Por Tcnl José Javier de la Cuesta Ávila
(LMGSM 1 CMN 73)
Los Liceos Militares se han convertido en
escuelas de excelencia por sus calidades educacionales que se complementan con
la "educación militar" como forma de vida.
Los Liceos Militares constituyen uno de
los programas educacionales mas destacados en nuestro país y ha dado como
resultado una cantidad de apreciable de egresados que han contribuido con
su formación de excelencia a la sociedad argentina. Casi tres cuartos de siglo
en actividad, con un despliegue zonal adecuado, son muestra de una de las
acciones afortunadas y reconocidas de las Fuerzas Armadas, como contribución al
desarrollo y fortalecimiento de la sociedad, que debe ser destacada y aplaudida
por la comunidad. El desconocimiento de sus orígenes y la evolución, concretada
acompañando las características de los cambios, en alguna ocasión, ha puesto en
duda sus relevancias, dejando como sedimento algunas dudas que el
inconcluso debate no respondió. Este trabajo, sin querer sentar doctrina,
quiere relatar sobre el origen, formación y adecuación de estos institutos,
contribuyendo, de esta manera, a su justa evaluación y, consecuentemente,
posible incremento, como fruto de sus resultados, para que una mayor cantidad
de estudiantes puedan gozar de sus indudables ventajas.
Es de destacar que, los liceos
militares, no son institutos educacionales solo en Argentina, ya que existen
escuelas y colegios similares en la mayoría de los países, pero, cada uno de
ellos, tienen un perfil distintivo y característico, que los hace parecidos,
pero no iguales, que los destaca entre si y les confiere especial personalidad.
Sin embargo, se encuentra en todos algo esencial, que hace a ellos mismos y que
es la "educación militar". Según el Ministerio de Defensa de Méjico, "la educación militar es un proceso de transformación
física, mental y cultural de hombres y mujeres para lograr que voluntariamente
convencidos y comprometidos, entreguen al país y sus instituciones su lealtad,
capacidad, habilidades, inteligencia y la misma vida, si fuera necesario, en el
cumplimiento de los deberes que impone el servicio de las armas". La experiencia educativa
mundial, reconoce en la "formación militar", sus bases como enseñanzas
de "orden, disciplina y liderazgo", que son esenciales para los ejércitos,
pero que adquieren cada vez mas relevancia en la conducción de todo tipo de
organizaciones. Pese a los avances de la "Cibernética", con su
amplitud creciente de actividades que se "digitalizan", los seres
humanos siguen siendo el elemento indispensable en todas las
realizaciones y, no basta con tener los "conocimientos", sino que se
requiere de la habilidad para su aplicación. Esta calidad, no es solo
intelectual, sino que tiene una esencia espiritual, que se especifica como la
moral y la ética, que se origina en la familia y se perfecciona en las
escuelas, lo que lleva a buscar en las personas un basamento formativo
especifico, que podrá estar contenido en una "formación religiosa" o
una "formación laica" pero que también puede ser encontrada en la
"formación militar". Debemos aclarar que, esta "formación
militar" que es clásica para el personal de las fuerzas armadas, tiene
directa e inmediata aplicación en los mas diversos ámbitos de las actividades
civiles, tal como será fácil comprobar en los resultados y efectos logrados por
los Liceos en sus estudiantes.
La "formación" sea ella laica,
religiosa o militar, tiende a desarrollar una "conducta de vida" en
la que privaran, según su objetividad, factores éticos y morales que serán los parámetros
dentro de los cuales los actos y acciones se concretaran.
Esta relación formativa, ha
evolucionado a lo largo de los tiempos, de la misma manera que cambia la
sociedad y, en particular, la guerra, que adquiere nuevas formas y características,
lo que, lógicamente, influye sobre los alcances, métodos, objetivos y
finalidades que se implementan para lograr la educación militar. La educación
militar tiene, básicamente, un componente técnico, que es el que mas
evoluciono, uno cultural que se ajusta a los cambios sociales y, finalmente,
uno espiritual o psicológico que mantiene una permanencia casi inmutable,
y que, finalmente, constituye la esencia que caracteriza a cada
ejercito dentro del consorcio mundial de las naciones. Esta aseveración,
se muestra tomando comparativamente a militares de diferentes países que, si
bien pueden estar equipados de la misma forma y, aun, se ajustan a una
misma doctrina, son absolutamente diferentes. Esta caracterización se denomina
"espíritu militar", tiene raíces en la historia y sigue la evolución
cultural de la sociedad de la que se forma parte. Los ejércitos son parte de la
sociedad de la que se nutren en su personal y a la que integran absolutamente,
como una "herramienta" de la defensa de la soberanía, pero ellos no
lo son todo en este accionar, ya que los conflictos que en el pasado eran clásicamente
armados, en el presente adquieren las mas variadas formas lo que involucra a
los mas distintos aportes, claro esta, que todos bajo la misma e idéntica vocación
de sustento de la Patria.
