólo de las cosas,
de los bienes e incluso del propio cuerpo de cada persona que se encuentre en
el país, sino que además el Estado dispondrá de los menores de edad, en tanto
considere que el menor padece una adicción o una alteración mental permanente o
prolongada, de suficiente gravedad. ¿Cuál puede ser la “enfermedad mental”,
cuando se aplica la ideología de género desde la más tierna edad? Simple: que
un menor considere que él es varón porque es varón, o que una niña considere
que es precisamente eso, pues no acepta la posibilidad de ser de un sexo
opuesto al propio… y tal vez el sólo hecho de ser católico “tradicional” ¿O
acaso resulta descabellada esta posibilidad en el marco de un proyecto
descabellado?
PARTIDOCRATÓLATRAS
“Todo” será parte de los “derechos
de incidencia colectiva” (concepto que suple a la propiedad pública), de modo
que todos los bienes y cosas que están en el país, quedarán sujetos a la
colectividad.
¿Y quién determina qué es “incidencia
colectiva”? Pues el Estado. ¿Y quién es el Estado? Pues la Presidente. Estamos sujetos a una manga de desquiciados orates.
Con las correspondientes mayorías
legislativas en las cámaras, y la experiencia de que tanto el oficialismo como
la oposición tienen acuerdos esenciales en el ideario revolucionario comunista
hedonista, tal como lo impone la anticatólica Escuela de Frankfurt. Liberales y socialistas, Mauricio Macri y Ricardo Alfonsín, y en general todos los partidocratólatras comparten el mismo
proyecto de país, así que casi no hay dudas de que si incorporan al Código un
artículo disponiendo que los árboles deben ser plantados con la copa bajo
tierra y las raíces al aire, será aprobado.
Eso sí, por más que hagan fuerza,
ningún hombre podrá amamantar a un niño, porque los varones no amamantan… por
Derecho Natural.
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