INTELIGENCIA ELECTORAL.

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 CMN 73 VGB)

 

El nuevo "régimen electoral" incluye las "primarias", pensadas como sistema de depuración de los postulantes. pero abre al electorado una "posibilidad" de acción positiva impensada, basada en la aplicación de la "inteligencia electoral".

 

   El Decreto Nro 586/2011 " Convocatoria a elecciones primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias y elección nacional 2011" implementa el nuevo régimen electoral de la Ley 26.571 que incorporo las primarias. Las primarias están destinadas a la competencia de listas de precandidatos que compitan dentro de un mismo partido, son obligatorias, abiertas y simultaneas, con un umbral del 1,5% de votos validos de cada distrito. Su objeto es evitar que los precandidatos derrotados en ella compitan en las elecciones y así evitar la proliferación de listas electorales que carezcan de representatividad.

 

   La realidad de que son "abiertas, simultaneas y obligatorias",  convierten a las primarias en una real compulsa universal con la diferencia que ellas sirven para "depurar" y no para "elegir". entre candidatos para cubrir los cargos y puestos que se haya determinado. En general, existe una cierta confusión con las mismas, ya que se las compara con lo que sucede en otros países y, en realidad, son diferentes. Si tomamos el caso de los Estados Unidos de América, las primarias son realmente "internas" partidarias y no compulsas universales como es el nuestro.

 

   Si la corriente política esta intentando optar entre la "continuidad" (oficialismo) y el "cambio" (oposición) o "variables de la continuidad y/o el cambio", los resultados de la primaria (por ser abierta, simultanea y obligatoria) son una expresión total y concreta de la voluntad y aspiraciones de la sociedad y, realmente, la compulsa se ubica entre los dos que hayan alcanzado el mayor apoyo de los votantes. En este caso, si priva la "inteligencia electoral", los con menor apoyo deberían "negociar" con los dos avanzados, su participación para lograr un acuerdo efectivo de gobierno. Es decir, por ejemplo, si el partido "A" logra un 25", el "B" un 18%, el "C" un 15%, el "D" un 10% y el "E" un 8%, deberían apoyar al "A" y el "B" los "derrotados" para sumarse en una misma voluntad renunciando a sus postulaciones.

 

    Esta idea, sin embargo, puede afectar a los integrantes de las lista de diferente manera, lo que tendría que ser acordado para que lo que se acepte tenga validez practica y efectividad ejecutiva. Es decir, concretamente, que, una de las soluciones fáciles, esta en el "corte de boletas", que permita apoyos determinados a los niveles convenidos. Esta actividad seria deseable se realice entre los dirigentes partidarios, agrupando a los que tienen como objetivo la "continuidad" o el "cambio", respectivamente,  con lo cual se lograría la primer finalidad aspirada por el electorado.

 

   En el caso fortuito, que los dirigentes no encuentren en sus negociaciones formulas de unión electoral, este tema se debe trasladar directamente a la sociedad, ya que ella no debe renunciar a sus derechos de elección dado que los resultados que se alcancen le afectaran en forma directa e inmediata. Bajo tal situación, la "inteligencia electoral" debería ser asumida por cada ciudadano, sabiendo que su voto es valido y fuerte cuando logra una cantidad importante y débil y estéril en los casos que son aporte a la simple minoría, asumiendo de esta suerte su absoluto rol de "elector", apoyando, conforme sus aspiraciones y deseos, a uno de los dos candidatos que hayan obtenido los mayores valores en la primaria, es decir, hacer individualmente lo que los dirigentes no han logrado o, en algún caso, eludido.

 

  Es posible que la compulsa sea entre la "continuidad" o el "cambio" o, como ya se menciono "variables en la continuidad o el cambio", que son y serán las bases de acción gubernamental en el futuro, en una oportunidad concreta que la comunidad no debe dejar pasar pues en sus resultados estará el éxito o el fracaso en el mañana. De esta suerte, la "primaria" se transforma en la evaluación básica universal que se confirma concretamente en el acto electoral que no requerirá la "segunda vuelta" y evitara la variable de porcentajes de elección que pueden hacer que una minoría parcial se imponga sobre una mayoría total o sea se "burla" la voluntad mayoritaria soberana de la sociedad.