Por Cosme Beccar
Varela
Buenos Aires, 21 de Septiembre
del año 2011 - 1059
No nos entendemos. Mi hermano
Alfonso suele decir: "Entre dos seres humanos jamás habrá
comprensión". Yo no me resigno a aceptar ese postulado como verdadero pero
debo reconocer que se parece mucho a la realidad. Por eso, me ha parecido
oportuno intentar en este artículo otro sistema de comunicación que no sea la
simple exposición de lo que pienso sino algo así como una propuesta, una tesis,
acompañada de una invitación al diálogo dirigiéndome a un imaginario lector que
represente a mis amigos y conocidos y a los cuales siempre tengo in mente
cuando escribo los artículos de "La botella al mar".
Mediante este artículo quisiera
saber dos cosas, fundamentalmente: a) Qué piensan realmente ellos y cuales son
sus fundamentos y b) cuales son sus objeciones a lo que yo pienso y vengo
exponiendo desde hace once años en este periódico, explicándome cuales son las
motivos de fe, de razón o de fallas en la observación de los hechos en que se
funden esas objeciones asumiendo yo el compromiso de considerar detenidamente las
objeciones y corregir lo errado.
* * *
El lema escolástico "ver,
juzgar y actuar" nos da la pauta para encarar esta tarea.
1) Empecemos por el
"ver". Yo creo que el momento en que vivimos encierra peligros
gravísimos que se acrecientan como consecuencia de la acción concertada de
quienes están empeñados en la perdición de las almas, la destrucción de lo que
resta de la civilización cristiana, de la moral, del conocimiento de la Verdad,
del Estado de Derecho, de las garantías individuales, de la propiedad privada,
etc.. Resumiendo: se trata de un ataque acérrimo contra Dios y Su ley. Cada día
que pasa ese poder destructivo se consolida más y gana terreno.
En la Argentina, esa acción está
conducida por una secta neo-marxista que utiliza para sus fines los políticos
de la "dirigencia" corrupta e
inepta, incluyendo en primer lugar la banda de los Kirchner, con el
consentimiento implícito del alto clero, del "establishment", de la
falsa oposición y de la prensa.
Frente a esa acción perversa no
existe una reacción organizada, universal y decidida de quienes quieran
preservar esos principios.
2) Creo -y este es el capítulo
del "juzgar"- que esa reacción organizada exige como paso previo una
comprensión cabal de la profundidad, de la extensión, de la variedad de
aspectos del problema y de la multitud de los actores de este drama. Considerar
que el peligro puede evitarse combatiendo en un sólo frente y atacar sólo
alguno de los males que nos amenazan es un error que implica, entre otras
cosas, que ni siquiera ese mal en particular podrá evitarse. Entender la situación en su totalidad es una
exigencia de la sabiduría, sin la cual, no seremos capaces de participar
eficazmente en esta lucha.
Salvo que padezca alguna
enfermedad mental, toda persona en edad de razón, auxiliada por la gracia y
analizando seriamente los argumentos de quienes tienen un mayor conocimiento
puede alcanzar, en un grado suficiente, esa cabal comprensión de la
circunstancias.
Luego, quien no aplique toda su
capacidad en esa tarea, que es de vida o muerte del alma y muchas veces, hasta
del cuerpo, es culpable de mala fe y de ignorancia deliberada.
3) Suponiendo que hemos visto y
juzgado correctamente -y este es el capítulo del "actuar"- es obligatorio actuar en consecuencia, lo
cual a su vez exige una nueva serie de juicios, en esta etapa, prácticos, para
saber cual es la acción más eficaz posible teniendo en cuanta los medios con
que se cuente.
Tener "buena doctrina",
ver y juzgar sin error, pero no actuar de la manera, con la energía y con el
heroísmo que son debidos, invalida el mérito de la buena observación y del buen
juicio. La inacción o la acción parcial o errada, es una forma de colaborar por
pasiva con los enemigos de Dios e implica una deserción culpable.
Esa es, en apretada síntesis, lo
que creo puede ser el Manifiesto de lucha del catolicismo en la Argentina y en
el mundo. No acepta neutrales ni "medias tintas". No adoptar un
Manifiesto de ese tener, una vez vista y juzgada la gravísima situación en que
nos encontramos, sería tan absurdo como afirmar: "Dos más dos no es cuatro
o en todo caso es cuatro, pero no conviene decirlo o, por último, puede decirse
pero esa cuenta no sirve para nada".
* * *
He llegado a la conclusión de que
ese Manifiesto o es falso en su totalidad o falla en alguno de sus capítulos o
la dramaticidad con que lo planteo es fruto de un pesimismo malsano, o que si
fuera verdadero sería inútil porque no sería un Manifiesto de lucha sino un
Acta de rendición, ya que no hay nadie que lo proclame y lo defienda. Después
de once años de exponerlo de diversos modos y a propósito de las más variadas
circunstancias, el resultado ha sido igual a
CERO. No he convencido a nadie, ni alguien me ha dicho porque no lo
acepta o en caso de aceptarlo, porque no actúa en consecuencia.
