Eduardo Alberto Sadous, quien fuera embajador argentino en Caracas, declaró ante la justicia que quienes querían hacer negocios con Venezuela, debían "pagar coimas de entre un 15 y un 20% al Ministerio de Planificación que encabeza Julio De Vido".
Tras un acuerdo firmado entre Néstor Kirchner y Hugo Chávez para crear un fideicomiso, los empresarios argentinos buscaron colocar sus productos en Venezuela. El fideicomiso disponía que lo abonado a Venezuela por la importación de combustible, estaba destinado a adquirir bienes industriales argentinos, principalmente agrícolas. Sin embargo, cuando los empresarios trataban de vender se encontraban con trabas burocráticas y debían pagar “comisiones” a funcionarios del gobierno argentino, un peaje, denunció Sadous según una nota publicada por Urgente 24.
Los miembros de gobierno se habrían beneficiado con testaferros, y que la relación comercial con Venezuela la manejaba el entonces director del Órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti, según afirmó el ex embajador.
La Coalición Cívica solicitó la investigación de una asociación ilícita encabezada por Néstor Kirchner, en el juzgado de Julián Ercolini, y en ese marco declaró Sadous como testigo el día martes. 20 de abril de 2010.
A raíz del sospechoso manejo del intercambio comercial con Venezuela que tuvo Uberti, encargado del organismo que controla las rutas y peajes, Claudio Uberti, la Coalición Cívica inició la causa en que también son imputados Néstor Kirchner, el ministro de Planificación Julio De Vido, y el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime.
El ex embajador argentino en Venezuela declaró en la causa que varios empresarios argentinos le confesaron que recibieron pedidos de coima de funcionarios del Gobierno para vender sus productos en Venezuela. Y nombró, entre ellos, al titular de la firma de ascensores Servas, José Aizpun y al empresario Eduardo Cavanagh (que en la causa figura como Kavana), quien en algún momento intentó sin éxito exportar vaquillonas lecheras al país caribeño.
"Hubo comentarios de empresarios que señalaban que había que pagar comisiones, pero no me consta", sostuvo. Cuando el fiscal le pidió precisiones, Sadous respondió: "Hubo empresarios del sector de maquinaria agrícola que no fueron beneficiados por no haber pagado lo acordado en calidad de retornos. Hay un organismo que se llama CASA Corporación de Alimentos S. A pertenece al Gobierno venezolano. Yo me iba a reunir con el presidente y vicepresidente de CASA, negociábamos la venta de carnes, alimentos envasados, etc., venían los empresarios argentinos los derivábamos a CASA y luego los comentarios eran que les pedían el 15 o 20% de retorno".
Entonces, preció: "Los empresarios decían que el ministerio de Planificación argentino les cobraba peaje, pero no sé quién. Una vez autorizado por el ministerio, supongo que se efectuaba a través de una transferencia a las empresas o cheques".
Además, Sadous recordó una conversación que mantuvo con el representante de Servas, la empresa de ascensores a la que le habrían pedido una coima. "Me preguntó con quién tenía que arreglar, ante lo cual le dijo que con él seguro que no, pero que arreglara con quien tenía que arreglar", contó el ex diplomático.
Sadous fue embajador en Venezuela desde el 17 de octubre de 2002 hasta el 20 de mayo de 2005. En ese entonces escribió un cable interno titulado: "Fideicomiso grave situación", en el que detallaba que Venezuela no había depositado US$90 millones que debían estar en las cuentas del fideicomiso bilateral.
En su declaración Sadous recordó que quien fuera su consejero comercial, Alberto Alvaez Tufillo, le dijo que Uberti, ante la aparición de ese cable, había dicho: "Que se deje de joder que eso lo manejamos nosotros". Poco tiempo después, Sadous fue reemplazado por Nilda Garré.
El ministro de Planificación, Julio de Vido, desmintió terminantemente la denuncia, en una entrevista con el diario 'La Nación', al igual que el ex secretario de Agricultura Javier de Urquiza, quien negó haber presionado a un empresario ganadero para dejarlo fuera de un embarque de 1000 vaquillonas a Venezuela, como declaró ante la Justicia el ex embajador en ese país Sadous, quien lo acusó, además, de haberse adueñado de esa venta a través de un testaferro. La expresiones también fueron desmentidas por el empresario aludido, Eduardo Cabana, quien dijo que no conocía al diplomático.
Tanto Urquiza como Cabana habían sido mencionados en la declaración que Sadous realizó ante el juez Julián Ercolini. Según el ex embajador, ya en 2004 Cabana le habría dicho que no quería presentar ninguna queja por el episodio.
Elisa Carrió dijo que “se va a profundizar la investigación para saber si hay una asociación ilícita entre (Néstor) Kirchner y (Hugo) Chávez", remarcó Carrió en diálogo con 'Clarín', revelando un dato: "Las coimas eran del 25%. El 15% para Venezuela y el 10% para la Argentina".
Mientras tanto, la Justicia procesó a Jaime por recibir dádivas de empresarios, dando por probados 15casos de uso de taxis aéreos por el ex secretario de Transporte de Kirchner, familiares y allegados.
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