Por el Dr. Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 13 de Mayo del año 2012 - 1105
El éxito periodístico de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia ha quedado consagrado por el editorial que le dedicó "La Nación" el Domingo 13 de Mayo, el día de más tirada y de más amplia lectura del diario. En ese artículo se hace la crónica y el elogio del acto organizado por la Asociación en el cual dos militares, dos ex-guerrilleros, una hija de un desaparecido de la guerrilla montonera y una hija de un Coronel asesinado por la guerrilla, hablaron bajo la conducción de Juan Bautista Yofre. Todos fueron presentados por el Presidente de la Asociación Dr. Alberto Solanet.
Según opina el editorial "todos coincidieron en que así se contribuye a encontrar los espacios para la concordia y para superar odios y divisiones que atan a un pasado y que impiden el esfuerzo común que el futuro reclama"
Uno de los ex-guerrilleros que habló fue Masetti, "hijo de un famoso guerrillero de los sesenta que había sido criado en Cuba y desde los servicios de inteligencia de Fidel Castro, planificaba y daba apoyo a los movimientos guerrilleros latinoamericanos. Desde allí participó en el apoyo militar a la guerra angoleña y también desde allí fue enviado al ERP en la Argentina".
"Los dos ex-guerrilleros -informa más arriba el editorial- expresaron con franqueza que habían tomado los armas para matar o morir y que su objetivo era llevar la revolución al poder... En su momento, ellos justificaron la violencia contra las personas y las instituciones en pos de instaurar una dictadura marxista en la Argentina."
En cuanto a los militares, que "fueron heridos en enfrentamientos abiertos, uno en la selva tucumana, el otro en la defensa de La Tablada (y) por esos hechos deben enorgullecerse y así lo expresaron; no obstante asumieron en sus reflexiones los crímenes de la guerra en el otro frente, el de la clandestinidad y de las desapariciones".
"Quedó claro para todos los panelistas que no cabe la aplicación de la justicia a sólo uno de los bandos de aquella guerra. Se dijo que esto suena a venganza más que a justicia y que de esta destructiva confrontación no se sale con una justicia asimétrica...Las alternativas hacia delante son: darle la simetría faltante a la persecución judicial extendiéndola a los ex-guerrilleros y de esa forma seguir revisando el pasado o superarlo y mirar hacia delante. El camino sugerido por los panelistas fue el de la superación".
Y el editorial termina destacando una frase del ex-guerrillero Labraña como colofón de la jornada: "O trabajamos todos juntos o desapareemos como sociedad".
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Pude ver el acto en un video que me mandó un lector de "La botella al mar" y a lo informado por "La Nación" quisiera agregar que el funcionamiento de la presentación consistió en una serie de preguntas dirigidas a los panelistas por el Sr. Juan Bautista Yofre sin que en ningún momento hubiera debate entre los participantes, Más bien parecían amigos que coincidían en crear un clima de tranquilidad y cada una de las respuestas era independiente de las que daban los demás. Por su parte el Sr. Yofre dedicó varios párrafos a elogiar a Perón tratando de eximirlo –falsamente- de toda responsabilidad en la iniciación de la guerrilla en la Argentina.
Esta escena elaborada con tanta buena voluntad por parte de los Abogados de la Justicia y la Concordia y tan celebrada por "La Nación" me ha causado una honda impresión de dolor, indignación y desconcierto. Yo no soy más que uno de manera que lo que yo sienta y piense tiene poca importancia frente a las candilejas que iluminaron el éxito de la Asociación. Me pregunto, sin embargo, si sería fiel a mi conciencia si no diera una opinión sobre el asunto.
En primer lugar quiero dejar en claro que no tengo la menor duda acerca de las buenas intenciones de los organizadores de la Asociación. Yo creo que ellos quieren sinceramente la libertad de los secuestrados políticos y que creen que es posible la "concordia" con los marxistas que fueron guerrilleros y que ahora ocupan el gobierno, y que esa es la única manera de conseguir la libertad de los secuestrados. Yo no tengo ninguna posibilidad de obtener esa libertad por otros medios de manera que lo único que puede hacer es analizar el medio que ellos eligieron y sobre la eficacia de los avances que parecen haber logrado.
Como dije en el nro.1103 de este periódico al imaginar un posible diálogo entre un dirigente de la Asociación y Zannini, uno de los más importantes funcionarios de la tiranía, nada menos que Secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación, que fue -y creo que sigue siendo- comunista revolucionario, no creo ni por un minuto que la "concordia" entre gente de bien como son los dirigentes de la Asociación y criminales marxistas con poder, sea posible. No voy a repetir las razones en que me fundo para pensar así que, además, son obvias.
Eso lo saben los de la Asociación y por eso suelen decir que la "concordia" que ellos intentan es de la generalidad de los argentinos entre sí, incluyendo a los ex-guerrilleros y a los izquierdistas militantes que por razones de edad u otras, no participaron en la guerrilla pero que son simpatizantes de ella, de los métodos que usaban y de los objetivos que perseguían. Una muestra de eso, intentaron dar con el acto del 7 de Mayo en la Exposición del Libro.
