Por Emilio Nazar Kasbo
Se ha deformado completamente el concepto de familia, y que lo que hoy se defiende como familia directamente es una atomización individualista que nada tiene que ver con la comunidad familiar.
DESTRUCCIÓN FAMILIAR
La representación no es de personas, sino de familias. Y las familias no son entes aislados, sino que cada "familia nuclear" (como se le ha dado en llamar) tiene un contexto mayor, que es la GRAN FAMILIA que constituye de por sí un "clan", formada por padres e hijos, tíos y primos, abuelos, bisabuelos, y toda la descendencia de un tronco común.
El problema no es el feminismo, una economía que es un desastre en el marco liberal, socialista o colectivista, o una cultura impuesta desde los medios de comunicación. El problema está en la destrucción integral de la familia, y en defender “el mal menor” de una institución que ha sido completamente desnaturalizada.
Cuando Napoleón Bonaparte invadió Italia, se dio cuenta que no podía controlar la región sur de la península porque las familias eran muy fuertes en todo sentido, sobre todo por la autoridad de los jefes de los clanes familiares. Entonces alguien le sugirió que para desmembrar la fuerza económica de esas familias, derogara el mayorazgo e instituyera la sucesión por partes iguales entre los hijos, de modo que las fortunas familiares se atomizarían en pocos años, caería su autoridad, se derrumbaría su fuerza económica, y así serían fáciles de dominar.
ORDEN NATURAL
El jefe natural del "clan familiar" (en Roma se llamaba Gens) es el bisabuelo o tatarabuelo, la persona más anciana de quien desciende todo el tronco familiar que esté con vida y lúcido, obviamente. El es el verdadero centro y fuerza de la familia
Hoy ese Jefe Natural del Clan Familiar es omitido, desconocido o incluso dañado. Es más, con la irregularidad de las familias (mal constituidas), muchos ya no saben ni quién es su padre, madre o abuelo. Y es a eso a la conformación natural de la familia a que hay que volver, lo que se debe reivindicar.
El conjunto de "clanes" es lo que conforma la ciudad, la verdadera autoridad de la ciudad. Pero de "clanes" bien constituidos. Un conjunto de “clanes” mal constituidos no forman más que una mafia…
Esa es la verdadera autoridad en cada localidad, cada alcaldía o municipio, cabildo o como se lo quiera llamar.
Lo que se afirma en este artículo no es una propuesta: ESO EXISTE PORQUE ES DE ORDEN NATURAL
Lo que se debe hacer es reconstituir las familias desde sus partes sanas, asumiendo la representatividad de lo sano.
CENTRALIZAR LA AUTORIDAD FAMILIAR
Centralizada la autoridad por ejemplo en el abuelo, se ven las necesidades integrales de hijos y nietos, y en vez de que cada uno tenga su propio ingreso monetario y compre en el supermercado, las cosas más básicas se pueden comprar en conjunto y por mayor para todo "el clan", y de ese modo se ahorraría mucho dinero. O en su caso, unir todos los ingresos familiares y realizar emprendimientos conjuntos entre todos, lo cual sería imposible si fuera todo aislado como hoy se realiza.
El problema es que actualmente NADIE HACE FUNCIONAR A LA FAMILIA COMO FAMILIA, por decirlo de algún modo. La naturaleza de la familia es desconocida, y se ha perdido en el tiempo. La familia tal como la estamos describiendo, contradice el modelo liberal y el modelo colectivista, contradice el individualismo y el egoísmo, porque implica la verdadera comunidad familiar.
Lógicamente, debe haber una cercanía entre los familiares para poder realizar este tipo de actividades, ya que si viven en distintas ciudades se hace difícil coordinar los recursos..
Esta es la base real del corporativismo: la familia, sin cuya restauración no se podrá emprender ninguna actividad cultural, social, económica o incluso política en conformidad con la Doctrina Social de la Iglesia.
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