La Encíclica “Conservo la Fe”
sería difundida en el otoño europeo, que corresponde a la primavera de este año
en el Hemisferio Sur. Bergoglio mantendría el texto de la redacción efectuada
por el Papa Benedicto XVI, agregando una introducción, y evaluará si efectúa
alguna nota, agregado o modificación de fondo a la misma durante su estadía en
la Casa de veraneo de Santa Marta.
¿Se abordará la cuestión del
modernismo, de la judaización del Catolicismo, de la inmanentización de la Fe
en rechazo de la Gracia, del sincretismo en materia de Fe, del pelagianismo y
semipelagianismo que vuelven a cundir en la Iglesia, de las consecuencias
morales de estos errores teológicos, de la falta de prédica de los Novísimos y
de la interpretación del Apocalipsis como una mera metáfora? ¿Se condenará
algún error, o se continuará en el mundo de la ambigüedad que hoy pretende
abarcar a los contrarios, englobar a herejes y heterodoxos con la ortodoxia
dentro de la Iglesia? ¿Cómo puede conservarse la Fe si es deformada por la
heterodoxia y encubierta por ambigüedades? ¿Qué debe hacer un católico que está
siendo formado para no caer en la ambigüedad y en la herejía, sobre todo un
seminarista que busca ser fiel a Jesucristo y al Evangelio? ¿Cómo se traduciría
esto en la “les orandi, lex credendi” acorde? ¿qué postura se debe asumir ante el próximo cisma que el "progresismo extremo" quiere realizar con tales fundamentos heterodoxos, o ya no existe más la ortodoxia porque se ha impuesto la "libre interpretación" dentro de la Iglesia Católica? ¿Cuál será la "fe" que promoverá el Anticristo? A juzgar por los actuales “lineamientos”,
difícilmente habrá respuesta a esto. Se trata de la segunda Encíclica sobre el
tema de la Fe en estos diez años últimos, ya que la anterior es “Fides et Ratio”.
Según un anticipo efectuado por
Franca Giansoldati en una nota al respecto, que a continuación traducimos, “Fidem
servavi” (“He conservado la Fe”) son las primeras palabras en latín, que
proporciona el título de la Encíclica que el Papa Ratzinger concibió y que el
Papa Francesco promulgará como propia. Se trata de una de las más célebres
frases de San Pablo, que, en el ocaso de su vida, predicó a su predilecto discípulo
Timoteo de haber "peleado la buena batalla." “He terminado mi
carrera, he conservado la Fe”. Fidem servavi tiene varias referencias a esta
Carta de San Pablo, en vistas de que con Pablo en la cárcel, o tal vez ya
muerto, tocaba a Timoteo guiar con coraje a la comunidad y explicar que la vida
de aquel que tiene fe debe estar basada en la Palabra de Dios, la coherencia,
en el anuncio, consigna la autora en su nota.
Porque es propia la fidelidad a
la Palabra el habilitar a los cristianos para hacer frente a las tormentas de
la vida, incluyendo aquellas provocadas por los falsos maestros que arrastran
fuera del camino correcto. El Papa
Franciscus está orientado a mantener la integridad de la columna vertebral
central de la obra, incluso si hiciera anotaciones al texto final, adoptando en
su lugar la difusión de información del reciente Sínodo sobre la Nueva Evangelización.
Se dice que Bergoglio está entusiasmado
con este trabajo y que es, literalmente, capaz de desencadenar una
impresionante fuerza evocadora. La semana pasada, durante una audiencia pública
explicó a los fieles que ya ha recibido el texto de su predecesor. "Dicen
que está escrito a cuatro manos, pero Benedicto me lo entregó. Es un documento
fuerte y yo sólo escribí que recibí esta gran obra. Explico lo que hizo, y yo lo
he llevado adelante", agregó.
La Encíclica debe estar promulgada
este otoño de Europa (en la primavera del Hemisferio Sur), cerca del final del
Año de la Fe. De esta manera, Francis, durante las vacaciones de verano que va
a pasar en la Casa de Santa Marta, tendrá tiempo de sobra para trabajar la
introducción y evaluar si hace alguna adición de fondo o acerca de la nueva
evangelización.
Ratzinger había empezado a
esbozar la encíclica en 2012, tomando las 14 catequesis preparadas para el Año
de la Fe. En noviembre, ya había terminado pero decidió cajonearla (cerrarla y guardarla
en un cajón) en vez de publicarla porque pensaba la dimensión habría tomado la
revelación del 11 de febrero (cuando anunció su abdicación).
La decisión de Bergoglio de
aceptar en su totalidad la obra de su predecesor indica la voluntad de continuar
en la misma línea doctrinal, como si hubiese un antes y un después en la gran
batalla de la defensa de la Fe. Una fuerte señal de reconocimiento al Papa que
le precedió y que ha trabajado tan duro para ayudar a los creyentes a
revitalizar su compromiso con el Evangelio.
ay ay ay ......
ResponderEliminar¿y ustedes van a leer eso??
¿Conservan la fe?¿que fe? la fe en el hombre seguramente, otra no creo que tengan.
ResponderEliminar