Por Silvio H. Coppola
La prensa diaria de la Argentina se complace en publicar, salvo una o dos excepciones, fotografías de la entrevista entre nuestra señora presidente y el mandatario estadounidense Barack Obama. Se habla entonces en los medios partidarios kichneristas de la amistad entre ellos y de una probable ¡¡ayuda!! de los yanquis a nuestro pobre país. ¡¡Otra vez ayuda!! ¿Siempre la necesitaremos?
Pero el caso parece más que imposible dado el estado financiero del país del Norte. Más que dar ayuda, parecen en trance de necesitarla, al borde de la nueva crisis mundial anunciada al orbe por todos los medios de difusión.
Y surge que entonces le queda un camino de salvación a los Estados Unidos: comenzar nuevas guerras y conflictos, y darle por consiguiente nuevo trabajo y más acentuado, a su industria armamentista, que así podrá seguir funcionando a pleno con todos sus derivados de apoyo.
Al efecto, están en la mira Siria e Irán, en ese orden, donde además hay factores muy importantes de tipo estratégico, que explican la más que probable nueva agresión.
Entonces ¿cómo hay que explicar la entrevista que el Premio Nobel de la Paz concediera a nuestra presidente? Es de pensar que a cambio de darle el gusto de mostrarse con él y que alguno pueda pensar que son amigos, algunas cosas le exigirá a su colega del desamparado Sur.
Primero, arreglar el tema de la deuda con el Club de París, respetar los laudos del CIADI y pagar a los fondos buitres que tienen pendientes juicios en jurisdicción de los Estados Unidos.
Luego, como mucho más importante, pues hace a los intereses estratégicos de ese país, exigir a nuestra mandataria volver a manifestarse contra Irán y sus funcionarios por el tema del atentado a la AMIA, haciéndolo culpable del mismo, y dar así otro motivo para justificar el preparado ataque, de acuerdo a los dictámenes de las Embajadas de Estados Unidos y de Israel, acogidos por la justicia argentina, en un todo de acuerdo asaz genuflexo.
Ese sería el precio de la entrevista, el quid pro quo y en algunos días seguramente se manifestará.
La palabra la tiene nuestra presidente.
LA PLATA, noviembre 7 de 2011.
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