Por el Lic. Jorge P. Mones Ruiz
Yo tuve un sueño… que nuestra
presencia y prestigio internacional como
país nos hiciera sentir orgullosos de ser argentinos. Quedé maravillado por la
recepción que los productos de nuestra Patria tuvieron en un país de avanzada y
de reconocidas virtudes democráticas y republicanas: ANGOLA. Y ese sueño se
cumplió.
Yo tuve un sueño… que nuestra
vaca campeona de ponderables ubres, como sostuvo la ordeñadora oficial,
despierte admiración en el continente negro. Y ese sueño también se cumplió.
Yo tuve un sueño… que los niños
angoleños no caminen más descalzos. Ahora pueden usar calcetines “Clarín
Miente”, de la mejor factura rioplatense (Duty Free “La Salada”). Y ese sueño,
como no podía ser de otra manera, también se cumplió.
Yo tuve un sueño… admirar la
natural capacidad de la “Elegida” para danzar ritmos exóticos africanos. Y ese
sueño se cumplió.
Yo tuve un sueño… que aparte de
la vaca, el caballo, las cabras, las alpargatas, el dulce de leche, las medias
y otras producciones argentinas, también se quedaran en Luanda (capital de
Angola) TODA LA COMITIVA ARGENTINA. ¡¡¡Pero este sueño, lamentablemente, no se
cumplió!!!
Seguiré pues viviendo esta
“pesadilla”, de la que desafortunadamente aún no puedo despertar.
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