En la Argentina no se ve que política migratoria, ya
han dejado de ser los países limítrofes la mayor fuente de inmigrantes,
para expandir la migración de Latinoamérica hacia estas tierras.
DE ESPAÑA
Mientras tanto, en España hay un índice del 22%
de desempleo, y los españoles eligen como destino Latinoamérica y en particular
la Argentina.
Solo durante 2010 a arribaron a nuestro país
24.000 españoles.
A su vez, también durante el año 2010, en América
Latina y el Caribe se registró que el 5,2 por ciento de la población es decir
30,2 millones de personas.
DE BOLIVIA
La directora nacional de Migraciones en Viedma, Verónica Belloso, reafirmó en
declaraciones a la prensa, que en las zonas del Valle Inferior (Viedma) y Valle
Medio de la provincia de Río Negro la más importante corriente migratoria es la
boliviana y estimó que cada mes se radican 100 personas de esa nacionalidad que
“vienen a trabajar”.
“Argentina está recibiendo dos importantes
migraciones: la paraguaya y la boliviana. En el Valle Inferior y en el Valle
Medio la migración más importante es la boliviana”, dijo Belloso. Agregó la
funcionaria que “La delegación Viedma de la Dirección Nacional de Migraciones
está recibiendo aproximadamente 100 ciudadanos bolivianos por mes, de los
cuales todos vienen, conforme a los expedientes de radicación, para trabajar y
escolarizan a sus hijos”.
“Una vez ingresados, a través de la nueva Ley de
Migraciones, tienen los mismos derechos y obligaciones que los nacionales”,
aclaró al funcionaria nacional.
PAÍS
RECEPTOR
No existen datos de números y porcentajes
disponibles acerca de la cantidad de inmigrantes de China, de países del
Extremo Oriente, ni del Cercano Oriente, que cada vez son mayores, a pesar de
la real crisis económica argentina y de su contexto latinoamericano, que no es
de los mejores.
La Argentina es uno de los diez principales
países receptores de población migrante en toda América latina y el Caribe,
junto con Venezuela, México, Brasil, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador,
Chile, Paraguay y Bolivia, según señaló Elena Zúñiga Herrera, representante del
Fondo de Población de las Naciones Unidas.
En tanto, los diez principales países emisores de
migrantes en América Latina y el Caribe son México, Colombia, Cuba, Brasil, El
Salvador, Ecuador, Perú, República Dominicana, Haití y Jamaica.
Según destacó Zúñiga Herrera en un informe
titulado "El derecho a la salud no tiene fronteras", en 2010 en
América Latina y el Caribe se registró que el 5,2 por ciento de la población
(es decir 30,2 millones de personas) era migrante.
A continuación, una nota que muestra la
problemática desde el área de la salud:
EL DERECHO A LA SALUD NO TIENE FRONTERAS
Elena Zúñiga Herrera (Representante
del Fondo de Población de las Naciones Unidas en EL Salvador)
Históricamente, América Latina y el Caribe fue
destino de millones de migrantes que dejaron sus países tras guerras mundiales,
conflictos civiles y persecuciones discriminatorias de raza, origen étnico,
color y religión entre otras.
En 2010, en América Latina y el Caribe se
registró que el 5.2 por ciento de la población (30.2 millones de personas) era
migrante. Los 10 principales países emisores de migrantes en América Latina y
el Caribe son México, Colombia, Cuba, Brasil, El Salvador, Ecuador, Perú,
República Dominicana, Haití y Jamaica; mientras que los 10
principales países receptores son Argentina, Venezuela, México, Brasil, Costa
Rica, República Dominicana, Ecuador, Chile, Paraguay y Bolivia
La migración internacional plantea grandes retos
a todos los países del área, tanto a los de destino como a los de tránsito y a
los de origen del flujo de migrantes. Por ejemplo, este fenómeno incide en la
salud de las y los migrantes y sus familias, situación que demanda de
respuestas intersectoriales e interestatales. Particularmente, la juventud y
las mujeres migrantes tienen acceso limitado a los servicios de salud, en
especial los preventivos, y no cuentan con la información adecuada sobre su
derecho a la salud sexual y reproductiva.
La salud sexual y reproductiva es un derecho
intrínseco al ser humano, reconocido por todas las naciones en diversos
instrumentos internacionales. Sin embargo, tras el cruce de las fronteras, la
población migrante suele encontrar diversos obstáculos para ejercerlo, tales
como barreras económicas, legales, sociales y culturales.
En términos generales, en los países de destino,
los derechos de las y los migrantes no suelen ser igualmente reconocidos que
los de la población nacional. Incluso, en los países donde en términos
jurídicos se reconoce la igualdad de derechos entre la población migrante y la
nacional, al acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, VIH/SIDA y violencia
sexual presenta diversas restricciones, que van desde el idioma y otras
barreras culturales, como horarios inadecuados, desconocimiento y restricciones
jurídicas.
La migración indocumentada ha sido la modalidad
predominante en los flujos migratorios de las últimas décadas, y es en este
contexto que las y los migrantes, particularmente mujeres y jóvenes, sufren los
mayores riesgos de salud. Rutas migratorias como la Centroamérica hacia los
Estados Unidos, es de tan alta vulnerabilidad, que entre los migrantes se le
conoce como la ruta de la muerte.
En dicho trayecto y de acuerdo a un informe de
Amnistía Internacional (2010) las personas migrantes corren un alto riesgo de
ser víctimas de asalto, extorsión, abuso físico y sexual, secuestro,
desaparición y hasta la muerte. El mismo informe reporta que seis de cada 10
mujeres y niñas migrantes que pasan por el sur de México sufren violencia
sexual.5 Como respuesta a la creciente demanda de servicios de salud sexual y
reproductiva, prevención del VIH/SIDA y violencia sexual en mujeres y jóvenes
migrantes, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) inició en 2008,
con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo (AECID), la iniciativa regional para América Latina y el Caribe
“Salud Reproductiva para Jóvenes y Mujeres Migrantes” cuyo objetivo central es
la ampliación del acceso de la población migrante a los servicios de salud
sexual y reproductiva, incluyendo la prevención del VIH/SIDA y de la violencia
sexual, en las fronteras entre Argentina y Bolivia, Ecuador y Colombia, Costa
Rica y Nicaragua, México, Guatemala y El Salvador(incorporado recientemente), y
Haití y República Dominicana.
Con esta iniciativa, el UNFPA contribuye con
gobiernos y en particular con Ministerios de Relaciones Exteriores, Ministerios
de Salud y organizaciones de la sociedad civil, en la construcción de
respuestas interinstitucionales e interestatales que garanticen el derecho a la
salud sexual y reproductiva y salvaguarden la dignidad humana de mujeres y
jóvenes, que tienen en común el anhelo de mejorar su calidad de vida y la de su
familia y de contribuir al progreso y desarrollo de las naciones involucradas.
Fondo de Población de las Naciones Unidas
Oficina Regional para América Latina y el Caribe,
UNFPA-LACRO
Gonzalo Crance, Edificio 180. Clayton, Ciudad del
Saber.
P.O. Box 0843-03045. Ciudad de Panamá, República
de Panamá.
+ 507 305-5500. Fax + 507 305-5511
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