Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 CMN 73 VGB)
El desafío del mañana postergado
por la presión del presente debe encontrar en las mentes lucidas la solución
que guíe a la Humanidad al aprovechamiento integral de la cibernética.
El mundo de nuestros días esta
sometido a una variable jamás imaginada que es la resultante de la universalización
que, partiendo de la globalización técnica, está alcanzando la integración política.
Los problemas individuales de las comunidades se han transformado en temas
generales de la sociedad con efectos resultantes que escapan del dominio
soberano y motivan dudas de futuro.
En medio de este proceso sociopolítico
aparece, cada vez con mayor potencial, la denominada "cibercultura"
que, inicialmente, se la relaciono, exclusivamente, con la explosión de las
comunicaciones, pero que, con el tiempo, esta abarcando una creciente suma de
actividades que tienen como elemento esencial las "computadoras". Las
computadoras que a principios de la década del 1960 se las denominaba como
"esclavos sin alma" fueron adquiriendo nuevas categorías que las
hacen en el presente y, seguramente aun mas, en el futuro, un elemento esencial
que integra las capacidades de la Humanidad.
Las computadoras, en sus mas
diversos aspectos y sus muy diferentes usos, se están incorporando como
elemento sustancial en la mayoría de las maquinas que, sin llegar a la calidad robótica,
están operando de conformidad a lo programado para su mas eficiente operación.
Esta cuestión esta acompañada con un espectacular proceso de minituarización
que hace que los espacios de actuar sean cada vez más pequeños con lo que se
logra una evolución aplicativa asombrosa. Este desarrollo se autoimpulsa de
manera tal que sus efectos escapan de la imaginación particular adquiriendo valorización
de creciente dimensión.
En esta "carrera" hacia el
mañana, el ser humano resulta el elemento mas frágil y sobre el cual se debe
volcar la mayor atención, para evitar sea avasallado por el potencial de estos
desarrollos. Para ello, es fundamental, que se acepte que la sociedad humana
esta ingresando en un nuevo estadio de su civilización, cuya característica,
como ha sido siempre, es su cultura. En este devenir, sin dudas, la formación
de los seres humanos, tiene que tener en cuenta que "convivirán" con
maquinas cibernéticas, las cuales deberán
servir para lograr la realización de sus ideas, objetivos y fines. Es necesario
que los conocimientos se adquieran por un conjunto de capacidades, que seguirán
teniendo como base a la educación, pero serán necesariamente complementadas con
la cibernética. En el pasado el hombre se encontró ante la "maquina"
que le doto de nuevas capacidades, pero el ser humano mantenía en plenitud el
dominio sobre estos mecanismos, cosa que no será igual en el futuro, por la ya
señalada presencia de las computadoras. Estas computadoras, como ya lo sabemos,
tienen sus "memorias" y sus "programas" en los que tendrá
que "interactuar" el ser humano, pero debe señalarse, además, que permitirán
la "simulación" con la que se podrá experimentar complementando la
"imaginación" humana.
Cuando las sociedades actuales se
agitan debido a los momentos coyunturales es necesario y fundamental que las
comunidades salgan de su restricción cortoplacista y se proyecten con
inteligencia racional hacia los sistemas de vida y convivencia del mañana en
los que regirá la "cibercultura".
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