En vista de ese resultado nulo,
empiezo a sospechar que yo debo esta equivocado y que me estoy amargando
inútilmente, pero nadie ha tenido la caridad de mostrármelo con argumentos
seriamente expuestos. Luego y llegado a este punto, quisiera hacerle algunas
preguntas:
1) ¿Es falso que "el momento
en que vivimos encierra peligros gravísimos"? ¿Ud. cree que sólo encaramos problemas de
alguna importancia pero parciales y que se arreglarán solos o con poco esfuerzo
de algunos?
Para limitarme sólo al caso
argentino, si Ud, creyera eso le ruego explicarme por qué presume que un
gobierno injusto que tienen la suma del poder público, que ha puesto en
vigencia un programa político que implica la negación de la separación del
poderes, que ha sometido al Poder Judicial, cuyos funcionarios son todos
corruptos, empezando por la llamada Presidente que es aliada de Cuba,
Venezuela, Ecuador y demás países marxistas, que leyes inmorales como el
"homonomio", que tiene 1.000 secuestrados políticos muriendo en las
cárceles, que ha destruido la ganadería, que soborna a la plebe con subsidios,
que comete fraudes electorales escandalosos por los cuales no hay ni miras de
que pueda ser desalojado del poder por vía electoral, que no reconoce las
garantías individuales, que se atreve a pasar la presidencia usurpada de marido
a mujer, que ha destruido las FFAA y las FFSS abriendo ancho cauce a la
delincuencia común que se cobra todos los días varias víctimas, que ha llenado
los cargos más importantes con terroristas y ladrones, que no tienee oposición,
que fomenta el caos social piquetero y sindical, que falsifica los índices
económicos, que repudió la deuda pública, etc. etc., repito, le pregunto cómo y
por qué piensa que eso no es gravísimo y peligroso para su libertad, sus bienes
y el futuro de sus hijos.
¿Será que yo me estoy imaginando
todo ese catálogo de desastres? Por favor, dígame cómo enfocar la realidad en
su debida forma porque le confieso que no puedo dejar de ver esto como lo estoy
viendo.
* * *
2) ¿Es falso que si los
argentinos de bien no ven la realidad tal cual es, sin dejarse influir por los
"formadores de opinión", no piensan, no se organizan para oponerse a
esta catarata de catástrofes -en el supuesto de que sean tales- las cosas no
pueden sino empeorar hasta que se tornen irreversibles, como en Cuba y en
Venezuela?
Si los hechos y circunstancias
que considero una exacta descripción de nuestra situación fueran así, ¿de qué
manera se consigue ver las cosas de otro modo y que otros hechos y
circunstancias demostrarían lo contrario?
¿Cómo describiría Ud. la situación, sin silenciar los hechos enumerados,
sino dándoles otra interpretación convincente? ¿Ud. cree que el bienestar
derivado de los sobornos pagados a la plebe y derramados sobre la clase media y
sobre el empresariado, es algo justo y que realmente la Argentina prospera? En
ese caso, ¿cómo puede ser beneficiosa la reducción del stock ganadero de
55.000.000 de cabezas a 35.000.000 de cabezas. la enorme presión impositiva
sobre el campo y sobre todos los argentinos que tienen algo y que todo eso
resulte un factor de prosperidad? ¿Cómo ayuda a esa prosperidad el desprestigio
de la Argentina causado por el repudio de la deuda pública? ¿Cómo pueden ser
compatibles la inseguridad jurídica resultante de un Poder Judicial sometido al
Poder Ejecutivo que gobierna por decreto "de necesidad y urgencia",
con un presupuesto de u$s 60.000.000.000 anuales sin partidas fijas y de libre
disposición y un Poder Legislativo inexistente? ¿Ud. cree que la República
puede existir bajo un gobierno que comete fraudes inmensos sin que haya una
oposición que lo denuncie enérgicamente ni una Justicia que los anule (por
ejemplo, el de las "primarias" en que se fraguó un resultado
totalmente falso ya que según los indicios que ya mencioné en los nros. 1056 y
1057 de este periódico la Kirchner no obtuvo ni el 20% de los votos del padrón)
y se mantenga un monopolio de las candidaturas en manos de la "dirigencia"
corrupta e inepta que no permite el surgimiento de una verdadera oposición?
¿Qué falta para que lleguemos al sistema de "partido único" que regía
en los países comunistas?
* * *
3) ¿Es falso que si Ud. coincide
con el "ver" y el "juzgar" Ud. no tiene derecho a
permanecer políticamente inactivo y menos aún a sumarse a los falsos líderes de
la falsa oposición sino que debe pensar por sí mismo y actuar con heroísmo para
recuperar la Patria? ¿Por qué considera que es una exageración disparatada
acusar a quienes se eximen a sí mismos de la lucha total de cobardes y
desertores? ¿Ud. cree que amargarse como
me amargo al ver tanta indiferencia, tanta estupidez, tanta ceguera, tanta
venalidad, tanto amor al placer y tanta huida del deber, es un signo de
paranoia que debe tratarse como una enfermedad?
* * *
Espero su respuesta. Se la voy a
agradecer mucho si consigue demostrarme que no hay razón para tanta amargura
como la que tengo ni tanta vergüenza como la que siento cada vez que me acuerdo
que esa mujer usurpa, a vista y paciencia de todos, la Presidencia de la
Nación y, peor aún, cada vez que la veo
actuar en ese papel.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
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