Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 03 de Febrero del año 2012 - 1086
INTRODUCCIÓN: Publico este importante artículo del gran
luchador católico y anticomunista cubano, ArmandoValladares, sobre el próximo
viaje de Benedicto XVI a Cuba. Comparto su desolación por el significado de ese
viaje, el segundo de un Papa, cuya consecuencia, al igual que el primero
realizado por Juan Pablo II, será el fortalecimiento del régimen tiránico de
Castro.
El desaliento que sintieron los cubanos presos en las
inmundas mazmorras del régimen, al ver que Juan Pablo II no se ocupaba de ellos
ni de la libertad de todo el pueblo cubano, será reduplicado si se cumple el
programa de esta nueva visita papal, esta vez de Benedicto XVI. Nuevamente
ignorará a los cautivos de la tiranía y aceptará implícitamente la
"revolución" castrista pues "realizará una visita de cortesía al
presidente del Consejo de Estado y del Consejo de los Ministros de la República
en el Palacio de La Revolución, de La Habana" y luego "celebrará la
Eucaristía en la Plaza de La Revolución y se despedirá de Cuba por la tarde
para regresar a Roma".
O sea, dos veces se enrola bajo la nomenclatura oficial del
régimen comunista y ni una sola vez visitará a los presos políticos ni tampoco
recibirá a sus desdichadas familias. Espantoso. ¿Cómo interpretar este horror de acuerdo a la doctrina
católica?
Cosme Beccar Varela
* * *
El viaje de Benedicto XVI a Cuba: esperanzas y
preocupaciones
Por Armando F. Valladares, Miami (FL), 01 de enero de 2012
armandovalladares2011@gmail.com
El próximo 26 de marzo S.S. Benedicto XVI llegará a la
isla-cárcel de Cuba para una visita de tres días. El dictador Raúl Castro
prometió que el Pontífice será recibido con "afecto" y
"respeto"; y se apresuró a anunciar el indulto de 2.900 presos, de
los cuales solamente 7 son presos políticos. Por su parte, el portavoz de la
Santa Sede, P. Federico Lombardi, declaró que Benedicto XVI "desea
mucho" conocer Cuba y que ese viaje será "ciertamente" uno de
los principales acontecimientos de 2012.
Es explicable que el anuncio de la visita papal a un país
subyugado por un régimen comunista, especialmente cruel y represivo, que acaba
de cumplir 53 interminables años, despierte sentimientos de esperanza en el
sentido de que contribuya a obtener la libertad de 11 millones de cubanos.
No obstante, similares expectativas se abrieron en 1998 por
ocasión del viaje a Cuba de S.S. Juan Pablo II; pero el régimen supo
capitalizar publicitariamente la visita, lo cual contribuyó para que los
jerarcas comunistas continuasen en el poder. Esa constatación provocó en no
pocos defensores de la libertad, contrarios al socialismo, una desilusión y un
sentimiento de frustración que se prolongan hasta hoy.
En estos momentos, la natural preocupación de muchos
cubanos, de la isla y del destierro, es que una situación similar pueda
repetirse con este segundo viaje de un Pontífice a Cuba. El propio secretario
de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), monseñor José Félix
Pérez Riera, reconoció que el viaje de Benedicto XVI podrá traer para el desdichado
pueblo cubano un "respiro de libertad", pero se apresuró a descartar
consecuencias políticas de la visita papal. Los Pastores cubanos se han
encargado de mantener, durante las últimas décadas, una lamentable y
persistente política de colaboración con los lobos que oprimen al rebaño.
Esa natural preocupación de numerosos cubanos se ve
confirmada por el hecho de que, ante la perspectiva del viaje papal, el régimen
esté anunciando cambios "cosméticos" que impresionan a ciertos
ingenuos o desconocedores de la realidad cubana, pero que en el fondo no
modifican la naturaleza criminal del régimen.
Hasta hace pocos días existía, por ejemplo, la expectativa
de que el gobierno comunista levantara o atenuase la severa prohibición de
entrar y salir libremente de la isla, lo cual configura uno de los motivos por
los cuales Cuba continúa siendo una isla-cárcel. Pero el propio Raúl Castro
acaba de aplazar esa perspectiva de flexibilización, reconociendo en la más
reciente sesión de la Asamblea Nacional que no puede ceder en ese punto medular
porque con él está indisociablemente en juego "el destino de la
Revolución".
En materia de libertad religiosa, el régimen alardea, y los
Pastores aplauden, que la Constitución cubana "reconoce, respeta y
garantiza la libertad religiosa" (artículo 55). Pero poco o nada se habla
sobre la existencia del artículo 62 de la propia Constitución que se encarga de
retirar aquello que en apariencia se acaba de conceder. En efecto, el referido
artículo advierte que "ninguna de las libertades" constitucionales
puede ejercerse "ni contra la existencia y fines del Estado socialista, ni
contra la decisión del pueblo (sic) cubano de construir el socialismo y el
comunismo". Y se añade, en una amenaza explícita, constantemente llevada a
la práctica, que "la infracción de este principio es punible". El
régimen está dispuesto a tolerar solamente un tipo de religiosidad que tenga
efectos anestésicos sobre las conciencias, una religiosidad que no deje al
descubierto que el comunismo es una doctrina diametralmente contraria a los
Mandamientos de la Ley de Dios.
