Por Marcos Attias
Lo de Schoklender, saltó al ruedo del conocimiento publico por bocón, pero es uno de los cientos, miles, de casos que viven en la republica paralela, que trabajan para la corona y para ellos mismos.
Hoy yo veo una República Nacional, muy achicada y cruelmente esquilmada, donde medio país fue entregado a extranjeros por tres dólares la hectárea, donde la Golden Barrick se llena los barriles de oro y se los lleva dejándonos solo un agujero en el suelo y quiere destruir los glaciares.
Donde los vecinos nos invaden diariamente con cargamentos de drogas y se enriquecen a costa de la salud de nuestras futuras generaciones ya medio destruidas con la complicidad de los que viven en la república paralela.
Una gran parte del congreso, trabaja para el gobierno, no para la Nación.
Una parte de la justicia trabaja para el gobierno, no para la Nación.
Un gobierno que confunde intereses personales con los nacionales, no trabaja para la Nación.
Mientras no se libere al país, a la Nación, a la republica, de toda la maraña enraizadas a lo largo y ancho del país, como tentáculos de pulpo que la oprimen y no le den la libertad de vivir plenamente libre, con toda su fortaleza, donde pueda solamente existir como una sola y soberana república, hasta ese entonces, viviremos y moriremos macaneándonos.
Cuando vote, piense en la Republica Argentina, no vote a la república paralela.
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