En la foto: El soldado
Carlos Mihalfi
La ideología gubernamental sobre Malvinas es exhibida sin tapujos por
un comunicado de prensa emitido por la Embajada de Argentina en Uruguay el día
27 de marzo pasado.
En dicho comunicado se aborda una visión desviada sobre la cuestión
Malvinas, cargada de ideologismos e incluso de mentiras.
Parece que en poco tiempo más se escuchará la versión, que siempre todo el mundo tuvo ya desde el conflicto bélico, que en realidad los soldados no eran ni combatientes ni estaban en guerra, sino que fueron víctimas de un plan sistemático de los militares para acabar con la clase 1963... simplemente porque se les ocurrió ¿Usted nunca escuchó semejante cosa? ¡Qué extraño, porque dentro de poco el Gobierno dará esa versión oficial, y todos los medios de prensa la reproducirán sin chistar! A los veteranos de guerra no les corresponderá más una pensión por ese motivo, sino una indemnización del Estado por ser víctimas de la represión...
¿Acaso es esta la vía de fortalecer el patriotismo y de enfrentar la situación con Inglaterra? ¿Cuánto más nos someterán los británicos y el poder mundial, mediante sus administradores que hoy nos gobiernan?
Es importante saber que la Embajada que emitió el comunicado que más abajo se transcribe, depende del Canciller: el sionista Héctor Timerman, quien al momento de integrarse al servicio diplomático argentino tenía ciudadanía... israelí.
A continuación, se reproduce el comunicado de prensa referido:
Comunicado de prensa
Embajada de la República
Argentina en Uruguay
27/03/2012
TEMA: “MALVINAS” Rescatando la
Gloria del soldado Mihalfi
El día 29 de marzo del corriente,
a las 15 hs en la Sede de la Embajada Argentina en el Uruguay, sito en la calle
Cuareim 1470 , Montevideo, se realizará
un acto en donde se agasajará al soldado ex combatiente de Malvinas Mihalfi
Carlos Norberto (Regimiento de Infantería Mecanizada Nº 3 de la Tablada), y se
le hará entrega de su condecoración y otras pertenencias recuperadas por la
Embajada Argentina en el Uruguay, condecoración que se encontraba hace años en
una casa de empeños. con la presencia
del Sr. Embajador Ing. Dante Dovena, la prestigiosa periodista Natasha Niebieskikwiat autora del libro “Lagrimas de Hielo” que se
presentará el 4 de abril en la argentina, y el ex combatiente de Malvinas
Silvio Katz.
EL REENCUENTRO DE MIHALFI CON SU
MEDALLA Y EL DESTINO DE ÉSTA DE SER ENCONTRADA.
El Asesor Dr. Victorio Pirillo del
Embajador Argentino en el Uruguay Ing. Dante Dovena, en su hora libre del
almuerzo accidentalmente en una galería, más precisamente en una Casa de
Empeños situada en la calle 18 de julio 976 en la ciudad de Montevideo; en
medio de centenares de medallas y condecoraciones de todos los países que
ocupaban los lugares principales de la vidriera. Como guiada por algo, o por
alguien, la mirada fue instintiva hacia
una minúscula medalla argentina que tenia las dos islas con una bandera
Argentina. Despertada la curiosidad del mismo se introdujo al local e indagó al
propietario sobre la procedencia y autenticidad de la misma. El comerciante contestó que la medalla era
auténtica, exhibió su correspondiente certificado que así lo acreditaba y dijo
que su dueño se había ido a vivir a la India. El Dr. Pirillo molesto le
preguntó ¿por qué esa medalla está ahí, y no en manos de su dueño? El comerciante respondió que había sido
empeñada hacía años por el propio Carlos
Mihalfi, su propietario cuyo nombre estaba grabado al dorso de la misma,
recordando que éste le había dicho que la falta de reconocimiento del Estado
Argentino y de la sociedad argentina, mas una serie de frustraciones personales
fueron en gran parte el motivo de desprenderse de esta. Inmediatamente Victorio Pirillo procedió a darle un informe
completo al Embajador Dante Dovena, diciéndole que “esa medalla tiene que estar
en casa, y no en una casa de empeños”, a lo cual el Embajador inmediatamente
sin dudarlo ordenó y dijo “Te hago responsable de la recuperación de esa
medalla y te doy el dinero en forma personal para que la compres”.
