Por Emilio Nazar Kasbo
Jeremías 1, 5
Teniendo como fuente la nota de Lucía Alvarez, publicada por Tiempo / Infonews, reescribo la misma, pero desde otro punto de vista.
Un grupo católico y nacionalista se autoconvocó frente al Palais de Glace, repudió una exposición que busca hacer apología del delito sobre el tema del aborto.
Fue ejecutado el Himno Nacional, mientras las banderas flameaban ante las puertas del Palais de Glace de Capital Federal. Aproximadamente medio centenar de nacionalistas aguardaron el momento preciso, algunos con rostros cubiertos por capuchas y pañuelos, y toman sus crucifijos. Si hubiesen sido "piqueteros", el sistema los habría ponderado favorablemente, pero eran nacionalistas, y por eso el sistema los vitupera. Al grito de "asesinos hijos de p*ta", se lanzan a las escalinatas de la calle Posadas para defender a la patria de las fuerzas extranjeras y del genocidio de niños inocentes. En el sitio, Amnistía Internacional (AI) exponía una muestra fotográfica que sobre el delito del aborto clandestino en Argentina concluía con la apología del delito al ponderar el aborto. Mientras tanto, grupos religiosos y de extrema derecha decidieron escrachar el evento delictivo. "Aborto para los judíos", "Feministas a la hoguera", fueron algunas de sus consigna más sugestivas. ¿Acaso cuando una judía aborta, no está asesinando precisamente a un judío? ¿Acaso cuando una feminista aborta a una hija, no está matando a una mujer en un acto de lo que ellas llaman "femicidio"?
Allí se congregaron hombres y mujeres de parroquia, autoconvocados, o mejor dicho "convocados por el mensaje de la Virgen María". Un camión con parlantes aportaba música y logística repartiendo también volantes que decían: "No a la cultura de la muerte. Rechazamos todo intento de imposición desde el extranjero para controlar la natalidad en el país".
La actividad fue difundida los días previos por redes sociales y agencias de noticias católicas, como Argentinos Alerta. Pero también contó con el respaldo de organizaciones políticas, entre ellas, del Movimiento Bastión, una agrupación nacionalista, que se define como "antiabortista militante" y lo argumenta con una cita del filósofo alemán, Friedrich Nietzsche: "Soy tan poderoso, estoy tan cargado de vida exultante, que borbota desde lo más profundo de mí un sí absoluto a la vida." Es común ver a Bastión participar de las movilizaciones vinculadas a la "reconquista" de las Islas Malvinas por el Operativo Rosario. Pero desde el año pasado, también adquirió un lugar relevante en los cacerolerazos del 13 de septiembre, 8 de de noviembre y 18 de agosto. En el último evento, denunciaron la partidocracia, la corrupción y el saqueo organizado, con una bandera argentina que decía: "Makri y Kristina nos hunden".
Martin Lerena, su secretario de Acción Política, detalló a Tiempo que " el hombre que es más hombre es el que lleva adelante la familia, no el que apoya un aborto".
La marcha de fue, ante todo, una marcha de varones. Algunas mujeres acompañaban de costado, sin tomar la palabra. Margarita, una señora de unos cincuenta años, dijo que "En Estados Unidos, las mujeres abortan hasta los nueve meses y a veces sucede que salen vivos, y los matan igual", y siguió: "Si no, fijate lo que pasa en México, cómo creció el narcotráfico. En un país que tiene madres que asesinan a sus hijos, no pueden salir personas buenas."
Tambien estuvo presente la militancia del Partido Popular de la Reconstrucción, la fuerza seineldinista que preside el ex capitán carapintada Gustavo Breide Obeid. "El país sigue siendo un desierto. Es necesario poblar a la Argentina. Esta muestra, comandada por Estados Unidos a través de Amnistía Internacional, responde al plan de Henry Kissinger de controlar la natalidad. La pobreza no se resuelve con la muerte de los pobres", reflexionaba uno de ellos. Otro comentó: "Hay miles de tachos de fetos que se exportan desde China para la industria de cosméticos."
Amnistía Internacional contestó al escrache con un comunicado en el que aseguró no promover ni asesorar a las personas sobre cómo continuar o interrumpir un embarazo, pero que a su vez, contradictoriamente, reconoció que se trataba de una muesttra que es parte de la campaña "Derecho a decidir" (a favor del delito del aborto), y de una política de promoción de los derechos sexualesy reproductivos de hombres y mujeres.
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