Para evaluar lo que estaba
pasando en aquel entonces, en el Siglo XX, cuando se piensa en los
Liceos Militares, es interesante recordar que en aquella época el
Mundo había salido de la I Guerra Mundial (1914/18) que estaba en desarrollo la
temática de la "nación en armas", nuevos conceptos sobre la "movilización",
todo ello dentro de renovadoras posiciones sobre la "defensa
nacional". Este mismo proceso, aparecerá en la segunda mitad de la década
del 1940, como resultante de las experiencias de la II Guerra Mundial (1939/45)
y siguen influyendo en el presente, ante las nuevas formas de agresión, tecnologías,
etc. Como vemos, la temática de los Liceo Militares no puede ser tratada
particularmente. Si no se la inscribe en los mutantes escenarios sociales y
militares del Mundo y nuestra sociedad.
La primer idea sobre formación
de estudiantes secundarios en el ámbito militar, como una necesidad de la movilización,
aparece en el año 1936 y esta contenida en una conferencia dictada por el
entonces Jefe del Estado Mayor del Ejercito, General de División Ramón Molina,
que dice así: (Circulo
Militar - 3 julio 1936) "Con los criterios expresados, las líneas
generales del régimen propuesto (Un Colegio Militar único para el personal de
carrera y los reservitas) serian a) El Colegio Militar se denominaría Colegio Nacional
Militar, comprendiendo 3.000 alumnos, costeados por el Estado, repartidos en
cuatro cursos, con plan de estudio de los tres últimos años del bachillerato
(los años anteriores deben llevarse aprobados al ingreso) con materias e instrucción
militar adecuadas en cada curso, con egreso a la vida civil de los bachilleres,
con derecho a entrada directa a las facultades universitarias, y grado de
subteniente de la reserva, los mejores alumnos, en numero necesario para llenar
las vacantes del año en el Ejercito, serán hechos oficiales de carrera, después
de cursar un quinto año de estudios exclusivamente militares, b) Los
oficiales de carrera tendrán diferentes escuelas militares que deberán seguir
en el transcurso de su vida profesional, c) Los oficiales de reserva duraran 26
años en obligación, reglamentándose convenientemente llamados a periodos
de instrucción y la forma de ascenso pudiendo llegar al grado de teniente
coronel inclusive (*). Además se les proporcionara ventajas en su porvenir, por ejemplo, facilitando su
ingreso en la administración nacional para hacer mas provechosa esta situación
para los que a ella se acojan. (**). Es interesante recordar
que en ese mismo tiempo tenemos figuras preclaras en los desarrollos generales
del país, alguna de origen militar, como el General Agustín P. Justo, y que los
temas de evolución general se encuentran en el debate de la mayoría de los
dirigentes que entienden que el Mundo se acelera para encontrar futuros.
En tanto, la obra
del nuevo edificio para el Colegio Militar en El Palomar, que había
comenzando en el año 1917, había llegado a un nivel que permitiría su traslado
desde los cuarteles en San Martín, tanto que el 23 de diciembre de 1937 se
realiza la graduación de la Promoción CMN 63 y en 1938
comienzan todos los cursos en las nuevas instalaciones. De esta manera, los
tradicionales edificios de San Martín quedaban libres, sin un destino
manifiesto, pese a que algunos ya pensaron que podrían ser utilizados para
un futuro Colegio Nacional Militar, como lo muestra el Decreto 123, 276 (8
enero 1938) cuyo texto expresa con claridad el sentido de esta acción, señalando
lo siguiente:
CONSIDERANDO:
Que los excelentes resultados alcanzados
en la educación e instrucción de los cadetes del Colegio Militar ponen de
manifiesto la conveniencia de que dichos beneficios alcancen paulatinamente a
la juventud que cursa estudios secundarios,
Que esta educación e instrucción solo puede
asegurarse en internados que con régimen semejante al que tiene el Colegio
Militar aseguren el debido control de los alumnos,
Que hay conveniencia en que dichos institutos se
mantengan bajo la dependencia del Ministerio de Guerra para asegurar así la
continuidad del régimen que puede señalarse como modelo no solo en cuanto se
refiere a la enseñanza, sino también a lo que se refiere a la educación física
y moral,
Que trasladado el Colegio Militar a sus nuevos
edificios queda disponible el actual local, el cual con algunas modificaciones
puede adaptarse al fin propuesto.
