El pensamiento de Mons. Richard Williamson
Obispo seguidor de Mons. Marcel Lefebvre
Número CCXCIX (299) - 6 de Abril de 2013
Deseando tomar él mismo el lugar de
Dios, el hombre moderno se esfuerza en reemplazar el orden de Dios del mundo
por el suyo propio. Pero el orden de Dios es real, exterior e independiente del
espíritu del hombre. Es la razón por la cual el hombre moderno desengancha su
espíritu de esta realidad, de la cual, sin embargo, conserva algunos elementos
indispensables para la construcción irreal de su propio sueño. Ahora bien, el
orden más elevado en la Creación de Dios encuentra su mejor expresión en la
doctrina de la Iglesia. Por eso todos los hombres de Iglesia y los fieles
sometidos hoy día a la influencia de todo lo que es “normal” en el mundo que
los rodea, son víctimas de una profunda ignorancia (o rechazo) de la naturaleza
y de la necesidad de la doctrina.
Es ahí donde reside el problema
esencial del GREC, tal como fue presentado en dos números anteriores de los
“Comentarios Eleison” (294 y 295). El Grupo de Reflexión
Entre Católicos fue fundado en 1997 en los salones de París
para promover amigables reuniones e intercambios entre los Católicos de
Tradición y los Católicos de la corriente mayoritaria de la Iglesia, con el
propósito de crear un clima de mutua confianza y respeto que facilite una
reconciliación entre ellos y así poner fin a su inútil oposición. Un tal
propósito socava gravemente la importancia de la doctrina, sin que sea
necesario ver en ello una malicia premeditada, de la cual sólo Dios es juez.
Pero sea cual fuere lo que uno pueda pensar de ella, la doctrina no puede ser
abandonada como tampoco lo puede ser la realidad.
En el libro del Padre Lelong sobre el
GREC, Para la Necesaria Reconciliación, él nos cuenta como dos
sacerdotes de la Fraternidad San Pío X y su Superior General “contribuyeron de
una manera decisiva al lanzamiento y continuación de la actividad del GREC”.
Aún antes de que éste haya sido lanzado, el Padre du Chalard había ofrecido al
Padre Lelong una amigable recepción en su priorato de la FSPX, y “en los años
siguientes no dejó nunca de apoyar al GREC de una manera discreta y atenta”. En
la época del lanzamiento del GREC, el Padre Lorans, entonces Rector del
Instituto San Pío X de París que desde ese momento ha ejercido una influencia
decisiva sobre las publicaciones de la FSPX desde París, aceptó gustosamente la
idea de un “diálogo entre católicos”, y rápidamente obtuvo del Superior General
de la FSPX en Suiza la aprobación para su participación en el GREC. A partir de
este momento, el Padre Lorans tuvo un papel esencial en todas las actividades
del GREC.
Estas actividades empezaron
discretamente en pequeña escala y en privado. En mayo de 2000 tuvo lugar la primera
reunión pública en la cual el Padre Lorans participó, con una asistencia de 150
personas. Las reuniones se hicieron cada vez más frecuentes con la
participación de sacerdotes de la FSPX. Las autoridades de la Iglesia, al más
alto nivel, fueron regularmente consultadas y se las mantenía informadas. El
Padre Lorans por su lado hizo posible “un contacto mantenido con una confianza
siempre más profunda” e intercambios amigables con el Superior General. A
partir del 2004, las reuniones del GREC fueron cada vez más abiertas al público
y en septiembre de ese año un “grupo de trabajo teológico” fue organizado con
la participación del Padre Lorans así como la de otro sacerdote de la FSPX y de
un teólogo de Roma. Estos dos últimos iban a ser participantes de las
Discusiones Doctrinales entre Roma y la FSPX de 2009 a 2011. El GREC pudo muy
bien haber visto en estas Discusiones la realización de sus deseos más
anhelados: al fin los teólogos se encontrarían en un clima que el GREC había
contribuido tanto a establecer “para la necesaria reconciliación”.
Gracias a Dios, las Discusiones
devolvieron a la doctrina su propia primacía. Demostraron que entre la doctrina
católica y la Conciliar existe un abismo que ningún puente podrá jamás
franquear. Pero, ¿acaso la manera de pensar del GREC fue bloqueada en el
interior de la FSPX? ¡De ninguna manera! El Cuartel General de la FSPX
transformó en un abrir y cerrar de ojos el “No habrá un acuerdo práctico sin un
previo acuerdo doctrinal” en un ¡“Ya que el acuerdo doctrinal es imposible,
vamos pues a buscar un acuerdo práctico”! Desgraciadamente, el clamor de la
oposición de la primavera pasada en el interior de la FSPX fue desorientado y
aplastado gracias al Capítulo General de julio, y el CG de la FSPX ha
perseverado en su búsqueda de un acuerdo práctico sin que haya sido frenada.
“Nuestro socorro está en el nombre
del Señor”, en particular en la Consagración de Rusia. En ningún otro lado.
Kyrie eleison
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