La película uruguaya "Miss Tacuarembó" protagonizada por Natalia Oreiro, muestra a la misma bailando con ajustada indumentaria playera dentro de una iglesia que algún sacerdote facilitara a los efectos del rodaje.
Según información de fuentes de este medio, no es una película apta para niños... y tiene contenidos fuertemente anticatólicos y anticlericales introducidos con mensajes de resentimiento mediante la utilización de grotescos.
El filme afecta la sensibilidad religiosa de las personas, pero aparentemente eso no es "discriminación". Resulta directamente ofensivo a la feligresía católica, y atenta a su vez contra la raíz cristiana de la espiritualidad, según la referida fuente.
La temática de la película comienza con una mujer de 30 años frustrada por no haber logrado su sueño de cantar, por lo que se presenta a un reality show. Esto lleva a reminiscencias de la niñez de la protagonista, con escenas cómicas sobre la década de 1980.
Luego, se narra la relación de la niña con su vida religiosa, que es el tema central de la película. Forma parte del coro de la iglesia, y sueña con que Jesús le habla y le sonríe desde el Crucifijo.
Pero de repente se muestra el carácter de su catequista en un grotesco de mujer que favorece a sus hijas malas, malcriadas y materialistas, cual si fuese una bruja. La relación entre la niña y Jesús lleva a que la niña adopte actitudes de represalia contra el Crucificado, la niña se convierte en una déspota resentida, quien al no conseguir lo que pide llega a amenazar a Jesucristo doliente a viva voz.
Así, empieza a robar a sus compañeros para conseguir los juguetes que quiere, y hasta desea la muerte de su catequista, agravándose la relación con la Fe, que va marcando un grave distanciamiento.
A los 18 años, viaja a Buenos Aires y abandona a su madre, con quien nunca más se comunicará desde ese momento. Si miramos un poco más a fondo, la Iglesia es Madre, la Virgen María es Madre, y este distanciamiento también indica esto, a la vez que una falta al Cuarto Mandamiento.
En un momento, el Cristo Crucificado se cae de la Cruz y se rompe, después de que la niña increpara por no bajar de la Cruz para ayudarla, mientras la catequista actuará como una endemoniada (como si este grotesco confirmara la actitud de la protagonista).
Una persona que asista con niños a ver este filme, comprobará que si ha inculcado virtudes religiosas a sus hijos, ellos acabarán con los ojos llorosos y asustados, obligando a explicarles que la catequista en realidad es una actriz, y que el Jesús de la película es un actor, que es todo una mentirosa fantasía de los enemigos de la Fe, de quien odian al cristianismo.
La película continúa con esta temática hasta que al final aparece Natalia Oreiro bailando con Jesús en taparabo, en una burla frontal y sin límites, en un agravio a Jesucristo.
Según información de fuentes de este medio, no es una película apta para niños... y tiene contenidos fuertemente anticatólicos y anticlericales introducidos con mensajes de resentimiento mediante la utilización de grotescos.
El filme afecta la sensibilidad religiosa de las personas, pero aparentemente eso no es "discriminación". Resulta directamente ofensivo a la feligresía católica, y atenta a su vez contra la raíz cristiana de la espiritualidad, según la referida fuente.
La temática de la película comienza con una mujer de 30 años frustrada por no haber logrado su sueño de cantar, por lo que se presenta a un reality show. Esto lleva a reminiscencias de la niñez de la protagonista, con escenas cómicas sobre la década de 1980.
Luego, se narra la relación de la niña con su vida religiosa, que es el tema central de la película. Forma parte del coro de la iglesia, y sueña con que Jesús le habla y le sonríe desde el Crucifijo.
Pero de repente se muestra el carácter de su catequista en un grotesco de mujer que favorece a sus hijas malas, malcriadas y materialistas, cual si fuese una bruja. La relación entre la niña y Jesús lleva a que la niña adopte actitudes de represalia contra el Crucificado, la niña se convierte en una déspota resentida, quien al no conseguir lo que pide llega a amenazar a Jesucristo doliente a viva voz.
Así, empieza a robar a sus compañeros para conseguir los juguetes que quiere, y hasta desea la muerte de su catequista, agravándose la relación con la Fe, que va marcando un grave distanciamiento.
A los 18 años, viaja a Buenos Aires y abandona a su madre, con quien nunca más se comunicará desde ese momento. Si miramos un poco más a fondo, la Iglesia es Madre, la Virgen María es Madre, y este distanciamiento también indica esto, a la vez que una falta al Cuarto Mandamiento.
En un momento, el Cristo Crucificado se cae de la Cruz y se rompe, después de que la niña increpara por no bajar de la Cruz para ayudarla, mientras la catequista actuará como una endemoniada (como si este grotesco confirmara la actitud de la protagonista).
Una persona que asista con niños a ver este filme, comprobará que si ha inculcado virtudes religiosas a sus hijos, ellos acabarán con los ojos llorosos y asustados, obligando a explicarles que la catequista en realidad es una actriz, y que el Jesús de la película es un actor, que es todo una mentirosa fantasía de los enemigos de la Fe, de quien odian al cristianismo.
La película continúa con esta temática hasta que al final aparece Natalia Oreiro bailando con Jesús en taparabo, en una burla frontal y sin límites, en un agravio a Jesucristo.
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