EL PRESIDENTE DE LA NACION Decreta
Articulo 1ro. Crease el Colegio Nacional Militar bajo la dependencia del
Ministerio de Guerra incorporado a la enseñanza secundaria.
Articulo 2do. El Colegio Nacional Militar funcionara como internado y
desarrollara y desarrollara los planes de estudio vigentes en los Colegios
nacionales quedando habilitado para expedir el titulo de Bachiller. El régimen
interno del Colegio Nacional Militar se establecerá tomando como base el del
Colegio Militar.
Esta decisión, en
cierta medida, modifica el objetivo básico de la propuesta del Gral Molina
ya que separo a los estudiantes civiles de los militares y dejo sin efecto
el ingreso de todos como becarios de ahí el comentario que
realiza en su libro (**). Sin embargo, analizando el desarrollo, vemos
que la realidad se impuso, ya que a Liceos Militares ingresan estudiantes
que luego siguen la carrera militar (***) con una mayoría que permanecen en las
actividades civiles. Se entiende que debe ponerse énfasis en esta situación
generalmente desconocida u oculta por razones de negatividad, y es que los
Liceos Militares forman más civiles que militares y que ellos no son orgánicamente
el inicio de ninguna de las carreras de las armas. Más diríamos, que el hecho
de "experimentar" la característica del "régimen militar",
hace que aquellos que no tienen una profunda vocación se decidan por la vida
civil.
La designación del Cnl. Ernesto
Florit como Director, acompañado por el Tcnl. Aníbal Suárez Girado como Subdirector y Jefe
del Cuerpo y el Profesor Valentín Mestroni como Jefe de Estudios,
tiene un efecto importante que se evidencia con la adopción de un nuevo nombre,
es decir "Liceo Militar General San Martín" (****) y la estructuración
del instituto con los "usos y costumbres" del Colegio Militar y la
"metodología" de enseñanza derivada de la "Escuela Nacional de
Profesores Mariano Acosta", de donde proviene Mestroni como así también la
mayoría de los preceptores y profesores. Puede decirse que, a partir del
ingreso de los primeros estudiantes el 3 de abril de 1939, los Liceo Militares
en general adquieren el perfil que los haría especiales y característicos en
los ámbitos de la educación del país. La "matriz" formativa del Liceo
Militar Gral. San Martín fue aplicada con éxito tanto en los dependientes del
Ejercito, como los de la Armada Nacional y la Fuerza Aérea, como también
los organizados por la Gendarmería Nacional y la Policía Federal.
El éxito logrado con estas casas de
estudio, regenteadas por las Fuerzas Armadas, se evidencia los la creación de
nuevos Liceos en diversas provincias. Es así que tenemos
al Liceo Militar Gral Paz (Córdoba - 25 ago
1944), Liceo Militar Gral. Belgrano (Santa Fe - 1 abril 1947), Liceo Militar
Gral. Espejo (Mendoza - 26 agosto 1947), Liceo Militar Gral. Araoz de Lamadrid
(Tucumán - 2 noviembre 1979) y Liceo Militar Gral. Roca (Cdo. Rivadavia - 7
octubre 1966) debiendo además incluirse el Liceo Naval Alte Brown
y el Liceo de Aeronáutica. Los estudiantes de los liceos han alcanzado los mas
elevados cargos en los gobiernos de la Nación y las provincias, se han mostrado
como ejemplares en el campo de la cultura, la economía y las ciencias y
muchos de sus nombres representan muestra de calidad en las mas diversas
actividades. Puede afirmarse que la educación de los Liceos ha contribuido
excelentemente a la evolución y progreso de la sociedad.
Un ejemplo del valor en el área
de la defensa nacional, que muestra la realidad de los egresados de los Liceos Militares,
se dio a fines del año 1978, cuando Argentina y Chile llegaron a una situación
de beligerancia extrema. En esa oportunidad, fueron convocados, movilizados,
incorporados, y participado en los diversos teatros de operaciones sobre la
Cordillera de los Andes y la Patagonia, decenas de oficiales de la reserva
originados en los Liceos que, con su calidad, dedicación y capacidades, fueron
reconocidos por sus superiores en las diferentes unidades. Los liceístas, ante
aquella situación, dieron muestra no tan solo de su profesionalidad, sino el espíritu
militar que los alentaba ante la obligación patriótica del cumplimiento de su
deber de soldados..