INICIO Y NARRACIÓN DE LA BUSQUEDA
Pirillo tomó los datos, y antes
de comenzar la búsqueda le dijo al comerciante “de ser veraces los datos
respectos de esa medalla la misma tiene solo tres destinos, el dueño, su
familia o estar en casa que es mi patria, Argentina”. Así comenzó la búsqueda
del soldado Mihalfi. Pirillo se presentó en el Ejercito Argentino y consultó el
padrón de veteranos de guerra, donde constató la veracidad de la información,
principalmente la de haber pertenecido al Regimiento de Infanteria Mecanizada
Nº 3 de la Tablada. Luego trató de ubicarlo en distinto lugares sin resultado
positivo, se acerco a Mataderos donde figuraba estar empadronado y otras direcciones
más, sin éxito alguno. Esta búsqueda que comenzó a mediados de diciembre de
2011, tuvo sus frutos hace solo días en el Uruguay donde se logró contactar
telefónicamente con la madre (después de muchas veces sin tener éxito) quién
luego de una pequeña introducción se le informó que teníamos la medalla de su
hijo. Lo cual se emocionó a tal punto de quebrar su voz. El Dr. Pirillo les
comunico que quería entregar la medalla
a sus padres, atento que hacía meses que buscaba a Mihalfi y no lo podía
encontrar; ella contestó ¿Usted hizo todo esto por mi hijo?¿Le gustaría hablar
con mi hijo? A lo que contesto “Obviamente”. “Entonces hable aquí con él por
que se encuentra a mi lado”. Rápidamente
se puso en línea Carlos Mihalfi y se produjo un silencio. Pirillo le narró todo
nuevamente como había sido, como llegó a la medalla y como llego hasta él. A lo
que Mihalfi respondió con la voz quebrada “Te digo a vos, y decile al Embajador
Dante Dovena que Ustedes y solo algunos pocos hicieron por mí, lo que el Estado
y la sociedad Argentina no hizo”.
En ese momento se le hizo saber
que el día jueves 27 de marzo de 2012 se le hará entrega de la medalla y objetos personales recuperados
que se encuentran en custodia en la Embajada Argentina, con la presencia del Sr.
Embajador Ing. Dante Dovena, la prestigiosa periodista Natasha
Niebieskikwiat autora del libro
“Lagrimas de Hielo” que se presentará el 4 de abril en la argentina, y el ex
soldado Silvio Katz.
Mihalfi entre su paso por la
tortura, su crónica de guerra y el reencuentro con su medalla.
Su testimonio es uno de los
tantos rostros, de una guerra cruel y tan cercana donde aún persisten capítulos
oscuros que no han dado a la luz y permanecen sin escribir.
Carlos Mihalfi quien a los 7 años
de edad emigro junto a sus padres al Uruguay, al momento de tocarle el servicio
militar regreso al país siendo destinado al Regimiento de Infantería Mecanizada
Nº 3 de la Tablada. En sus crónicas relata su amor a la patria, su orgullo de
defender la bandera y parte del territorio Argentino como son las Islas
Malvinas.
Partimos cantando.
“Cuando supimos que se confirmaba
nuestra partida para las Islas el 11 de abril, nos pusimos a cantar, había
mucha emoción y sentíamos mucho orgullo. Del otro lado de la verja del
regimiento, eran miles y miles de argentinos que nos saludaban con sus
pañuelos, mientras salíamos en tandas al aeropuerto del Palomar. De allí en
avión a Rio Gallegos, y luego embarcamos hacia las Malvinas, eso fue el 11 de
abril. Nuestra primera misión fue bordear Puerto Argentino, con una caminata de
casi 80 kilómetros con equipo completo a nuestras espaldas, donde por la noche
montamos el campamento, hasta el primer puesto llevó mi nombre, Puesto Mihalfi.
