En la foto: Yitzhak Aharonovitch, ministro de Seguridad Interior israelí, quien omitió hablar del combate al terrorismo con terrorismo, ni del terrorismo sionista estatal de Israel ante los palestinos, o de la ideología sionista.
El ministro de Seguridad Interior israelí, Yitzhak Aharonovitch, afirmó que Irán es la única "nación terrorista" del mundo y aseguró que el terrorismo debe combatirse conociéndose sus orígenes, movimientos y alcance de sus organizaciones.
"Existe sólo una nación terrorista, saliente y líder en el mundo, y esa nación es Irán; al lado de ella, hay también algunas naciones anexas que dependen de su apoyo", dijo Aharonovich en el 5to. Seminario sobre Terrorismo Internacional celebrado en la porteña Universidad de Belgrano.
El seminario fue presentado por el embajador de Israel en la Argentina, Daniel Gazit, y del mismo participaron Aharonovich, el alcalde de la ciudad israelí de Haifa, Yona Yahav, y el especialista en seguridad, profesor e investigador de la Universidad de Quilmes, Marcelo Saín.
El ministro israelí aseguró que "Irán es responsable de los atentados perpetrados en Buenos Aires en 1992 y 1994, y tengo la esperanza de que termine confirmándose esto".
La embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y la mutual judía AMIA en 1994 fueron blanco de atentados en los que murieron más de un centenar de personas, atribuidos por la Justicia argentina a organzaciones radicales e imputó por el segundo ataque a diplomáticos y funcionarios iraníes.
"Irán sigue impulsando el desarrollo de grupos terroristas hasta el día de hoy. Y brinda apoyo a regímenes como el Líbano y Siria, que impulsan y dan cabida en su territorio al terrorismo", dijo el ministro israelí, quien aseguró que el grupo Hezbollah "es, a mi entender, el Ejército terrorista más grande hoy en el mundo".
Según el Aharonovitch, "Irán utilizó y utiliza hoy a Hezbollah como el brazo de avanzada para perpetrar atentados a lo largo y ancho del mundo contra todo aquel que es indentificado por Irán como su enemigo".
El funcionario pidió, además, a la comunidad internacional "impactar" contra el plan nuclear iraní, al que Estados Unidos, Israel y otros países atribuyen fines bélicos.
"Impactar esta capacidad terrorista de Irán es un requisito mundial de primer grado, debido al armamento nuclear que Irán desarrolla y el hecho de ser el Estado terrorista líder en el mundo", sentenció.
Por otro lado, destacó la preparación de las fuerzas de seguridad israelíes para combatir el terrorismo y propuso una serie de elementos a tener en cuenta.
"Las personas que perpetran actos terroristas proponen desafíos que nos obligan a estudiar. Estos terroritas no son primitivos; controlan diversas y múltiples disciplinas y aprovechan de manera táctica y estratégica todo punto débil en la sociedad democrática y en nuestra capacidad de luchar contra ellos", dijo.
Sin embargo, afirmó que la red radical islámica "Al Qaeda no se encuentra en el primer lugar ni en el segundo lugar de la amenaza terrorista contra Israel".
"Ben Laden no es un tonto: él sabe y comprende que no puede conquistar una Nación, menos aún puede conquistar todo el mundo. Su estrategia está basada en algunas etapas", afirmó.
Y aseguró que "en la primera fase Ben Laden pretende desestabilizar las bases del mundo musulmán; intenta conmover y crear condiciones para que organizaciones islámicas extremistas puedan revelarse contra el régimen local".
"A partir de allí, el peor enemigo de Al Qaeda no es Estados Unidos, no es Israel ni la Unión Europea (UE), su enemigo son los regímenes musulmanes más moderados, a los que Ben Laden intenta destruir", destacó.
Según Aharonovitch, "la mayoría de los ataques terroristas desde el 11 de septiembre de 2001 se perpetraron en naciones árabes y musulmanas. No sólo porque allí sea más fácil llevarlas a cabo, sino porque afectan e impactan a la imagen y también los ingresos de los gobiernos locales, el objetivo primario de Al Qaeda".
"El terrorismo no necesita, desde su consideración, triunfar. El triunfo del terrorismo está dado por su existencia, en su operatividad, en el hecho concreto de ser y no perder, contra el de un Estado que no libra una batalla como contienda permanente".
