Por Silvio H. Coppola
Se acaba de otorgar el Premio Nobel de la Paz, a la Unión Europea (UE), según lo resolvió para este año la Real Academia de Suecia. Entre los motivos que dieron como justificación para otorgar tan desvalorizado premio, se alega el tiempo que hace que dentro de Europa no hay guerras. O pocas, se podría agregar, pensando en la ex Yugoslavia y otras pequeñas revueltas. Así “...es un reconocimiento a las más de seis décadas de paz y estabilidad en el viejo continente”. Por supuesto, también podríamos agregar que la mayoría de las naciones que integran la Unión Europea, en complicidad con los Estados Unidos, llevaron la guerra fuera del continente, a otros sitios donde los damnificados, no eran europeos y en donde pudieron con impunidad, bombardear desde el aire. Tarea en la que descollaron el Reino Unido y Francia. Y no nos olvidemos, claro, de nuestras Malvinas.
Con el anterior otorgamiento a Barack Obama, líder de las máximas agresiones de estos últimos diez años a países prácticamente indefensos, este hecho no puede llamar la atención, ya que estamos asistiendo a una muestra cabal de política e hipocresía a nivel mundial. Y más si pensamos en anteriores premios, como el otorgado a Teodoro Roosevelt, eficaz director de la política del big strike con relación a los pueblos al sur del Río Grande. Premio desvalorizado, que queda como un insulto para todos aquellos a quienes verdaderamente importa la paz, pero sólo como resultado de la existencia del más importante valor Justicia.
LA PLATA, diciembre 11 de 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.