En la foto: Joseph Goebbels con su esposa Magda, sus seis hijos y el hijo de Magda de un anterior matrimonio,
Harald. Hoy, los descendientes de Harald son algunas de las personas más ricas
de Alemania.
En los días finales de la
Alemania nazi, Joseph Goebbels y su esposa Magda mataron a sus seis hijos con
cianuro en el búnker subterráneo de Hitler y luego ellos se suicidaron. Harald,
hijastro de Goebbels, en aquél entonces era prisionero de guerra en Benghazi-
pero sobrevivió a la guerra, y al igual que su medio hermano Herbert se
convirtió en uno de los empresarios más exitosos de Alemania. Hoy, sus hijos y
otros familiares continúan con vida, muchos de ellos como multimillonarios,
según informa Bloomberg en un extenso artículo.
En 1954, Harald y Herbet
heredaron el negocio de un vasto imperio creado por su padre, Günther Quandt,
construido en gran parte por el suministro de la maquinaria de guerra alemana.
En efecto, a partir de 1940-1945, sus compañías emplearon 50.000 prisioneros de
guerra y trabajadores civiles forzados.
La mayor parte de la riqueza de
la familia ha sido gestionada por los fondos de inversión privados desde 1981,
y ninguno de los descendientes tiene participación activa en el negocio del día
a día de las oficinas.
"Ellos tienen que vivir con
el nombre. Es parte de la historia", dijo Joachim Scholtyseck, el
historiador contratado por la familia para investigar su historia nazi.
Irónicamente, una hija de Harald
se convirtió al judaísmo en Nueva York a los 24 años, después de casarse con el
hijo de un superviviente del campo de concentración.
Günther Quandt (el 28 de julio de
1881 - el 30 de diciembre de 1954) era un industrial alemán nazi que fundó un
Imperio industrial que hoy incluye BMW y Altana (productos químicos). Ocho de
entre los cien de alemanes más ricos actuales son sus descendientes.
Sus dos hijos que lo sucedieron,
Herbert y Harald, administraron su herencia de modo conjunto, aunque Harald
Quandt se concentró en las plantas industriales Karlsruhe Augsburg AG (IWKA)
que estuvo implicado en la ingeniería mecánica y la fabricación de armas,
mientras Herbert Quandt manejó las inversiones en AFA/VARTA, Daimler-Benz y
BMW.
Cinco hermanas que son nietas de
Magda Goebbels, hijas de Harald, poseen gran parte del imperio familiar, de más
de 20.000 millones de euros. Las inversiones abarcan gigantescos consorcios
como BMW, Milupa o Varta, propiedades inmobiliarias y un sinfín de empresas
repartidas en el mundo entero. Cuatro generaciones han bastado para que entre
los 100 alemanes más ricos nada menos que ocho lleven el apellido Quandt. De las hermanas, es Colleen-Bettina
quien se convirtió al judaísmo, afectada por la muerte de su padre
cuando tenía cinco años y de su madre a los 16, por lo cual buscó refugio en el
credo judío.
El patrimonio de la tercera y
última mujer de Herbert Quandt y de sus dos hijos es 10 veces mayor que el de
sus cinco primas. De hecho, Stefan Quandt está considerado el soltero más
codiciado de Alemania. Junto con su hermana Susanne Klatten (de soltera Quandt)
y su madre, Johanna, poseen casi un 50% de las acciones de la casa automotriz
BMW. A sus 35 años este economista sigue pensando en ampliar el consorcio.
No entiendo el sentido de esta nota.
ResponderEliminar¿Cuál es el problema o la gravedad de que descendientes de jerarcas nazis hoy sean millonarios?
¿O es que no hay acaso decenas de multimillonarios descendientes de aquellos que lucraron con armas y cosas menos sanctas en la guerra ya sean alemanes, judíos, estadounidenses, rusos, britanicos o lo que sea.?
Realmente me gustaría saber cual es el objetivo de la nota. No alcanzo a verlo.
A menos que el la idea sea que como son descendientes de un criminal de guerra deberían ser perseguidos por todas las generaciones.
Es una nota cuya fuente se encuentra en inglés, completada con otros datos obtenidos de Internet. Seguramente verán la nota en otros medios próximamente. Ninguno de los mencionados herederos es señalado como autor de hecho alguno. Se trata simplemente de una referencia actual e histórica.
ResponderEliminarEs parte del revisionismo histórico.