Fuimos atacados más de una semana seguida, ininterrumpida por el fuego pesado
de la artillería pesada de los buques británicos. Nosotros no podíamos
responder el fuego hasta que la aviación argentina nos trajo dos cañones de 155
mm. Al tiempo vi con mis propios ojos como varios proyectiles de nuestra
artillería pegaron en un buque ingles y el mismo empezó a echar un penacho de
humo, todos estábamos exaltados.” Entre otros relatos concernientes de la
acción bélica. Estas declaraciones se hicieron durante el gobierno militar, no
se sabe si bajo presión del mismo.
Cuando el enemigo resulta ser
también un compatriota. La tortura de oficiales argentinos hacia conscriptos.
El sufrimiento de Mihalfi y
de Katz agravada por su condición de
Judío
Silvio Eduardo Katz nació en
Buenos aires el 8 de Diciembre de 1962. Al momento de la convocatoria de la
guerra de Malvinas se encontraba en el regimiento III de infantería mecanizado
General Belgrano, en la Tablada, donde se hallaba cumpliendo el servicio
militar obligatorio.
El 11 de abril llega a Malvinas. Hace
noche cerca del puerto y al día siguiente le indican su destino definitivo:
Bahia Elefante, frente al océano, donde teóricamente iban a desembarcar los
ingleses.
La compañía estaba integrada por
más de 200 personas la mayoría conscriptos.
Durante su estadía dormía en
pozos que el mismo había cavado, los cuales, en menos de una semana, se
llenaban de agua. Por esa razón debían dormir 4 soldados pegados o sentados, en
un agujero de 2 por 2 metros.
Por esos días el jefe de sección
responsable de Katz-y de aproximadamente 70 personas mas- ordenaba la forma de
distribuir la comida a 2 soldados.El alimento se componía de “agua con 2 o 3
arvejitas”. El superior exigía no darles al resto de los soldados el guiso
porque era para el y para el resto de los suboficiales.
Katz recuerda que estaban muy mal
equipados, razón por la cual pasaban mucho frío todo el tiempo.
A los soldados les habían
recomendado cambiarse las medias diariamente, pero el superior no se lo pemitia
a Katz que, al tiempo de estar en las islas sufre una ulceración en los
tobillos.
Cuenta el excombatiente: ”Durante
la guerra un día fui con un soldado llamado Carlos Mihalfi a un supermercado de
las islas, con plata argentina que habíamos juntado entre los soldados, para
comprar comida para todos porque estábamos pasando mucho hambre. Al regresar me
descubrieron y, por orden de mi superior, me quitaron la ropa y me estaquearon
varias horas. Mas tarde hicieron lo mismo con Carlos Mihalfi, al que le
pusieron una granada en la boca y le sacaron el seguro, con lo cual si se le
caía la granada explotaba y nos mataba a los 2”.
Mihalfi estuvo con la granada en
la boca durante varias horas.”Antes de estaquearnos les ordeno a unos soldados
que nos pegaran a Mihalfi y a mí; y ya estaqueados –cuenta Katz- el superior
obligo a otros soldados a mearnos a Mihalfi y a mi.
“Habitualmente nos obligaban a ir
a un pozo, que nosotros lo llamábamos el “pozo de los lamentos”. Ese pozo
estaba lleno de agua congelada, ahí nos ordenaba meter las manos y los pies por
más de media hora. A mi siempre me hacia salir ultimo. Yo era perseguido con
más saña por mi condición de judío” afirma Katz.
Las torturas, vejaciones y
humillaciones no terminaban ahí.Cuenta el ex soldado que en otra ocasión:”Mi
superior obligo a todos los soldados a su cargo a comer mierda del pozo donde
hacíamos nuestras necesidades. Cierta vez tiro la comida del día en ese pozo y
nos ordeno que comiéramos la comida mezclada con la mierda. Nos exigió poner
las manos detrás de la espalda, por lo que debíamos comer sin las manos como si
fuéramos animales.
Jefe de Asesores de la Embajada
Argentina
en Uruguay Dr. Victorio Pirillo
155-179-0929
Prensa y Difusión
Miguel Angel Sosa 155-028-7523
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