Y concluyó: "El desafío de la lucha antiterrorista no es no perder, sino cómo vencerlo, de manera de que no pueda presentarse más su existencia y operatividad como un triunfo del terrorismo".
El ministro de Seguridad Interior israelí, Yitzhak Aharonovitch, afirmó que Irán es la única "nación terrorista" del mundo y aseguró que el terrorismo debe combatirse conociéndose sus orígenes, movimientos y alcance de sus organizaciones.
"Existe sólo una nación terrorista, saliente y líder en el mundo, y esa nación es Irán; al lado de ella, hay también algunas naciones anexas que dependen de su apoyo", dijo Aharonovich en el 5to. Seminario sobre Terrorismo Internacional celebrado en la porteña Universidad de Belgrano.
El seminario fue presentado por el embajador de Israel en la Argentina, Daniel Gazit, y del mismo participaron Aharonovich, el alcalde de la ciudad israelí de Haifa, Yona Yahav, y el especialista en seguridad, profesor e investigador de la Universidad de Quilmes, Marcelo Saín.
El ministro israelí aseguró que "Irán es responsable de los atentados perpetrados en Buenos Aires en 1992 y 1994, y tengo la esperanza de que termine confirmándose esto".
La embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y la mutual judía AMIA en 1994 fueron blanco de atentados en los que murieron más de un centenar de personas, atribuidos por la Justicia argentina a organzaciones radicales e imputó por el segundo ataque a diplomáticos y funcionarios iraníes.
"Irán sigue impulsando el desarrollo de grupos terroristas hasta el día de hoy. Y brinda apoyo a regímenes como el Líbano y Siria, que impulsan y dan cabida en su territorio al terrorismo", dijo el ministro israelí, quien aseguró que el grupo Hezbollah "es, a mi entender, el Ejército terrorista más grande hoy en el mundo".
Según el Aharonovitch, "Irán utilizó y utiliza hoy a Hezbollah como el brazo de avanzada para perpetrar atentados a lo largo y ancho del mundo contra todo aquel que es indentificado por Irán como su enemigo".
El funcionario pidió, además, a la comunidad internacional "impactar" contra el plan nuclear iraní, al que Estados Unidos, Israel y otros países atribuyen fines bélicos.
"Impactar esta capacidad terrorista de Irán es un requisito mundial de primer grado, debido al armamento nuclear que Irán desarrolla y el hecho de ser el Estado terrorista líder en el mundo", sentenció.
Por otro lado, destacó la preparación de las fuerzas de seguridad israelíes para combatir el terrorismo y propuso una serie de elementos a tener en cuenta.
"Las personas que perpetran actos terroristas proponen desafíos que nos obligan a estudiar. Estos terroritas no son primitivos; controlan diversas y múltiples disciplinas y aprovechan de manera táctica y estratégica todo punto débil en la sociedad democrática y en nuestra capacidad de luchar contra ellos", dijo.
Sin embargo, afirmó que la red radical islámica "Al Qaeda no se encuentra en el primer lugar ni en el segundo lugar de la amenaza terrorista contra Israel".
"Ben Laden no es un tonto: él sabe y comprende que no puede conquistar una Nación, menos aún puede conquistar todo el mundo. Su estrategia está basada en algunas etapas", afirmó.
Y aseguró que "en la primera fase Ben Laden pretende desestabilizar las bases del mundo musulmán; intenta conmover y crear condiciones para que organizaciones islámicas extremistas puedan revelarse contra el régimen local".
"A partir de allí, el peor enemigo de Al Qaeda no es Estados Unidos, no es Israel ni la Unión Europea (UE), su enemigo son los regímenes musulmanes más moderados, a los que Ben Laden intenta destruir", destacó.
Según Aharonovitch, "la mayoría de los ataques terroristas desde el 11 de septiembre de 2001 se perpetraron en naciones árabes y musulmanas. No sólo porque allí sea más fácil llevarlas a cabo, sino porque afectan e impactan a la imagen y también los ingresos de los gobiernos locales, el objetivo primario de Al Qaeda".
"El terrorismo no necesita, desde su consideración, triunfar. El triunfo del terrorismo está dado por su existencia, en su operatividad, en el hecho concreto de ser y no perder, contra el de un Estado que no libra una batalla como contienda permanente".
Y concluyó: "El desafío de la lucha antiterrorista no es no perder, sino cómo vencerlo, de manera de que no pueda presentarse más su existencia y operatividad como un triunfo del terrorismo".
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