Al correr de los años, debido a
muchos factores, pero, esencialmente la adaptación de los Liceos Militares
a la evolución de la educación y el cambio de doctrinas militares, se comenzó a
introducir modificaciones formarles que, en algunos casos, resultan
estructurales, incorporando, sucesivamente, a la educación secundaria las
posibilidades de la primaria y, luego, la preescolar. De esta suerte los Liceos
a lo, largo del tiempo se han convertido en verdaderos "polos
educacionales" que encuentran su ubicación en los diversos cambios orgánicos
y doctrinarios militares y los avances en la educación general.-
A mediados de la década
del 2000, se considero la posibilidad de terminar con su dependencia
orgánica de las Fuerzas Armadas, lo que motiva un debate más político que técnico
y que, finalmente, termino dejándose sin efecto la anunciada medida. Años mas
tarde, se introducen cambios en el perfil de la "educación militar",
particularmente con relación al régimen y el entrenamiento con armas, y,
consecuentemente, el reemplazo o sustitución de los instructores militares
(personal del cuadro permanente en actividad). Llamativamente, esta
posibilidad, despertó la alarma en los "padres de los cadetes" que,
en las mas diversas formas, señalaron disconformidad con las medidas, lo que
llevo a su semiparalización. La idea oficial se condensa en que se debe dar
"una formación militar mas civilizada" y esta expresada con claridad
en el Diario Pagina 12 (21 feb. 2010) que detalla las medidas programadas y las
justifica según la óptica oficial.
Es de destacar, que la
autoridades en el ámbito fe la Defensa Nacional, han venido realizando cambios
profundos en la organización y la doctrina militar general, con los que se
puede o no estar de acuerdo, pero que, su implementación, afecta la anterior
institucionalidad, creando diferentes objetivos y misiones a los elementos de
las Fuerzas Armadas y, lógicamente, afectan a la existencia y actividad de los
Liceos Militares.
Las Fuerzas Armadas de Argentina, en
los tiempos de paz, han contribuido de las más diversas formas a la evolución
de nuestro país. La educación ha sido una de las contribuciones que mas se debe
destacar. Se recuerda que el Servicio Militar Obligatorio, hoy suspendido,
ofrecía las "escuelas de cuartel" que brindaban a los conscriptos
enseñanzas para aquellos que llegaban como analfabetos. Hoy, las escuelas superiores
de las Fuerzas Armadas están abiertas a los civiles, que pueden completar
carreras de las más diversas con aplicación directa a las diferentes
actividades de la sociedad. Los Liceos Militares deben ser considerados dentro
de este aporte educativo que hemos mencionado. Los mismos, bajo los criterios
sociales actuales, se deben considerar como escuelas de formación de igual rango
que las particulares, religiosas y estatales, con la característica de su
oferta "militar" en sus formas y acciones, que muchas familias desean
sean adquiridas por sus hijos, dándoles así, un determinado mas firme y
concreto basamento para su actuación en la comunidad. La realidad actual (año
2012) es que en los Liceos cursan alrededor de 3.300 estudiantes (1/3 mujeres)
y que la demanda de ingreso se mantiene firme y constante pese a los problemas económicos
del aumento de sus matriculas. En estos mas de 70 años de actividad se estiman
que han cursado los Liceos alrededor de 140.000 estudiantes y que los mismos actúan
en todas y las diversas profesiones y actividades de la sociedad. Anualmente,
al celebrarse el "Día del liceísta", se reúnen en los cuarteles de
los mismos, una real enorme cantidad de cursantes que expresan con su presencia
un valioso y profundo espíritu de amistad y de agradecimiento hacia los
institutos que los formaron.
Es evidente que, pese a
los cambios introducidos, que podrán ser calificados como positivos o
negativos, la vigencia de los Liceos Militares no se ha perdido. Es necesario
recalcar que en ellos se actúa dentro de los criterios de la "formación
militar" que son tan valiosos o importantes como los de "formación
religiosa" o "formación laica", etc. que existen en la
oferta educacional oficial y privada en nuestro país. Dentro de estas ideas,
posiblemente, la creación de nuevos Liceos Militares en las localidades cuya población
estudiantil requiera una ampliación de oferta educativa, será una adecuada política
a implementar.
El debate sobre los Liceos
Militares, alentado desde las autoridades y vigente en la sociedad, ha dado la
oportunidad de valorar la existencia y resultados de estos institutos
"regenteados" por las Fuerzas Armadas, sin haberse llegado en
definitiva a conclusiones ciertas y aplicables lo que implica un
"desgaste" sociocultural que debe ser evitado.
