IBM predice la capacidad de las computadoras de imitar los sentidos humanos
La compañía presentó su informe anual “Five in Five”, las cinco innovaciones que cambiarán nuestra vida en los próximos cinco años. Los resultados se basan en tendencias de la sociedad y el mercado, y en investigaciones de los Laboratorios IBM a nivel mundial.
Buenos Aires, 20 de diciembre de 2012.- IBM presentó la séptima edición de su serie anual “Five in Five” (#ibm5in5), una lista de innovaciones que tienen el potencial de cambiar la forma en que la gente trabaja, vive y actúa. Este año, la serie abarca las tendencias que serán fundamentales para el desarrollo de la próxima era de la computación, a la que IBM describe como “la era de los sistemas cognitivos”.
La nueva generación de máquinas aprenderá, se adaptará, sentirá y comenzará a experimentar el mundo como realmente es. Las predicciones se concentran en un único elemento para una nueva era: la capacidad de las computadoras de imitar los sentidos humanos a su modo - de ver, oler, tocar, gustar y oír.
· Tacto: podremos tocar a través de un teléfono
· Vista: un pixel valdrá mil palabras
· Oído: las computadoras escucharán lo que realmente importa
· Gusto: papilas gustativas digitales ayudarán a una alimentación más saludable
· Olfato: las computadoras tendrán sentido del olfato
Los sistemas de computación cognitiva nos ayudarán a ver en medio de la complejidad, a mantenernos actualizados con la velocidad de los datos, a tomar decisiones más informadas, a mejorar nuestra salud y estándar de vida, a enriquecer nuestras vidas y a romper todo tipo de barreras, como las de la distancia geográfica, los idiomas y la inaccesibilidad.
Podremos tocar a través de un Smartphone. Sentir el bordado o entramado de una manta hecha por un artesano que vive al otro lado del mundo dejará de ser imposible. Los científicos de IBM están desarrollando aplicaciones para los sectores de comercio y salud que utilizarán tecnologías sensibles a la presión, infrarrojas y táctiles, para simular el tacto. Al emplear las capacidades de vibración del teléfono, cada objeto tendrá un conjunto único de patrones de vibración que representará la experiencia del tacto: patrones cortos y rápidos, o cadenas más largas y fuertes de vibraciones. Por ejemplo, los usos actuales de la tecnología gráfica y táctil en la industria del juego llevan al usuario a un entorno simulado y esta tecnología se volverá omnipresente en nuestras vidas cotidianas. Los teléfonos móviles serán herramientas de interacción natural e intuitiva con el mundo que nos rodea.
Un píxel valdrá mil palabras. Se toman alrededor de 500 mil millones de fotos por año y se cargan 72 horas de video a YouTube por minuto. Las computadoras hoy sólo entienden imágenes por el texto que utilizamos en su etiqueta o título, pero el contenido de la imagen en sí continúa siendo un misterio. En los próximos cinco años, capacidades “como las del cerebro” permitirán a las computadoras analizar características como el color, patrones de textura o información sobre bordes y extraer conocimientos a partir de los medios visuales. Estas capacidades se implementarán en el área de salud para interpretar volúmenes masivos de información médica, como imágenes de resonancias magnéticas, tomografías computadas, rayos X y ultrasonido para captar información adaptada a la medida de una anatomía o patologías en particular.
Las computadoras escucharán lo que realmente importa. Un sistema distribuido de sensores inteligentes detectará elementos del sonido, como la presión, vibraciones y ondas sonoras en diferentes frecuencias. Los sonidos sin procesar serán detectados por sensores, en forma muy similar a como actúa el cerebro humano. Cada vez que se detecten, el sistema extraerá conclusiones sobre la base del conocimiento anterior y la capacidad de reconocer patrones. Por ejemplo, “el lenguaje de los bebés” se entenderá como un idioma y permitirá decir a los padres o médicos lo que los niños tratan de comunicar. Al comprender qué significan los sonidos de los bebés, o cuándo el llanto puede indicar hambre, calor o dolor, un sistema de reconocimiento del habla podría correlacionar los sonidos y balbuceos con otra información sensorial o fisiológica, como el ritmo cardíaco, el pulso y la temperatura. Al aprender sobre las emociones y detectar los estados de ánimo, los sistemas identificarán aspectos de una conversación para ayudarnos a tener diálogos más productivos que mejorarían las interacciones, por ejemplo, con clientes en el call center.
Las computadoras escucharán lo que realmente importa. Un sistema distribuido de sensores inteligentes detectará elementos del sonido, como la presión, vibraciones y ondas sonoras en diferentes frecuencias. Los sonidos sin procesar serán detectados por sensores, en forma muy similar a como actúa el cerebro humano. Cada vez que se detecten, el sistema extraerá conclusiones sobre la base del conocimiento anterior y la capacidad de reconocer patrones. Por ejemplo, “el lenguaje de los bebés” se entenderá como un idioma y permitirá decir a los padres o médicos lo que los niños tratan de comunicar. Al comprender qué significan los sonidos de los bebés, o cuándo el llanto puede indicar hambre, calor o dolor, un sistema de reconocimiento del habla podría correlacionar los sonidos y balbuceos con otra información sensorial o fisiológica, como el ritmo cardíaco, el pulso y la temperatura. Al aprender sobre las emociones y detectar los estados de ánimo, los sistemas identificarán aspectos de una conversación para ayudarnos a tener diálogos más productivos que mejorarían las interacciones, por ejemplo, con clientes en el call center.
Papilas gustativas digitales para una alimentación más sana. Investigadores de IBM están desarrollando un sistema de cómputo que realmente experimenta el sabor, para ser utilizado con chefs, con el objetivo de crear las recetas más sabrosas y novedosas. Descompondrá los ingredientes a nivel molecular y combinará la química de compuestos alimenticios con la psicología que hace que prefiramos ciertos sabores y olores antes que otros. Al comparar esto con millones de recetas, el sistema creará nuevas combinaciones de sabores. Un sistema como este también puede usarse para ayudarnos a comer en forma más saludable, creando combinaciones que nos harán desear más un plato de verduras que una porción de papas fritas. La computadora usará algoritmos para determinar la estructura química de los alimentos y explicar por qué cada persona tiene preferencias por ciertos gustos. En el caso de personas con necesidades dietarias especiales, como personas con diabetes, desarrollaría sabores y recetas para mantener su nivel de azúcar en sangre regulado, pero permitiéndoles satisfacer su deseo de comer cosas dulces.
Las computadoras tendrán sentido del olfato. Diminutos sensores incorporados a las computadoras o los celulares detectarán si el usuario está por contraer un resfriado u otra enfermedad. Mediante el análisis de los olores, biomarcadores y miles de moléculas en la respiración de una persona, los médicos tendrán ayuda para diagnosticar y monitorear asma, diabetes y epilepsia, por ejemplo. Científicos de IBM ya están detectando condiciones ambientales y gases para preservar obras de arte. Esta innovación se empieza a aplicar en el ámbito de la higiene clínica, uno de los mayores retos en la atención sanitaria. Utilizando novedosas redes del tipo malla inalámbrica, los datos sobre diversos productos químicos serán recopilados y medidos por sensores y aprenderán y se adaptarán continuamente a nuevos olores con el tiempo. Por ejemplo, pueden usarse sistemas de cómputo en la agricultura para “oler” o analizar la condición del suelo para los cultivos. En entornos urbanos, esta tecnología monitoreará cuestiones relacionadas con refugios, saneamiento y contaminación, ayudando a las agencias de las ciudades a detectar potenciales problemas.
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