Por: Alejandro Pérez Unzner
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Apuntes de mercados agropecuarios y afines, e idea de ver un poco más allá de lo sectorial.
“Se me cayó un ídolo”, se dice cuando cesa la preponderancia de algún protagonista actual cercano a la simpatía propia, por incapacidad, decrepitud o desplazamiento. O bien cuando se acaba alguna situación que venía siendo tradicional, de esas que la inercia de los acontecimientos nos hace suponer que van a durar para siempre. Personajes y escenarios, a los cuales no debemos de considerar como caducos, al menos en esta dimensión, aunque nos gustaría que fuesen eternos, infinitos.
Por ejemplo, cuando muchos creíamos que el Banco Mundial solamente se ocupaba de generar recursos y prestarlos, en leoninas transacciones, a estados o entes sedientos de fondos, resulta que empezó a decir que por la suba en el precio de los alimentos hay 44 millones de nuevos pobres en el mundo. Un bajón.
Otro caso, el de la Bolsa de Nueva York. Que parece que pasa a ser parte de la de Frankfurt, que vendría a ser su compradora. Una cosa de locos, de no creer: que NYSE quede subordinado a otro mercado. “Si esto sigue así, dentro de poco las mujeres van a salir en pantalones a fumar por la calle”, diría un conocido mío que siempre anda varios capítulos atrás del galope de la vida actual. De todas maneras, ya ha habido megafusiones, caso CME-CBOT, así que ésta no nos sorprende tanto, tanto. Las nuestras, aún, siguen en veremos: ni siquiera hay acuerdo para potenciar a las dos más grandes Bolsas de nuestro país, y ni hablar de operar en conjunto con las del Brasil…
Al comenzar la semana, dije que Khadafi podía ser el próximo gobernante del ámbito norafricano en sufrir la presión destituyente. Y bueno, como si se quisiera derribar a otro ídolo (con pies no tan firmes, claro), ayer se multiplicaron las manifestaciones en su contra y su poder parece resquebrajarse, luego de décadas de férreo control de su Libia. Ya en Asia, Bahrein también experimenta revueltas e Irán está que arde. Por fortuna, la actividad comercial en materia de trigo está volviendo a la normalidad en Egipto, por ejemplo.
Por último, el tal vez más duro caso de estos que estamos tratando aquí. Dicen por ahí que quedó al descubierto la históricamente secreta fórmula de la Coca-Cola. Que en nuestro medio equivaldría a la de los alfajores Havanna, más o menos. En fin, parece que todo llega. Los fanáticos de la bebida oscura estarán tratando de corroborar si es verdad la noticia de esta revelación tan perseguida, y hasta algunos de copiar la clave para elaborar su propia fuente de ingresos.
Lo importante es que son todos eventos efímeros, por más que hayan durado décadas, en comparación con la Eternidad a la que como personas debemos aspirar. Por eso, vivir sí defendiendo lo propio, el esfuerzo diario, los logros, observar cómo han bajado los precios de los granos (con días de calma como ayer o bien marchando hacia niveles de sostén lo suficientemente sólidos como para luego intentar algún rebote) y en consecuencia emplear las herramientas que la operatoria comercial ofrece, pero nunca perdiendo de vista los verdaderos objetivos de esta vida, empezando por ganar la felicidad para siempre. Porque las pick-ups de lujo, como los khadafis o las cocacolas pasarán…
Una novedad importante, bajando al diario devenir de los granos, es el acuerdo alcanzado en materia salarial, en cuanto a los trabajadores del cinturón portuario-industrial de Rosario. Interesante arreglo, que a priori permite encarar los meses de plena afluencia de la cosecha con cierta tranquilidad, en este sentido. Total, para otros conflictos está el gobierno, caso la amenaza de multar a estudios que midan una inflación que a los funcionarios no les parezca conforme a la realidad, o bien la intervención en el mercado maicero, a la usanza del triguero. Agrego: los funcionarios también pasarán.
Veremos cómo reacciona al ambiente global de biocombustibles, si es que se llega a alguna acción en firme en materia de reducciones en su uso, para lograr disponer de más volumen de granos con neto destino alimentario.
Precisamente, el tema márgenes en etanol está influyendo estos días sobre el maíz en Chicago. Un mercado que sigue mostrando generosidad vendedora, pero que mientras aguarda la definición de cosecha en Sudamérica y de siembra en su propio medio no se olvida de que la demanda está ahí, latente, ni de que el frío ha hecho estragos en el trigo invernal norteño y si Europa del este no suple carencias se estará de nuevo ante una temporada complicada. No queda lugar para fallas severas en cuanto a oferta, se sabe, aunque el Banco Mundial piense en otros términos.
Mientras se termina de acomodar el cuadro del trigo local, se especula con la llegada de los molineros brasileños durante el otoño a nuestro mercado FOB, durante la estación en que se les van a acabar sus reservas y necesariamente deberán abrevar en nuestras pampas.
Con la soja a $ 1.350 y u$s 330, y el maíz a $ 760 y u$s 190, si bien no es mucho lo que se mueve, siempre algo sale y no es para desdeñar, tampoco. Encima, dicen que el maíz podría sorprender con algún tonelaje extra al previsto, porque es peor lo que se ve de afuera que lo que realmente los choclos encierran en cuanto a rendimiento definitivo.
O sea: vendedores que cacarean mucho, quejándose de bajas, y terminan cediendo a necesidades impostergables, y chacareros que lloran más aún y acaban embolsando suculentas ganancias, no van a dejar de ser ídolos a los que, algún día, les llegará su caída. Dependerá de su sensatez y de su sentido de trascendencia el saber evitar que la misma sea extemporánea.
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