Por Heriberto J. E. Roman *
Coronel ( R ) OIM-EA
La casi absoluta y generalizada indiferencia por los asuntos de defensa solo se puede entender en una inconmensurable incapacidad de aquellos que ocupan cargos en defensa y demuestran no tener la menor idea en políticas de orden superior y por lo tanto es comprensible.
La política de defensa que hoy pueda generarse será apenas un punto de partida para elaborar estrategias situadas tal vez en la vida de la nación en circunstancias aún lejanas nadie puede decir cuan lejanas. El objeto debe ser hacer prevalecer la nación a través del tiempo. De ahí la incapacidad manifiesta hoy de no elaborar hipótesis de conflicto, no existe la mentalidad de ver tales hipótesis. Desde otro punto de vista; un niño argentino que nazca hoy, ya no tendrá solo ascendencia española o italiana, sino israelí, china, africana, indo-americana y podría ser un soldado argentino que deba ser movilizado para un conflicto o tal vez no y los conflictos sobrevengan para una generación posterior y tal vez siendo un general de la nación, acreciente su profesionalidad, la transmita y finalmente muera de viejo sin haber participado de una guerra, pero la nación los debe tener. Todo esto y mucho mas debe contener una política de defensa verdaderamente inteligente. Pero repito, el hombre político de pancartas ni siquiera tiene estos conceptos, es decir parece no poderse esperar nada de ellos. Las soluciones que pueda aportar defensa no son de carácter policial como algunos temen y otros pretenden.
Mas cerca, la nación argentina no es un país del sudeste asiático, no entra en el problema de Pakistán-India-Afganistán-USA, no pertenece a la OTAN. En la región la rozan el problema que vive Colombia que mantiene una guerra, que no termina de resolver con la insurgencia (FARC), permanentemente alimentada en armas y logística general por el narcotráfico, crece en número, por cuanto su gente no tiene otro horizonte, sin futuro no le importa morir.
Gente de esta naturaleza existe en toda la región y puede expandirse. Los gobiernos de Latinoamérica parecen haber encontrado una falsa estabilidad dejando que esta población aumente pero puede transformarse en insurgencia armada que explotan otras mafias y la inserción maliciosa de otras culturas (Venezuela, Bolivia) cuando la propia sufre un proceso de des-culturalización y desmoralización, que debe ser revertido. Es cierto que no debe esperarse el auxilio de nadie y menos de los Estados Unidos quienes lógicamente han de preferir una LA aplastada por problemas sociales.
Otro tema que nos debe preocupar es el que subyace en Brasil, las apetencias por el “Amazonas” . Argentina puede verse implicada en una solución bélica a la par de su vecino, en un futuro que ya debe ser estudiado. No por nada Brasil hace muy poco no dejó atracar un buque de la Armada Británica en sus puertos. No por nada y no hace mucho intentó, dentro de un proyecto que ya tiene años, hacer convenios con Francia para la adquisición de aviones de combate y tecnología.
El tema del EQUIPAMIENTO es algo que merece un estudio aparte.
A comienzos del siglo pasado, las guerras sobrevenían primero por una tal vez mal interpretada necesidad de supremacía de una nación sobre otra, tratando de destruir la moneda de la otra, de desordenar su economía y finalmente llegar al conflicto bélico. Ya con la guerra civil española comienzan las guerras de las ideologías y en la W-II se llega a la destrucción de ciudades incidiendo sobre la sociedad civil.
Nuestra actualidad LA nos marca el crecimiento equivocado de la indigencia, la falta de educación y otras calamidades que gobiernos imprudentes dejan prosperar para sus beneficios electorales y otros igualmente detestables. Esa probable enorme cantidad de gente es tomada por mafias como el narcotráfico y otras, les coloca un uniforme, le pone un arma y se transforma en peligrosa insurgencia.
Solo un retorno a una normalidad civil sana y prospera puede llevar a la felicidad de los pueblos. El caos que pueda sobrevenir ante la falta de control solo puede ser manejado por un Poder Militar acertadamente dimensionado, comandado por militares con un alto espíritu nacional, aislados de la inmoralidad, profesionalidad del mas alto nivel, cuidadosamente preparados para evitar el caos o bien manejar a una población sumida ya en el y conducirla a la normalidad de la nación
A los 75 años, militar de vocación, este es mi primer mensaje del año. Trabajaré exponiendo mi sentir, conducirnos hacia una sana política de defensa, para una nación argentina fuerte y con FFAA compuestas por hombres de gran valor, audacia y decisión para la conquista de objetivos que se hubieren perdido.
* Fuente: Pensar en Nación
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.