Después de ver el video con la grabación del acto y de leer el editorial de "La Nación" me pregunto si realmente probaron que esa concordia es posible con suficiente generalidad como para crear un clima de pacificación que obligue a la tiranía marxista-peronista que padecemos, a liberar los secuestrados y restablecer la vigencia del Derecho mediante el saneamiento del Poder Judicial creando un clima confiable de seguridad jurídica para todos, inclusive para los que defendemos ideas diametralmente opuestas a las que inspiran a este gobierno.
Según "La Nación" que el acto del 7 de Mayo ha contribuido a "encontrar los espacios para la concordia y para superar odios divisiones". Es cierto, como dije, que los integrantes del panel de ese acto dijeron cada uno lo suyo sin polemizar pero también es cierto que los que tenían que dar muestras de desear la concordia seriamente eran los de la izquierda por la simple razón que son ellos quienes tienen todo el poder y son ellos quienes deben dar el paso esencial y primario de terminar con la farsa de los juicios montados como parte de la política de "derechos humanos", en la cual, como dijo Lorenzetti, Presidente de la Corte Suprema al rendir cuentas de lo actuado en el año, colaboran en equipo los tres poderes, incluyendo al Poder Ejecutivo que es el que lleva la voz cantante, maneja la fuerza pública y tiene la llave del Tesoro.
Por otra parte, de los ex-guerrilleros que hablaron, según dice "La Nación", Masetti "criado en Cuba y desde los servicios de inteligencia de Fidel Castro, planificaba y daba apoyo a los movimientos guerrilleros latinoamericanos. Desde allí participó en en el apoyo militar a la guerra angoleña y también desde allí fue enviado al ERP en la Argentina". Es decir, fue el organizador y tal vez autor intelectual de los innumerables crímenes que cometió la guerrilla en los años 70, además de los que habría cometido él personalmente como integrante del ERP con el agregado de que lo hacía como miembro del personal de un Estado extranjero dedicado a agredir la Argentina para implantar una tiranía marxista.
El otro ex-guerrillero, Labraña, nada dijo sobre sus hazañas como montonero pero no negó haber formado parte de esa asociación ilícita, además he oído decir que ha formado parte en no sé qué escalón del aparato de la Secretaría de Derechos Humanos, dirigida por el malogrado E. Duhalde quien era el encargado de motorizar todas las persecuciones cometidas contra militares y civiles en los últimos 9 años. Este individuo, además, hace tres años se acercó a algunos de los que después fueron dirigentes de la Asociación por la Justicia y la Concordia y les dijo que él era partidario de una justicia igual para militares y terroristas. Tanto le creyeron esos dirigentes que fundaron la Asociación mencionada, confiando en que la buena voluntad de Labraña era el principio de una gran reconciliación entre los argentinos y la liberación de los secuestrados políticos.
Han pasado tres años y Labraña no ha hecho nada, a pesar de que tiene poder, labia y prensa para que esa esperanza se concretara Sin embargo, lo invitaron al panel del 7 de Mayo y "La Nación" usa una frase suya como colofón del editorial más arriba mencionada.
Masetti actuó con un total frialdad, sin mostrar el menor arrepentimiento de lo que había hecho y al servicio nada menos que de la peor tiranía de la historia de Iberoamérica. Sabe que si su propuesta de que la Justicia actuara contra él y sus cómplices, como actúa contra los militares fuera sincera, corre el grave riesgo de ser condenado por los delitos gravísimos que por sus dichos puede sospecharse que cometió. Luego, lo más probable es que no haya sido sincero por lo cual que el panel del 7 de Mayo haya "contribuido" a crear "espacios para la concordia" como dice "La Nación" en su editorial es más que dudoso.
Lo mismo dígase "mutatis mutandi" del otro ex-guerrillero, Labraña. Con el agravante en su caso de que hace tres años que lo único que hace es hablar sin haber ejercido jamás su poder para cumplir con lo que dice.
Hay un aspecto adicional a todo esto que parece haber sido olvidado. Todos los ex-guerrilleros, sus familiares y demás integrantes de las organizaciones subversivas, han cobrado sumas fabulosas pagadas por el Estado en compensación por sus sufrimientos reales o fingidos. La anulación de la amnistía y de los indultos también a su respecto, les obligaría devolver todo esa plata. ¿Lo harán por amor a la concordia?
Las víctimas de sus fechorías jamás cobraron ni un centavo, peor aún, sufren enormemente porque encima de eso, sus padres, hermanos o maridos están secuestrados en las mazmorras de la tiranía y no hay jueces que les hagan justicia, ni camaradas en actividad que los defiendan.
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¿Que significaría en la práctica la "concordia"?
