Por Cosme Beccar Varela
La supuesta campaña de Kirchner contra la prensa es un "bluff", paralelo a la supuesta campaña de la prensa contra los Kirchner.
Los ataques contra "Clarín" y contra su directivo Magnetto son tan sonoros como insubstanciales. Mucho ruido y pocas nueces. Más bien parece una campaña de publicidad en favor de "Clarin" y una promoción personal del Sr. Magnetto, a cargo del ex-usurpador de la presidencia, cónyuge de la que hoy la usurpa.
"Clarin" es un diario de información general con mentalidad de izquierda. Enemigo mortal de la Argentina tradicional, promotor de malas causas y permanente silenciador de toda opinión inspirada en el catolicismo. Lo digo por experiencia. Hace más de cincuenta años que estoy en estas lides y con esa inspiración y NUNCA JAMÁS he conseguido que "Clarín" me publicara siquiera una línea.
Siendo así, ¿qué razón tendría para ser enemigo mortal de Kirchner y éste ser enemigo mortal de "Clarín" si pertenecen a la misma tendencia?
"La Nación", hace mucho tiempo me publicaba alguno que otro artículo y algunas cartas de lectores. Ya hace varios años, desde la trepada de Kirchner por lo menos, que no aparece nada mío en ese diario. Por el contrario, hace poco quise publicar una solicitada anunciando la fundación de la "Asociación Patriótica" y se negaron a publicarla con una excusa baladí.
En cuanto a su línea ideológica es más o menos la misma de "Clarin", sobre todo desde que los dueños actuales de "La Nación" son los Saguier, sobrinos del Sr. Noble.
La diferencia es que "La Nación" hace más daño porque destila su veneno en las "clases tradicionales" y en la "gente culta" centrista y hasta "de derecha", deteriorando su capacidad de análisis y haciéndoles "tragar" todos los "sapos" que le parezca necesario hacerles tragar a fin de mantener a esas clases en una sumisión paralítica frente al poder de la "dirigencia" corrupta e inepta y frente al avance de la tiranía neo-marxista que padecemos.
Por su parte, Kirchner, con su característica torpeza y su insuficiencia intelectual notoria, profiere denuestos contra ambos diarios y la prensa en general (sin nombrar a nadie más que a los dos mencionados) pero sin explicar por qué lo hace ni en qué se funda, ni qué se propone.
Como digo, lo único que consigue -y sus inteligentes y perversos mentores no pueden dejar de advertirlo- es hacerles propaganda a ambos periódicos y obtener para ellos la adhesión incondicional de sus lectores.
Para ese sector influyente de la opinión pública que forman las clases tradicionales, las clases cultas, los militares, el clero, los empresarios, los profesionales, las amas de casa, etc., lo que dice "La Nación" es palabra santa. Es indiscutible. Y el más mínimo (e inconducente) comentario opositor, les parece una heroica carga de caballería digna de admiración.
Con eso la conjura neo-marxista en ejercicio consolida la tiranía, "mojando la pólvora" de los antikerchneristas (que lo son sólo de palabra y en privado), prestigiando a los pseudo-opositores que esos diarios elogian y aislando a los verdaderos enemigos del régimen haciéndolos pasar por “divisionistas” y "profetas indeseables de desgracias".
* * *
Veamos, por ejemplo, el último ataque de Kirchner contra la prensa. "La Nación" lo publicó como noticia de primera página de su edición del 28/4/2010 con grandes titulares: "KIRCHNER ACUSÓ A LOS MEDIOS DE SER LA PRINCIPAL OPOSICIÓN".
Se trató de un discurso -si así se pueden llamar las tiradas inconexas del ex-usurpador presidencial- en la CGT con motivo de una reunión del Partido Justicialista.
(Dicho sea de paso, si "La Nación" fuera realmente opositora, podría haber dicho que es inaceptable que la CGT, supuesta organización gremial que sólo debería defender los intereses de los trabajadores, esté descaradamente enrolada con el peronismo y sirva de sede a sus reuniones políticas; pero no lo dijo).
Atacó a "Clarin" y a Magnetto nominalmente por enésima vez y por enésima vez el ataque fue totalmente inofensivo.
Bien saben los militares ilícitamente secuestrados en los campos de concentración del régimen desde hace siete años, sin fundamento jurídico alguno, qué es lo que hace la tiranía cuando quiere dañar en serio a alguien.
Ni a los periodistas (todos más o menos afines ideológicamente a la tiranía), ni a "los medios" les pasa nada de eso. Inclusive, he oído decir que los dos diarios nombrados son fuertes deudores del Estado. Si eso es verdad y si pueden seguir saliendo, es porque el Estado no exige sus créditos. Ahora bien, como dije en mi artículo anterior, la tiranía tiene todo el poder, inclusive ese. Si no lo ejerce es porque son socios ocultos...
Como una prueba más de lo que estoy sosteniendo aquí, según la misma noticia, el enojo de Kirchner cesó súbitamente, como si se hubiera cansado de "hacer teatro". Entonces uno de los sindicalistas presentes gritó: "¡No se mida!¡Pegue Néstor!...".
El ogro "titubeó. Sonrió varias veces. Volvió a titubear; siguió sonriendo y contestó desde el atril, como si antes no hubiera dicho nada: "He aprendido en este tiempo. Mejor que pegarle es darle dos caricias y un beso. Y sumarlo a la marcha del amor". ("La Nación", 28/4/2010, pag. 7).
Si no tuviera innumerables indicios de que el hombre es tonto de capirote, sospecharía que está loco. Las caricias, el beso, el amor, parecen cosa de un loco. En todo caso, no es lo que ofrecería alguien a un archienemigo...
Alguien me dirá que los diarios están continuamente denunciando las coimas que cobran algunos funcionarios del régimen cercanos a Kirchner y que eso demuestra que son verdaderos opositores. Sin embargo, me temo que debo disentir.
En efecto, esas coimas son tan escandalosas, tan brutalmente contrarias a la ley y a la decencia política, que una vez reveladas no cabe otra actitud que exigir el inmediato juicio político de la supuesta Presidente de la Nación y de sus ministros, y la destitución, procesamiento y encarcelamiento de los demás funcionarios responsables, además de la descalificación total del partido que los sostiene y de los falsos opositores que no exigen la limpieza total del malsano ambiente político.
Pero nada de eso ocurre. Todo sigue igual, las noticias pasan como una especie de chismografía de "faits divers" que alimentan apenas el mal humor de los "buenos patriotas" totalmente decididos a no hacer nada nunca en serio para recuperar la Patria. Y los diarios pasan pronto a otro tema. Eso fue lo que pasó con el archiescandaloso enriquecimiento en $28.000.000 del matrimonio Kirchner en el 2008. Está tan olvidado que es como si hubiera pasado en otro país y hace cien años... ¿No le parece que en todo esto hay “gato encerrado”?
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
Buenos Aires, 3 de Mayo del año 2010 - 966
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