Por Cosme Beccar Varela
Buenos
Aires, 08 de Mayo del año 2013 - 1160
INTRODUCCIÓN:
He recibido una carta que me permite poner los puntos sobre las “íes” respecto
a una injusta acusación acerca de la situación de los militares. Por eso la
publico, junto con mi respuesta, como una contribución histórica, sobre todo
para beneficio de los más jóvenes que no vivieron esos momentos.
Cosme
Beccar Varela
2/5/2013
Sr.
Cosme Beccar Varela
Nro.
1158. "Una cosa es el patriotismo..."
Todo
bien salvo:
Que
a los militares, no son “super hombres”, solo algunos alcanzan la categoría de
“héroes”,
Por
lo tanto el “sector militar de la sociedad” que se jugó en su momento contra
las acciones disolventes de la Patria y logró impedir el acceso al marxismo al
poder, terminado el peligro y cuando el resto de la sociedad debió defenderlos,
no lo hizo. Finalmente terminaron solos y desahuciados
Ahora
toda la sociedad está pagando su inconsecuencia
El
primer paso para que la Patria no sucumba, es la reivindicación de sus FFAA,
sino el resto son puras declaraciones “pur la galeri”
Armando
Valiente
CONTESTACIÓN
8/5/2013
Estimado
Sr. Valiente:
Agradezco
su carta del 2 de Mayo. En ella repite un argumento que he leído y oído varias
veces sin poder contestarlo para no ofender. Le agradezco la oportunidad que me
da de decir lo que pienso sobre el asunto en un contexto puramente intelectual,
sin que nadie pueda sentirse ofendido.
Yo
tenía 38 años en 1976 y seguía paso a paso la situación nacional así que soy
testigo ocular de lo ocurrido. No me lo contó nadie. Y lo que ocurrió fue lo
siguiente:
1)
Los militares, con Lanusse a la cabeza, negociaron con Perón su nefasto regreso
a la Argentina en 1973. Hicieron una parodia de pacto con él, de cinco puntos,
para impedir "el regreso al pasado". Pero ese pacto duró exactamente
lo que se tardó en ponerle la banda presidencial a Cámpora (otorgada por medio
de un fraude pergeñado por Lanusse), o sea, nada.
De
la Casa Rosada misma salieron los facinerosos a liberar a sus compañeros
terroristas, debidamente condenados por sus crímenes por un Tribunal de jueces
penales y en el camino escupieron a los uniformados que encontraban a su paso.
Era
evidente lo que se venía, pero los militares de ese entonces no movieron un
dedo para impedirlo, ni, por supuesto, hicieron valer el "pacto"
firmado.
2)
Perón hizo renunciar a Cámpora y se puso él de candidato, con su
"pareja" "Isabelita" como vicepresidente. Ésta quedó como
Presidente por la muerte de Perón. Su gobierno, como era de prever, fue un
desastre. Ella nombró a Videla Comandante en Jefe del Ejército, salteando al
general Elía, que era el más antiguo. O sea, Videla era de la confianza de los
peronistas.
Isabelita
se quería ir, pero los militares no la dejaron. Dos veces se declaró enferma,
se tomó dos largas licencias y quiso renunciar dejando a Luder como Presidente,
un peronista "moderado", si cabe el término. Pero no lo permitieron.
Querían que todo se pudriera para tomar el poder.
El
Brigadier Cappellini se sublevó en Diciembre de 1975 pero fue reprimido por
Videla porque no era lo que estaba planeado. En Marzo de 1976 hubo un ataque
guerrillero sospechosamente disparatado contra el cuartel "Viejobueno"
del Ejército, ubicado en el camino entre Buenos Aires y La Plata de gran
circulación civil. Fue fácilmente vencido, con detalles que omito para no
alargar esta historia, que hacen todo el asunto todavía más sospechoso de haber
sido una "operación de inteligencia", de no sé qué
"inteligentes".
Inmediatamente
después Videla dio el golpe de 1976 y durante siete años los militares hicieron
lo que quisieron, combatiendo el terrorismo mediante un sistema obviamente
reñido con las normas morales. No era una "guerra", era una represión
justa y debida que debió hacerse moral y legalmente, pero se hizo de otra
manera, alegando que en la guerra "vale todo".
(Pero
es falso que los militares hayan cometido delitos y sobre todo es falso que no
sea válida la amnistía declarada por ley en tiempos de Alfonsin y de Menem. De
manera que TODOS los secuestrados políticos que hoy yacen en las mazmorras de
la tiranía deben ser liberados de inmediato.)
