En la foto: El General Jorge Rafael Videla también fue ovacionado durante su gobierno por las multitudes en la Plaza de Mayo, las mismas multitudes que luego lo repudiarían.
Por Emilio Nazar
Kasbo
El ex Presidente de la Argentina,
General Jorge Rafael Videla,
concedió una entrevista a la revista española Cambio16 de fecha 25 de marzo de
2013, de la cual desmintió luego los contenidos principales. Sin embargo, hay
conceptos que los reconozca o no, son válidos, y los reproduciré en la presente
nota, haciéndolos propios. Las citas de dicha publicación se realizan en cursiva.
PRISIONEROS DE GUERRA
Efectivamente, “la Argentina soporta hoy una nueva guerra
sin hacer uso de la violencia física tal cual lo propone Gramsci, tomando a las
instituciones como rehenes y desacreditando a los principios y valores que les
dieron origen y razón de ser; con ello podemos decir que la República ha “desaparecido”
a fin de ser reemplazada paulatinamente por un sistema ajeno a nuestro
tradicional estilo de vida” (pág. 12)
Esta guerra es llevada a cabo no
con armas, sino con el uso de las instituciones, entre las que se cuentan
también los medios de comunicación, elementos que se convierten en el factor de
difusión ideológica (cuasi-educativa) sobre la población. Las personas, en su
mayoría, aceptan todo lo que dicen los medios de difusión sin el menor
análisis, otorgando credibilidad a toda noticia, de modo que se convierten en
rehenes del pensamiento difundido.
Una vez alcanzado el poder, ya en
el gobierno, el gramsciano utiliza a su antojo las instituciones, elimina todo
tipo de contralor interno o externo, y las manipula a discreción, de modo de
alcanzar el control absoluto de todo. Habiendo alcanzado el poder, no lo
abandonará, recurriendo a fraudes de todo tipo para lograr su propósito. El poder,
convertido en un fin en sí mismo, es el que da razón y sentido a tal gobierno.
La República, con la división de
funciones del poder, desaparece ante tales manipulaciones, convirtiéndose en
una mera ilusión, una apariencia.
Así, la guerra no es llevada a
cabo mediante armas y fusiles, sino mediante las mismas instituciones. De ahí
que un preso por razones “políticas”, en realidad sea un “prisionero de guerra”.
En este marco, se debe calificar
a quienes se consideran “presos políticos” en realidad como “prisioneros de
guerra”, que deben ser protegidos por las disposiciones nacionales e
internacionales en la materia, en particular la Convención de Ginebra. Estos
prisioneros de guerra tienen la función para el gobierno de mantener “vivo” el
pasado al cual vilipendian, como modo de presentar un falso “progreso” a la
sociedad como contraste.
EN DEFENSA DE LAS INSTITUCIONES
Principalmente, el desmentido del
General Videla es del siguiente
texto:
“¿Qué les diría a sus compañeros de armas que sufren presidio hoy?
Que así como el prisionero de guerra, desde el primer momento de su
detención, debe planificar su escape, el preso político debe aceptar su prisión
como un acto de servicio, llevando la lucha al campo de la política con
actitudes testimoniales.
No obstante, también quiero recordarle a cada uno de ellos,
principalmente los más jóvenes, que hoy promedian las edades de 58 a 68 años,
que aún están en aptitud física de combatir, que en caso de continuar sosteniéndose
este injusto encarcelamiento y denostación de los valores básicos, ameriten el
deber de armarse en defensa de las instituciones básicas de la República, hoy
avasalladas por este régimen kirchnerista encabezado por la presidente Cristina
y sus secuaces que, medrando con la sangre de los otrora mal llamados jóvenes
idealistas (Montoneros), continúan hundiendo a la Patria en el abismo
anacrónico del marxismo.
Asimismo barrunto que de perpetuarse el gobierno actual en el poder, ya
sea merced a una reforma constitucional o por la fuerza, en la estólida senda
de trocar nuestro sistema representativo, republicano y federal por un
fracasado comunismo a la cubana, nuevamente serán las Fuerzas Armadas y de
Seguridad que junto a su pueblo del cual provienen, impedirán por imperio de lo
normado en la Constitución Argentina, según el artículo 36 cuarto párrafo: “Todos
los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los
actos de fuerza enunciados en este artículo, a saber: Contra el orden
institucional y el sistema democrático” (pág. 13 y 14).
En primer lugar, es público que
las Fuerzas Armadas y de Seguridad han sido desmanteladas, y que sus mejores
miembros han sido expulsados, por uno u otro motivo. Por ello, las verdaderas
Fuerzas Armadas y de Seguridad están constituidas por los Retirados en
particular, y en segundo lugar por quienes están en actividad. Es claro que el
artículo 36 párrafo 4 de la Constitución debe ser llevado a cabo por las
Fuerzas Armadas y de Seguridad, acompañadas jerárquicamente por la población.
No hay otro modo de desarrollar el “derecho de resistencia”.
La misma Constitución es la que
manda deponer a un Gobierno y a todos sus funcionarios, agravado todo ello en casos
de corrupción. Es claro que si un régimen atenta contra el Bien Común, y además
busca perpetuarse para la continuidad de sus acciones, el mismo debe ser
depuesto. Los “cacerolazos” anárquicos no resultan suficientes, al parecer,
para hacer sentir la voz de la gente y que los funcionarios abandonen sus
cargos ante tal reclamo, por más multitudinario que fuese (como sucedió en el
mes de noviembre de 2012). Por lo tanto, lo que se promueve no es un atentado a
la Ley Fundamental del país, sino el
cumplimiento de la misma Constitución cuando ella ordena deponer a un Gobierno.