Esa preocupación de cubanos de dentro y fuera de la isla con
las perspectivas del viaje papal se ve reafirmada delante de las palabras con
las cuales Benedicto XVI recibió las cartas credenciales del actual embajador
cubano ante la Santa Sede. El Pontífice llegó a elogiar el
"internacionalismo" cubano, que en realidad fue el instrumento
responsable por tanta sangre y lágrimas derramadas en América Latina y África.
En la ocasión, el Pontífice destacó como ejemplos de los pretendidos beneficios
del internacionalismo cubano la "alfabetización" y la
"salud".
No obstante, tal como la propia Constitución cubana lo
reconoce, y los hechos lo comprueban, esos tan publicitados logros no son sino
dos tenazas satánicas de control psicológico, mental y social de niños, jóvenes
y adultos en Cuba y en otros países donde han sido aplicadas.
Por fin, esa preocupación se intensifica si se considera el
procastrismo demostrado por el Cardenal Tarcisio Bertone, actual Secretario de
Estado de la Santa Sede, durante tres viajes a la isla-cárcel, el primero de
ellos en cuanto Arzobispo de Génova, y los dos más recientes en su condición de
Secretario de Estado. Ya en su primer viaje a la isla-cárcel, el Cardenal
Bertone, después de una larga entrevista con Fidel Castro, tejió loas a la
"notable lucidez" del tirano, expresó su convicción de que en él
habría "crecido el respeto por la religión" y el "aprecio por la
Iglesia", y remató, contrariando todas las evidencias, que en la
isla-cárcel "la apertura ya es total".
Quiera la Providencia evitar cualquier instrumentación de la
visita por parte de los actuales jerarcas del comunismo cubano. A propósito del
próximo viaje de Benedicto XVI a Cuba, son estas las primeras reflexiones,
sinceras y respetuosas que ofrezco a los lectores.
En cuanto fiel católico cubano, creo que tengo no solamente
el derecho, sino la obligación de conciencia de dar a conocer estas
consideraciones. Ya lo he dicho, y lo reitero en esta nueva coyuntura de la
vida de la Iglesia y de Cuba, que se aproxima. Tengo un compromiso con aquellos
jóvenes mártires católicos que murieron en el "paredón" de la
siniestra prisión de La Cabaña gritando "¡Viva Cristo Rey! !Abajo el
comunismo!", verdaderas proclamas de Fe, de heroismo y de martirio que aún
resuenan en mis oídos, y en los oídos de tantos ex presos políticos
sobrevivientes de La Cabaña, como si fuera hoy. Tengo, sí, un compromiso de
honra con mis amigos asesinados en la prisiones castristas; con la lucha por la
libertad de mi Patria; con la Historia; y, por encima de todo, con Dios y con
la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.
Armando Valladares
Escritor, pintor y poeta. Pasó 22 años en las cárceles
políticas de Cuba. Es autor del best-seller "Contra toda esperanza",
donde narra el horror de las prisiones castristas. Fue embajador de los Estados
Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones
Reagan y Bush. Recibió la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award
del Departamento de Estado. Ha escrito numerosos artículos sobre la
colaboración eclesiástica con el comunismo cubano y sobre la
"ostpolitik" vaticana hacia Cuba.
Destaque Internacional - Año XIV - No. 336 - Madrid - San
José de Costa Rica - Santiago. 01 de enero de 2012.
Referencias:
Cuba: el preso político y el Pastor-carcelero (2011)
http://www.cubdest.org/1106/c1102card.html
Beatificación de Juan Pablo II y Cuba: dilema de conciencia
para los católicos cubanos (2011)
http://www.cubdest.org/1106/c1104jpii.html
Benedicto XVI: ¿"beatificación" del
internacionalismo castrista? (2010)
http://www.cubdest.org/1006/c1001benedicav.html
Diplomacia vaticana y episcopado cubano:
¿"mediación" o "salvamento"? (2010)
http://www.cubdest.org/1006/c1006mambertiav.html
Embajador cubano ante la Santa Sede: mentira, fraude y
sangre de mártires (2010)
http://www.cubdest.org/1006/c1002embcubav.html
Benedicto XVI y el viaje a Cuba del cardenal Bertone (2008)
http://www.cubdest.org/0806/c0803av.html
Cuba: el Lobo y los Pastores celebran encuentro
"constructivo y amistoso" (2005)
http://www.cubdest.org/0512/c0511val.html
Cardenal Bertone-Cuba: el Pastor “bendice” al Lobo (2005)
http://www.cubdest.org/0512/c0510bertoneav.html
NOTA: Le ruego leer el artículo de Valladares sobre el nuevo
asesinato de un heroico anticomunista, esta vez el joven Wilman Villar. El
artículo está publicado en el nro. 3884 del “Correo del Lector” de
www.labotellaalmar.com bajo el título. “Cuba: Wilman Villar: infierno cubano y
silencio vaticano”. Completa éste que aparece más arriba.CBV
e-mail: correo@labotellaalmar.com
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