El
pensamiento de Mons. Richard Williamson
Obispo
seguidor de Mons. Marcel Lefebvre
Número CCCX
(310), 22 de Junio de 2013
“Horror” puede parecer una palabra
demasiado fuerte para describir el cambio de dirección dentro de la Fraternidad
San Pío X, el cual finalmente se clarificó hace un año. Sin embargo, si el
Infierno es horrible; si sin la Fe uno no puede evitarlo; si la Fe
se puso en grave peligro en una Iglesia inhabilitada por el Vaticano II, pero
una fortaleza de la fe verdadera fue milagrosamente establecida dentro de la
Iglesia inhabilitada; y, finalmente, si esa fortaleza está ahora también siendo
inhabilitada, entonces “horror” puede no ser una palabra demasiado fuerte.
La FSPX no ha caído completamente
aún, pero ha caído un largo trecho, y puede caer completamente. El liderazgo
que durante los últimos 15 años ha promovido diestramente esa caída, todavía
está en el poder. Le siguió al Arzobispo Lefebvre mientras él vivió, pero nunca
comprendió, o eligió dejar de comprender, la razón por la cual él fundó la
Fraternidad en primer lugar, es decir para resistir a la caída
libre de los eclesiásticos de la Iglesia Conciliar al buscar alinear la Iglesia
con el encantador pero corrupto mundo moderno. Tan pronto como el Arzobispo ya
no estaba más, estos líderes fueron pronto re-poseídos por ese encanto, gracias
a GREC y otros liberales.
Ahora mismo están arrastrando en su
caída con ellos a un número de sacerdotes más ancianos de la FSPX y están
deformando a los más jóvenes. En cuanto a los sacerdotes más ancianos,
exactamente como después del Vaticano II, aquellos formados bajo el Arzobispo
pueden estar atormentados a causa de la Neofraternidad encorvándolos fuera de
su buena formación, a menos que, y hasta que, tomen la decisión de ir con la
corriente, pero desde entonces su conciencia tiene que ser
anestesiada. En cuanto a los sacerdotes más jóvenes, exactamente como después
del Vaticano II, habiendo sido normalmente malformados según la
nueva dirección, solamente por sí mismos pueden ellos encontrar la antigua
dirección porque no se les está enseñando acerca de qué se trataba realmente la
cuestión del Arzobispo. En efecto, los seminarios de la FSPX están siendo
lentamente transformados en neoseminarios. Se debe tener cuidado en
recomendarlos para las vocaciones.
Y, ¿para la cima de la FSPX? Aquí
está el pensamiento reciente de uno que está cabalmente familiarizado con la
posición doctrinal del Arzobispo. Por un largo tiempo fue su defensor, pero
debido a que las Discusiones Doctrinales de 2009 a 2011 demostraron que Roma
estaba perseverando en su error doctrinal, ahora él también, en el 2013,
aprueba el colapso de principio de la Fraternidad, colapso ocurrido en el
Capítulo del 2012 cuando la Fraternidad renunció a un acuerdo doctrinal y
estableció las condiciones para un acuerdo meramente práctico. Sin embargo, ¡él
está contento que, en la práctica el dicho colapso no produjo frutos! Con
seguridad esto fue solamente porque los Romanos pensaron que el colapso no
estaba aun suficientemente completado, pero aun así él espera que los líderes
de la FSPX renueven contactos con el nuevo Papa como si habiendo colapsado a la
mitad, no arriesgaran colapsar completamente cuando repten de nuevo
a Roma en pos de reconocimiento canónico para la FSPX.
¿Qué le pasó a su mente? Exactamente
como a muchos sacerdotes buenos bajo el tiránico Paulo VI después del Vaticano
II, él la ha desatado de la divina doctrina y la está dejando ir
con la corriente humana. Su conciencia puede no serle fácil, pero probablemente
su voluntad está siendo lanzada en preferir el aparente bien de
la FSPX al real bien de la Fe, lo cual es incompatible con la
sumisión a sus poderosos enemigos. Pronunciando su solidaridad con los líderes
de la Fraternidad que quieren tal sumisión, puede ser que él mismo no pierda la
fe, pero debido a su nuevo ablandamiento hacia los Romanos apóstatas, él
arriesga al menos hacer algo más fácil para un número de otras almas, empezar a
perder la verdadera Fe.
En cuanto a los líderes de la FSPX,
están enlodados en duplicidad, porque todavía tienen que engañarse a sí mismos
y a otros de que ellos son fieles a la antigua religión de Dios y de Mons.
Lefebvre, cuando realmente quieren pertenecer a la Iglesia oficial dedicada a
la nueva religión del hombre. La pérdida de almas y la duplicidad son un horror
doble. ¿Qué puede hacerse?
Kyrie eleison.
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