Era
evidente que con eso estaban entregando a la izquierda argumentos poderosos
para acabar con las FFAA cuando el gobierno militar terminara, como era
inevitable que terminara. Inclusive se lo dije en esos tiempos a los pocos
militares que quisieron oírme y le estoy eternamente agradecido al Gral. Suarez
Mason por haberme oído y haberle salvado la vida a un amigo mío de la TFP
secuestrado en forma artera para torturarlo y sacarle declaraciones que les
permitieran acabar conmigo.
Videla
y Cia. usaron el poder como se les dió la gana, con el apoyo de un grupo de
"Chicago boys" encabezados por Martinez de Hoz, que destruyeron la
economía tradicional del país e iniciaron el espiral siniestro de la deuda
extranjera. A los demás civiles,
anticomunistas, patriotas y deseosos de que cambiara el monopolio de la
"dirigencia" corrupta peronista-radical, nos ignoraron totalmente.
Jamás les importó un bledo lo que opinara la sociedad civil. Sólo consultaban a
algunos clérigos que les confortaban en su acción disparatada.
3)
Los únicos que les pidieron que dieran el golpe fueron los políticos, entre
ellos Balbín, radical. Y ellos le entregaron el poder a los radicales, a
Alfonsín, izquierdista e iniciador de la demolición de las FFAA.
La
sociedad civil estaba aterrorizada por los crímenes de la guerrilla y exigía su
represión, pero eso no implicaba la toma del poder como lo hizo Videla. Había
un decreto del gobierno peronista que les mandaba "aniquilar" la
guerrilla. Eso lo hicieron de una manera que siempre me pareció insuficiente y
extraña.
4)
Es falso que “sector militar de la sociedad se jugó en su momento contra las
acciones disolventes de la Patria y logró impedir el acceso al marxismo al
poder, terminado el peligro y cuando el resto de la sociedad debió defenderlos,
no lo hizo. Finalmente terminaron solos y desahuciados."
La
guerrilla nunca tuvo ni la más remota posibilidad de tomar el poder. Eran
simples “perejiles” asesinos mandados al frente por una cúpula comunista que
tenía otros planes, probablemente los que después se llevaron a cabo por medio
de la torpeza de Videla y Cia.
Era
el deber de las FFAA reprimir la guerrilla. Los civiles no teníamos armas, ni
organización, ni la facultad legal de hacerlo. Si a causa del pésimo
"sistema" con que lo hicieron y a causa de la imprudentísima entrega
del poder a Alfonsín fueron destruidas las FFAA, sólo a Videla y a los otros
jefes puede atribuirse. Es injusto decir que "el resto de la sociedad
debió defenderlos y no lo hizo. Finalmente terminaron solos y
desahuciados."
La
sociedad civil fue una "convidada de piedra" durante el gobierno
militar, durante la entrega del poder a los políticos peronistas y radicales y
durante lo que se hizo después contra las FFAA, hoy desaparecidas. No me olvido
de cada uno de esos momentos de impotencia en que los mismos militares nos
pusieron.
Tampoco
es verdad que ahora están "solos y desahuciados" porque si se toma el
trabajo de ver todo lo que hago desde este periódico, entre otras cosas, para
reclamar la liberación de los secuestrados políticos, la mayoría militares, y
lo que hace la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, más
muchos otros civiles, para conseguir su libertad, verá que lo que dice es
falso.
5)
Nunca he dejado de reclamar, desde 1983 hasta la fecha, la restauración de las
FFAA. Si han sido aniquiladas es porque los mismos militares, otra vez, han
dejado que se las aniquilara. Y ellos son los únicos que tienen el monopolio de
las armas de manera que no hay manera de defenderlos si ellos no se defienden,
es decir, si ellos no defienden, como es su deber, la Constitución que exige la
existencia de las FFAA.
Cabe
agregar que hay más o menos 60.000 militares retirados que podrían haber
formado el núcleo de una acción civil de resistencia y sus organizaciones se
han negado siempre, a pesar de haber sido invitados por mí, entre otros, a que
lo hicieran.
Creo
que es hora de que terminemos con esta "patriotería" descolocada de
exaltar a los militares y de denigrar a los patriotas civiles. Nadie debe
echarle la culpa a nadie. Todos somos responsables de no acabar con esta
tiranía.
Le
saluda cordialmente
Cosme Beccar Varela
e-mail:
correo@labotellaalmar.com
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