El Tribunal Oral Federal 5 porteño condenó a cadena perpetua al subjefe del I Cuerpo de Ejército durante la dictadura militar, general (re) Jorge Carlos Olivera Róvere y al coronel Bernardo José Menéndez por violaciones a los derechos humanos durante el Proceso Militar.
El porteño Tribunal Oral Federal 5 condenó el dìa 23 de octubre de 2009 a prisión perpetua al general Jorge Olivera Róvere, subjefe del I Cuerpo de Ejercito y jefe de las fuerzas represivas del ejercito en la Capital durante la dictadura, e impuso igual condena al coronel Bernardo Menéndez, jefe de un área de seguridad en ese periodo.
En cambio, absolvió a otros tres jefes, el general Teófilo Saa y los coroneles de Humberto Lobaiza y Felipe Alespeiti, quien comandaron el regimiento de Patricios en esos años cuando se registró la mayor cantidad de denuncias de secuestros y desapariciones.
Por otra parte, el tribunal postergó definir la forma y lugar de cumplimiento de la pena de los dos condenados hasta que el fallo quede firme, permitiendo que tanto Olivera Róvere como Menendez -y naturalmente los tres absueltos- continuen en libertad, ya que llegaron al juicio excarcelados.
El fallo, leído por el juez Daniel Gordo, provocó gritos de indignación entre familiares de víctimas de la guerra antiterrorista que ocupó un sector de la sala de audiencias de los tribunales federales de Retiro y, alternativamente festejo entre los familiares de los acusados absueltos.
Agentes de la policía separaron con sus cuerpos los dos sectores para evitar contacto entre los grupos, de donde partieron gritos de "cómplices y asesinos" hacia los propios jueces, una protesta bulliciosa que pronto se extendió a unos 500 manifestantes reunidos en la puerta a la espera de la condena.
Olivera Róvere, un anciano de 83 años que fue mano derecha del extinto Carlos Suárez Mason y nunca estuvo preso, fue encontrado culpable de 116 privaciones ilegitimas de libertad y 4 asesinatos con alevosía.
Menéndez, quien comandó el Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea (GADA 1010) de Ciudadela, fue condenado por 41 secuestros.
En total, a los 5 jefes del ejército en Capital se les imputaron 141 secuestros, 4 homicidios y decenas de casos de tormentos, que integran la montaña de crímenes de lesa humanidad durante la guerra antiterrorista de la megacausa del I Cuerpo de Ejército.
En su descargo al pronunciar sus últimas palabras antes del veredicto, el anciano militar aseguró que "no ejercí ni impartí órdenes que puedan lesionar los derechos humanos" y restringió el accionar represivo al "recorrido de patrullas en condiciones de disuadir al enemigo".
Al igual que sus camaradas, aseguró ante el Tribunal que el accionar represivo corrió por cuenta de marinos de la ESMA, policías federales y agentes de la SIDE.
Los más llamativo del veredicto fue la absolución de Humberto José Lobaiza, Teófilo Saa y Felipe Alespeiti, para quienes el fiscal Félix Crous y las querellas habían pedido 25 años de prisión por 28 y 32 secuestros respectivamente.
Los tres fueron alternativamente jefes y subjefes del Regimiento de Infantería 1de Patricios, la mayor unidad de la Capital.
Los fundamentos de este fallo serán leídos el próximo 10 de diciembre a las 19.30 hs, dìa de los derechos humanos que además marca la asunción de las autoridades del actual sistema democrático.
El porteño Tribunal Oral Federal 5 condenó el dìa 23 de octubre de 2009 a prisión perpetua al general Jorge Olivera Róvere, subjefe del I Cuerpo de Ejercito y jefe de las fuerzas represivas del ejercito en la Capital durante la dictadura, e impuso igual condena al coronel Bernardo Menéndez, jefe de un área de seguridad en ese periodo.
En cambio, absolvió a otros tres jefes, el general Teófilo Saa y los coroneles de Humberto Lobaiza y Felipe Alespeiti, quien comandaron el regimiento de Patricios en esos años cuando se registró la mayor cantidad de denuncias de secuestros y desapariciones.
Por otra parte, el tribunal postergó definir la forma y lugar de cumplimiento de la pena de los dos condenados hasta que el fallo quede firme, permitiendo que tanto Olivera Róvere como Menendez -y naturalmente los tres absueltos- continuen en libertad, ya que llegaron al juicio excarcelados.
El fallo, leído por el juez Daniel Gordo, provocó gritos de indignación entre familiares de víctimas de la guerra antiterrorista que ocupó un sector de la sala de audiencias de los tribunales federales de Retiro y, alternativamente festejo entre los familiares de los acusados absueltos.
Agentes de la policía separaron con sus cuerpos los dos sectores para evitar contacto entre los grupos, de donde partieron gritos de "cómplices y asesinos" hacia los propios jueces, una protesta bulliciosa que pronto se extendió a unos 500 manifestantes reunidos en la puerta a la espera de la condena.
Olivera Róvere, un anciano de 83 años que fue mano derecha del extinto Carlos Suárez Mason y nunca estuvo preso, fue encontrado culpable de 116 privaciones ilegitimas de libertad y 4 asesinatos con alevosía.
Menéndez, quien comandó el Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea (GADA 1010) de Ciudadela, fue condenado por 41 secuestros.
En total, a los 5 jefes del ejército en Capital se les imputaron 141 secuestros, 4 homicidios y decenas de casos de tormentos, que integran la montaña de crímenes de lesa humanidad durante la guerra antiterrorista de la megacausa del I Cuerpo de Ejército.
En su descargo al pronunciar sus últimas palabras antes del veredicto, el anciano militar aseguró que "no ejercí ni impartí órdenes que puedan lesionar los derechos humanos" y restringió el accionar represivo al "recorrido de patrullas en condiciones de disuadir al enemigo".
Al igual que sus camaradas, aseguró ante el Tribunal que el accionar represivo corrió por cuenta de marinos de la ESMA, policías federales y agentes de la SIDE.
Los más llamativo del veredicto fue la absolución de Humberto José Lobaiza, Teófilo Saa y Felipe Alespeiti, para quienes el fiscal Félix Crous y las querellas habían pedido 25 años de prisión por 28 y 32 secuestros respectivamente.
Los tres fueron alternativamente jefes y subjefes del Regimiento de Infantería 1de Patricios, la mayor unidad de la Capital.
Los fundamentos de este fallo serán leídos el próximo 10 de diciembre a las 19.30 hs, dìa de los derechos humanos que además marca la asunción de las autoridades del actual sistema democrático.
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