Los aumentos de precio son un indicador de que existe inflación, pero el Gobierno lo desmiente.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, avalando lo dicho por el ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que “la inflación es un aumento generalizado de precios, y no es lo que está sucediendo”, explicó el Jefe de Ministros, al tiempo que aclaró que las subas se están dando en algunos sectores, como el cárnico. “Después de los conflictos que tuvimos con el campo está viendo un cambio en el precio, y este nuevo precio está yendo al consumidor inevitablemente”, detalló.
Sin embargo, fuera de los productos contabilizados para la canasta básica y para los indicadores oficiales calculados según las tendencias oficialistas, todos los productos, bienes y servicios aumentan de modo generalizado... a no ser que los aumentos sean considerados como minúsculos por quienes manejan grandísimas sumas de dinero.
Fernández, afirmó que en la Argentina "no hay un aumento generalizado de precios", y respecto de la suba del valor de la carne, indicó que "el productor está teniendo un precio en kilo-vivo como no tuvo nunca". El titular de la CGT, Hugo Moyano, señaló: “Que hay aumentos, no lo puede negar nadie”. Sin embargo, la recomposición salarial no alcanza a las subas de precio, y esto causa la gran recesión sumada a la excesiva presión impositiva sobre los sectores que aun pueden producir algo.
Para Fernández, el sector ganadero "después de los conflictos que hubo con el campo está viendo un cambio en el precio, y este nuevo precio está yendo al consumidor inevitablemente". Agregó que la tarea está en ver "qué va a suceder con el propio stock", y sostuvo que "muchos están reteniendo vientres, están engordando" animales.
Sin embargo, los márgenes no quedan en el productor, sino en los frigoríficos y en los exportadores, que conservan como factores de ajuste a los consumidores y a los productores (es decir, al inicio y al final de la cadena).
El ministro de Economía, Amado Boudou, se había manifestado en el mismo sentido que Fernández al afirmar: “lo que podemos ver es un reacomodamiento de los precios relativos; yo no veo un proceso inflacionario en Argentina”.
PALABRA PRESIDENCIAL
A su vez, Cristina Kirchner explicó también que no hay inflación, sino que hay una suba en el precio de la carne, que obedece a las lluvias. “Los animales quedaron en el campo pastando, y esto repercutió en los precios al disminuir la oferta”, detalló en un acto público.
La presidente dijo que el aumento del precio de la carne obedeció a que en el último tiempo llovió mucho en las zonas ganaderas y eso determinó que los productores enviarán menos hacienda al mercado.
Cristina dijo que “a causa de la lluvia, los animales quedaron en el campo pastando, y esto repercutió en los precios al disminuir la oferta”.
Es decir, los precios aumentan, nadie lo puede negar, pero no hay inflación.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, avalando lo dicho por el ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que “la inflación es un aumento generalizado de precios, y no es lo que está sucediendo”, explicó el Jefe de Ministros, al tiempo que aclaró que las subas se están dando en algunos sectores, como el cárnico. “Después de los conflictos que tuvimos con el campo está viendo un cambio en el precio, y este nuevo precio está yendo al consumidor inevitablemente”, detalló.
Sin embargo, fuera de los productos contabilizados para la canasta básica y para los indicadores oficiales calculados según las tendencias oficialistas, todos los productos, bienes y servicios aumentan de modo generalizado... a no ser que los aumentos sean considerados como minúsculos por quienes manejan grandísimas sumas de dinero.
Fernández, afirmó que en la Argentina "no hay un aumento generalizado de precios", y respecto de la suba del valor de la carne, indicó que "el productor está teniendo un precio en kilo-vivo como no tuvo nunca". El titular de la CGT, Hugo Moyano, señaló: “Que hay aumentos, no lo puede negar nadie”. Sin embargo, la recomposición salarial no alcanza a las subas de precio, y esto causa la gran recesión sumada a la excesiva presión impositiva sobre los sectores que aun pueden producir algo.
Para Fernández, el sector ganadero "después de los conflictos que hubo con el campo está viendo un cambio en el precio, y este nuevo precio está yendo al consumidor inevitablemente". Agregó que la tarea está en ver "qué va a suceder con el propio stock", y sostuvo que "muchos están reteniendo vientres, están engordando" animales.
Sin embargo, los márgenes no quedan en el productor, sino en los frigoríficos y en los exportadores, que conservan como factores de ajuste a los consumidores y a los productores (es decir, al inicio y al final de la cadena).
El ministro de Economía, Amado Boudou, se había manifestado en el mismo sentido que Fernández al afirmar: “lo que podemos ver es un reacomodamiento de los precios relativos; yo no veo un proceso inflacionario en Argentina”.
PALABRA PRESIDENCIAL
A su vez, Cristina Kirchner explicó también que no hay inflación, sino que hay una suba en el precio de la carne, que obedece a las lluvias. “Los animales quedaron en el campo pastando, y esto repercutió en los precios al disminuir la oferta”, detalló en un acto público.
La presidente dijo que el aumento del precio de la carne obedeció a que en el último tiempo llovió mucho en las zonas ganaderas y eso determinó que los productores enviarán menos hacienda al mercado.
Cristina dijo que “a causa de la lluvia, los animales quedaron en el campo pastando, y esto repercutió en los precios al disminuir la oferta”.
Es decir, los precios aumentan, nadie lo puede negar, pero no hay inflación.
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