Por Carlos Belgrano.
Amigos:
En 1987, cuando De la Sota, no
tenía ni para comprarse calzoncillos zurcidos, el golosinero Fulvio Pagani y el
metalúrgico Piero Astori, decidieron financiar al buhonero hombre del
entretejido.
Para ello, hicieron "una
vaquita" entre ambos y le arrimaron un millón de dólares, para que el
protegido de ambos: Domingo Felipe Cavallo, que les había licuado todo lo que
adeudaban al exterior en 1982, cuando era Presidente del Banco Central,
encabezara la lista de candidatos a diputados nacionales por la Provincia de Córdoba.
Y fue así que "mingo"
debuto como legislador, para cooptar al peronismo, desde la economía.
Desde su banca, se fue arrimando más
y más al "turco", hasta adentrarse en lo profundo de sus sábanas.
Luego vendrían premios más
jugosos, como la cancillería y la mismísima autoría intelectual de la
convertibilidad, respondiendo así a las directivas que le enviaban desde
Washington, David Rockefeller y Henry Kissinger.
Con el apoyo irrestricto de
Menem, haría germinar el concepto de la economía de servicios en reemplazo de
la productiva y el resto de las recetas, que por aquellos años, pregonaban sus
otros Patrones del Fondo Monetario Internacional.
En otras palabras, este Cavallo, sería
el mecenas de la dolarización que se emparentaría de consuno a la desindustrialización,
con más las privatizaciones de los servicios públicos, fueran deficitarios como
los ferroviarios o superavitarios como los telefónicos, gasíferos, hídricos,
petroleros y metalúrgicos -léase Entel, Gas del Estado, Obras Sanitarias,
Yacimientos Petrolíferos Fiscales y Somisa- que fueron los auríferos cotos de
caza de los aventureros e inescrupulosos corsarios franceses, italianos y españoles
particularmente.
Que recibieron empresas
estatales, convenientemente capitalizadas y sobre todo muy demandadas y oligopólicas,
con usuarios que se multiplicaban sin esfuerzo alguno.
Aumentando nuestro gran y
tradicional infortunio, este Cavallo, a diferencia de lo que hicieron los
chilenos, en la misma época y con idénticos interlocutores, no les puso como condición
resolutoria a estos corsarios europeos, la imposibilidad de repatriar ganancias
por un mínimo de diez años.
De esa ecuación, obtuvimos como
resultante, que los trasandinos lograron que se reinvirtieran en su mercado
accionario más de doscientos mil millones de dólares, en ese decenio y creciera
a niveles que ni ellos mismos imaginaron, aumentando el bienestar y la
prosperidad de su país.
Y nosotros, que prácticamente esa
misma cantidad, la exportaran estos piratas a sus casas matrices, privando a la
Nación de esa vital inyección dineraria a nuestros propios mercados.
En esta oportunidad, Cavallo no
necesita requerir de algún mecenas, porque es inmensamente rico.
Y por ello, para asegurarse por algún
tiempo la impunidad de los fueros parlamentarios, en procura de evitar la pérdida
de su libertad ambulatoria, que podría acarrearle una inexorable condena de
cumplimiento efectivo, por sus múltiples desfalcos a la dignidad de la Patria,
reitere lo que por él hicieron, oportunamente, sus benefactores de la Fundación
Mediterránea y le solvente a Rodríguez Saa, una suma similar, para que lo suba
al colectivo de esos impresentables de la "temible y estoica oposición".
De esa forma, veremos como el
primer gran consejero de Néstor, para que le birlase a los santacruceños su
dinero de los bonos de YPF, y que además fue su personal trainer en el
perfeccionamiento de las defraudaciones al Fisco, finalmente vuelva a ocupar
una banca.
Por lo antedicho, estimado
Lector, anímese y
PONGA UN MILLON DE DOLARES Y SEA DIPUTADO NACIONAL.
Atentamente Carlos Belgrano.-
lacuchillanacional808@gmail.com
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