Debe tenerse en cuenta, que la
"suspensión" del Servicio Militar Obligatorio, en el cual los cursos
de AOR (Aspirantes de Oficiales de Reserva) eran la base de oferta de personal
instruido para conformar las reservas, ha dejado como únicas fuentes orgánicas
a los Liceos Militares, con lo que su existencia adquiere indudable valorización.
Posiblemente, lo que se tiene
que hacer, sin dudas, es proyectar la oferta educacional en las diversas
formaciones básicas, para que en ello se fundamente las nociones de sociedad
integral con vistas al mañana. En base a ello, es de interés, recoger lo que
nos dice el General de División Miguel Angel Sarni, en su libro "Educar
para este siglo" cuando nos señala: La educación de argentinos del Siglo XXI
hace necesario formar hombres eficientemente capacitados en la interacción con
el medio, que posean conocimientos acordes con los avances tecnológicos y
sociales que les permitan operar en la realidad a partir de criterios
coherentes con el ejercicio del rol
profesional." "El conocimiento y la
capacidad de su procesamiento, son aspectos esenciales, que los lideres
institucionales deben dominar, por esto es imprescindible el aprendizaje y la actualización
permanente del hombre militar, para que logre construir una visión desde
un enfoque sistémico.
Sintetizando, podemos determinar dentro de los alcances de los Liceos
Militares, lo siguiente:
- Un origen ambicioso a escala
sociocultural al abrir un colegio de excelencia para estudiantes
calificados sin ninguna restricción económica, política, etc. que dote a la
sociedad argentina de un selecto conjunto de dirigentes, profesionales, etc.
que contribuyan a la evolución y el progreso del país.
- Una fundación de un instituto apoyado en el
aporte de calidades, basadas en la "formación militar" y la mas
elevada "educación", que mantiene los ideales originales pero
les da una diferente forma aplicativa.
- Una expansión de las calidades para llegar
regionalmente a diversas comunidades como un medio de facilitar su acceso y
expandir sus ventajas.
- Una adaptación que incorpora niveles de educación
siguiendo la tendencia de una demanda ampliatoria para equilibrar ventajas y
posibilidades.
- Un programa de oferta educacional que
requiere seguir los aumentos poblacionales y alcanzar con sus beneficios a una
mayor cantidad de estudiantes.
Esto nos hace volver al genio social inicial del
proceso liceísta, cuando el General Molina, hace tres cuartos de siglo, los proponía
para ofrecer a la juventud, con la única condición de la voluntad para
estudiar, sin distingos de ninguna especie, pero con el objetivo de unidad
conceptual para el esfuerzo común, la creación del Colegio Nacional Militar,
del que han bebido sus pautas, enseñanzas y experiencias, los actuales Liceos
Militares, concebidos por el entonces Coronel Florit, como la simbiosis del
orden, prestigio y calidad del Colegio Militar, con la educación,
profesionalidad y conocimientos de la Escuela Nacional de Profesores
"Mariano Acosta", materializando uno de los proyectos educaciones mas
importantes y exitosos en nuestro país.
Ahora, nos resta, en
un esfuerzo de racional inteligencia, superar las barreras de la circunstancias
y seguir la marcha de las realizaciones para el bien y la salud de Argentina.
Notas:
(*) El autor en el año 1963, siendo Jefe
de la División Reservas de la Inspección General Territorial, propuso la materialización
de esta idea del Gral Molina que fue aprobada mas adelante con lo que se
creo la "carrera de los oficiales de reserva" actual.
(**) Cabe señalar que en el libro del
Gral. Molina "Defendamos a nuestro país" (Año 1940) el mismo al tratar
sobre esta conferencia aclara en un nota que "Algún tiempo después de esta proposición
ha sido creado el "Liceo Militar", un colegio de estudios
secundarios mas, con régimen militar y alto pensionado, que viene a ser como
una derivación del proyecto que aquí se expresa, pero muy distante de
comprender su concepto y sus alcances".
(***) En la Promoción LMGSM 1, es decir la
"fundadora", aproximadamente el 60% siguieron las carreras
militar, naval, aviación, gendarmería y policía y dentro del 40% restante
encontramos médicos, abogados, ingenieros, escribanos, empresarios etc. Esta proporción
en la generalidad de liceos y promociones se ha modificado sustancialmente ya
que solo alrededor del 10/15% siguen las carreras de las armas,
manteniendo un elevado numero en las mas diversas actividades y profesiones civiles.
Es interesante destacar también la presencia de "políticos" en el mas
amplio espectro ideológico, es decir tanto en las "derechas" como las
"izquierdas" y los "centros".
(****) Decreto
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