No puede significar que todos dejáramos de pensar lo que pensamos, de tener las ideas que tenemos, que los marxistas e izquierdistas dejaran de querer la revolución social, dejaran de propiciar el aborto, el homonomio, abandonaran su desprecio por la seguridad jurídica (un concepto horrible según Kicillof) y que quienes nos oponemos a todo eso y queremos ser fieles a la moral, al Derecho y a las tradiciones argentinas, empezáramos a ser un poco marxistas, con todos los corolarios que de eso se siguen.
Si no es eso, que no será nunca, la "concordia" no puede ser otra cosa que una especie de armisticio que sólo sería posible si fuera de buena fe por ambas partes, o sea, un cese de las hostilidades basadas en la fuerza y limitarse a una honesta polémica ideológica y política.
Ahora bien, el concepto mismo de un armisticio exige que las partes involucradas se ofrezcan garantías recíprocas de que no será violado jamás. Si la paz resultante del armisticio le dejara todo el poder a una de ellas y a las otras, nada, es evidente que la parte con poder, sobre todo si esa parte hace gala de odiar la seguridad jurídica y de "ir por todo" y su ideología, además, sostiene que la moral no existe y que sólo es moral lo que sirve a la revolución social (pues es esa la moral que proclama el marxismo-leninismo), entonces ese armisticio no vale ni el papel en el que esté escrito -si es que lo que escriben, cosa que dudo-.
Por lo tanto, la "concordia-armisticio" exigirá como condición "sine qua non" que la tiranía renuncie al monopolio del poder; que dé una parte importante del poder político a sus verdaderos opositores (que no son, ciertamente los que hoy aparentan serlo); se dicte una amplia amnistía y se libere de inmediato a los secuestrados políticos; se cree un Poder Judicial realmente independiente e imparcial; se restituyan todos los dineros mal habidos por los corruptos y se remuevan a todos ellos de los cargos que ocupan; se dé libertad de candidaturas para integrar el Congreso para que cese la exclusividad de que hoy gozan los peronistas, los radicales y los izquierdistas de todas las denominaciones; que se permita el acceso a la gran prensa a las voces de la verdadera oposición sin lo cual es imposible que funcione una república basada en un régimen electoral; que se desmantele la maquinaria de fraude electrónico montada por la tiranía y se respeten los verdaderos resultados de las votaciones; que se reconstruyan las FFAA para garantizar la defensa de la Nación y la vigencia de la Constitución; que se reivindique a la Policía en su indispensable labor de prevenir y de reprimir el delito y que se devuelva la paz a las calles impidiendo que grupos violentos las corten o impongan su ideología política a golpes y balazos.
Sin eso, ¿qué es la "concordia"? La "paz" entre el tigre y un cordero atado un palo.
Después del acto del 7 de Mayo, ¿qué sigue, en la utopía de la Asociación? Es obvio que Masetti y Labraña no son toda la izquierda. Hay muchos más y mucho más importantes. Por eso Yofre leyó -saliendo de su papel de mero "moderador"- un acta firmada por los jefes guerrilleros más importantes (Firmenich, Pernía, Vaca Narvaja, Bidegain, etc.) hace ya varios años, en la cual decían de un modo confuso que ellos habían renunciado a la lucha armada porque habían cambiado las circunstancias. ¡Es claro que cambiaron! ¡Ahora ellos y sus cómplices están en el poder! También citó frases de Perón para eximirlo de toda responsabilidad en el comienzo de la agresión guerrillera. Esto es falso y con falsedades tampoco se puede construir la "concordia". Esa fue la labor de Yofre: hacer propaganda de Perón y de los terroristas.
Por lo tanto, la continuación del esfuerzo por la "concordia" debería ser una reunión con los jefes guerrilleros, Firmenich et alia, otra con los "kirchneristas", otra con los del Polo Obrero, otra con los de "Quebracho", otra con las madres de plaza de mayo, etc. etc.etc, hasta cubrir todo el espectro de la izquierda que tiene poder y que exige la destrucción de la Argentina tradicional y la prisión hasta la muerte de todos los que ellos persiguen con la excusa de los derechos humanos.
Me temo que nada de eso será posible. Luego, la "concordia" tampoco, por más "espacios" ficticios que se creen, como el del acto del 7 de Mayo que tanto entusiasma a "La Nación".
* * *
La única solución es organizarse para la lucha republicana contra la injusticia y la usurpación de poderes que caracterizan a esta tiranía. Eso es lo que establece expresamente el artículo 36 de la Constitución reformada (o deformada) en 1994. Si esa organización pacífica, inteligente y decididamente puesta en acción, se creara y recibiera la adhesión valiente y decidida de un número suficiente de buenos patriotas, podría conseguirse un "armisticio-concordia" confiable. De lo contrario, no se conseguirá nada. De hecho, hasta ahora no se ha conseguido nada concreto y la sonrisa entre burlona y suficiente que mostró en todo momento el "pacificador" Labraña durante el acto del 7 de Mayo son un triste indicio de eso.
En la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, bajo cuyo amparo nos ponemos y en cuya promesa de que "por fin Su Inmaculado Corazón triunfará", confiamos.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
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