Por el Dr. Marcelo Castro Corbat *
Argentina tiene una capacidad de autodestrucción que en el mundo no la comprenden y, aceptan que no tiene posibilidades de recuperación sustentable en el tiempo. Ya ha desaparecido su importancia internacional.
El caso de la carne es aberrante. Era productor de la mejor carne del mundo, con el mayor stock de cabezas de ganado, el mayor exportador mundial y su población era la de mayor consumo por habitante.
En el año 2010:
- hay varios países que producen carne de primera calidad;
- el stock ganadero argentino es igual o menor al de la década de 1940;
- hay países que ya cuadruplican el stock de Argentina y la mayoría lo ha aumentado;
- en el ranking de exportadores Argentina ha caído al quinto lugar, con tendencia a seguir cayendo;
- el consumo interno por habitante ha caído a casi la mitad y se comenta que para satisfacerlo se necesitará importar carne.
El panorama es desolador y recuperar posiciones llevará décadas.
Si Argentina hubiera mantenido su posición de liderazgo en producción y exportación de carnes, el producto bruto interno per cápita, hoy sería un 1 (uno) % mayor y los salarios habrían aumentado mas. Esto sin considerar que durante los sesenta años se descapitalizó el sector y los salarios se estancaron. La situación se repite en numerosos sectores que sufrieron depredadoras políticas, y en su conjunto, son una de las causas de la decadencia argentina.
* 14/10/2010
Centro Segunda República
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