Por Emilio Nazar Kasbo
Lo ridículo da para la risa, para asociaciones de ideas sobre lo absurdo: efectivamente, han concretado una rebolu... ción. A mí se me da por la ironía. Y pido perdón por ello, pero es una "catarsis", que surge de la indignación.
La “hybris” es un concepto griego que puede traducirse como “desmesura”, que se basa en el orgullo y en la "fe en sí mismo", y que conduce a un seguro castigo. Es el juicio propio, la soberbia. Se trata de un desprecio temerario de los demás, unido a la falta de control sobre los propios impulsos, siendo un sentimiento violento inspirado por las pasiones exageradas, consideradas enfermedades por su carácter irracional y desequilibrado, y más concretamente por Ate (la furia o el orgullo).
Todo tirano, aunque sea mujer, actúa movido por la hybris: cree que no tiene límites, considera que para él todo es posible… ¿Aprobar leyes antinaturales? ¿Por qué no? ¿Quién es el freno si se le ocurre hacerlo?
Por el contrario, la "areté" es también un concepto griego pero que indica además de una excelencia o perfección, el cumplimiento acabado del propósito o función por una persona, que implica un conjunto de cualidades cívicas, morales e intelectuales (desde el cristianismo debemos agregar las cualidades espirituales).
La areté es la posesión de las virtudes viriles, en especial la valentía y la destreza en el combate. La areté siempre ha de ser el centro de la educación, porque es lo que permite la existencia de buenos ciudadanos, permitiéndoles el desarrollo en el pensar, para hablar y para obrar con éxito en la virtud. La areté es lo que diferencia a un adolescente o a un degenerado de un verdadero hombre.
El "modelo", es una imposición de una cultura antinatural hedonista en Argentina, que utiliza los cargos públicos a los cuales se ha accedido conforme a las formas constitucionales, pero que desde allí se atenta contra todo tipo de Orden, sea este Natural o Sobrenatural. Este tipo de acción, deslegitima a quien ejerce el poder en contra de las leyes.
La misma constitución habilita el derrocamiento de autoridades que atentan contra los SANOS principios constitucionales (hay algunos principios constitucionales que no son tan sanos, como la alusión a la inexistente "soberanía popular", ya que toda Soberanía es de Dios).
La Constitución Nacional reformada en 1994 (por lo que mal puede ser considerada antigua), afirma en el nuevo art. 36 que: “La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en el régimen electoral”. Al aprobar un matrimonio entre dos hombres, está hablando no de igualdad entre varones y mujeres, sino de otra cosa, deformando el ser varón y el ser mujer. Por tanto, se produce un acto que atenta contra la misma Constitución Nacional. Asimismo, la promoción del aborto que asesina en masa a miles y miles de argentinos, es un Genocidio contra los propios ciudadanos, y lo mismo sucede con la política de hambre y miseria para el resto de la población (beneficiarios de planes sociales, jubilados y pensionados). Por otra parte, la promoción de anticonceptivos artificiales no hace otra cosa que despoblar el país, que si se suma a todo lo que comentamos, implica que el pueblo argentino está siendo objeto de una masacre a escala gigantesca, sin que existan voces que se opongan de modo eficaz.
Alegar que existe discriminación entre iguales que tienen la misma oportunidad y derechos, es un sinsentido. No existe discriminación entre dos hombres que tienen exactamente los mismos derechos y que tienen exactamente las mismas obligaciones y sanciones penales. Ahora que si uno hombre que tiene los mismos derechos que otro afirma que es discriminado, obtiene de ese modo beneficios o favores que el presunto “discriminador” no posee, y en ese caso sí se convierte en un acto discriminatorio. Afirmar que un hombre no tiene los mismos derechos que otro hombre porque no se considera hombre… merece realmente un tratamiento psicológico (puede ser una grave neurosis, una esquizofrenia o incluso una paranoia que merecen tratamiento). ¿Quién discrimina a quién? ¿No somos “discriminados” los heterosexuales por los homosexuales, que parecen ser los únicos que tienen derechos?
Es necesario saber que existe una autoridad formal y una autoridad real. El poder formal es el acceso al cargo, y sentarse en la silla que corresponde a la autoridad; en cambio, el poder real tiene una apoyatura directa en el consenso popular. Toda autoridad social viene de Dios, tenga o no el consenso popular (y surge como la autoridad de los padres sobre los hijos... sin necesidad de "votaciones"). Algunas autoridades son para el Bien Común, y otras para castigo de la población.
En este caso, reitero, la misma Constitución habilita el derrocamiento de quien atente contra la Constitución. La aprobación de leyes antinaturales que dañan el presente y el futuro del país, no es más que un atentado a los SANOS principios constitucionales, que incluyen los derechos para varones y mujeres (y no considera la existencia de otra cosa inexistente, como muchos funcionarios y medios de comunicación pretenden).
Las leyes no son un juguete. Es bueno que alguien empiece a entenderlo...
¿Qué hacer? Actuar acorde a las exigencias, desde la concepción de una areté católica.
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