La Constitución también dice en
el párrafo quinto del art. 36 que: “Atentará asimismo contra el sistema
democrático quien incurriere en grave delito doloso contra el Estado que
conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes
determinen para ocupar cargos o empleos públicos”. Con el escandalete de Madres
de Plaza de Mayo y los hermanos Schocklender, que mediante la gestión del
Canciller Héctor Timerman
internacionalizó la corrupción utilizando a las Embajadas y Consulados de
vidrieras en el exterior de “Sueños Compartidos”, sería suficiente para
acreditar que el Gobierno entero es un atentado al sistema democrático.
¿HACIA DÓNDE IR?
Si un movimiento tal se diera,
implicaría que un grupo de militares desplazaría al Gobierno en cuestión. Su
acto debería ser de mero desplazamiento y de gestión interina, para entregar ordenadamente
el poder a quien gestionara la salida de la situación política creada. Y esa es la oportunidad de implementar el modelo argentino de proyecto nacional.
Sin embargo, debiera plantearse
de forma inmediata el establecimiento de una nueva Constitución que otorgara
fuerza a una Monarquía Corporativista, o a una República Corporativista, en que
se busque el Bien Común mediante la organización de los trabajadores en una
dimensión política. ¿Podría coexistir una especie de Monarquía Constitucional
con un régimen Republicano Corporativista en la Argentina? ¿Por qué no? ¿Por
qué no se podrían reestablecer los títulos de nobleza y las jerarquías en el
país?
Es decir, debería realizarse una
Restauración de los principios y virtudes más profundos de la Patria, empezando
por su origen, raíz y esencia. Erradicar la partidocracia es una cuestión
prioritaria, y debe ser suplida por la elección dentro de los gremios y
colegios profesionales de los más aptos, en un nuevo sistema que permita la
elección entre pares del mejor de ellos, votando siempre entre conocidos y
jamás a desconocidos (como hoy sucede con las listas partidarias).
La Constitución ORDENA que sean
depuestos los gobiernos corruptos, pero cuando la corrupción llega hasta el
mismo sistema electoral, la vía partidaria se hallará indudablemente vedada,
pues siempre habrá sólo un ganador: el oficialismo que manipula el
procedimiento electoral. En este supuesto, la vía partidocrática sería una
vuelta a lo mismo una y otra vez. Por ello, el único camino posible en un
supuesto semejante, es la Restauración de la Patria, en el sentido que antes se
mencionó.
Ustedes le tienen miedo al pueblo. Por esa razón nunca van a entenderlo. Ustedes están convencidos de su "mision divina" y por esa razón el pueblo en su conjunto más allá de mentirosos y ciegos que no quieren ver la realidad que gracias a Dios son cada vez menos los seguirán repudiando y encarcelado por sus delitos de lesa humanidad y de sedición ya que su supuesta cruzada a favor de la democracia no es más que una lucha contra el pueblo y a favor de los intereses extranjeros que quieren un pueblo pobre y sumiso.
ResponderEliminarDeberían tener vergüenza y dejar de hablar de una Constitución y un pueblo al que se han encargado de masacrar y hundir en la peor de sus miserias
PREGUNTAS:
ResponderEliminar1- ¿Usted sabe que el pueblo ovacionó a Videla en la Plaza de Mayo durante el Mundial de 1978? (es decir... ¿lo habrán considerado "buenos"?)
2- El artículo precisamente indica que el gobierno debe ser DE LOS TRABAJADORES Y CIUDADANOS, no entiendo de qué "miedo al pueblo" habla. ¿al "pueblo" que ovacionó a Videla, a Perón, a Galtieri, a Alfonsín, a Menem o a Kirchner?
3- Toda persona tiene una "misión divina", según los católicos. Usted también. Cada cual puede respetarla o desobedecerla, asumiendo sus consecuencias.
4- Usted ha tenido una mala lectura del artículo, por lo que veo, ya que en el mismo no se reivindica ningún delito de lesa humanidad y sedición (ni de los militares, ni de los terroristas militarizados de la década de 1970 o de La Tablada). El artículo es una opinión personal y sólo representa a su autor. Ante cualquier duda, efectúe la denuncia penal que considere.
5- Hay una continuidad de corrupciones, una tras otra, de tipo gubernamental. Y esto viene en complicidades desde Martínez de Hoz en adelante. Y por esta vía no acabará, ya que la corrupción (que principalmente abarca el degeneramiento social, que eso es corrupción), se encuentra contemplada en la misma Constitución Nacional, que impone el DEBER DE DEPONER A LAS AUTORIDADES (SÍ, LA MISMA CONSTITUCIÓN NACIONAL LO ORDENA).
6- El artículo tiene en vista el Bien Común, y por eso mal puede hablar de "masacrar y hundir en la peor de sus miserias" al "pueblo", ya que precisamente la nota sostiene lo contrario.
7- Precisamente, el artículo pretende una opinión sobre el modo en que se puede salir del círculo vicioso en que se encuentra encerrada la Argentina.
ANTE CUALQUIER DUDA, AGRADECERÉ RESPONDA PUNTO POR PUNTO ESTOS PLANTEAMIENTOS. Y SI TIENE MÁS DUDAS, PUEDE HACER SU DENUNCIA PENAL, QUE CON GUSTO DARÉ EXPLICACIONES DEL CASO ANTE QUIEN CORRESPONDA. A VER SI LA CONSTITUCIÓN DICE O NO LO AFIRMADO EN EL ARTÍCULO.