Por Roberto P. Campi *
Es posible perfeccionar lo malo,
lo inviable, lo perjudicial para todos, sobre todo para aquellos que instalaron
en la población el riesgo alimentario y la responsabilidad de los funcionarios
de mantener abastecida la mesa de los argentinos. Todo esto en un país que
produce 10 veces más alimentos que lo que necesitamos para alimentarnos. Nos
equivocamos desde el principio.
Sin embargo en el 2.006 el
difunto ex presidente Kichner “un
loco” como lo llama su esposa y actual Presidente, y que comparto ampliamente,
se empeñó en instalar conceptos erróneos, que llegado el conflicto del 2.008 se
afirmaron y se transformaron para los legos y expertos interesados en que estas
mentiras sigan transformándose en
verdades de tanto repetirlas. El tan repetido; “miente, miente que algo
quedará” resultó efectivo.
Así velando por la mesa de los
argentinos destrozamos la ganadería, y hoy tenemos carne cara y escasa con un
consumo interno por el piso, y frigoríficos suspendiendo personal. Tenemos
trigo excedente que no podemos exportar y debemos vender a la industria
molinera con quitas de casi un 50% del precio teórico, avalado por un
supersecretario patotero y maleducado pero con buenas intenciones según la
Presidente. Este funcionario no nos deja vender al FAS teórico porque no otorga
ROES Pre ROES, o simplemente porque no se le canta (artilugio aprobado por la
filosofía gobernante).
Algo parecido ocurre con el maíz,
donde los productores nos hacemos cargo del 20% de las retenciones fijadas por
la Afip Aduana, más otro 25-30% fijada por el supersecretario ya mencionado. Y
que pase el que sigue, el algodón, y pronto se irán incorporando nuevos
productos, salvo la “Santa Soja”, porque ella es como el petróleo para un
emirato árabe: fuente intocable de divisas.
Mientras tanto desde la Unión
Industrial, su Presidente De Mendiguren,
nos pide que no reflotemos la antinomia campo industria. Y es lógico su pedido,
sólo me pregunto qué recomendaciones nos daría si la industria debiera comprar
los productos primarios a precio lleno y vender sus manufacturas con fuertes
retenciones. ¿Qué pasaría con dicha antinomia?
Pero no todo está perdido, una
propuesta de AFA y FAA, que por más que quieran diferenciarse tiene un
parentesco muy cercano para disimularlo, propone que un 40% del trigo y maíz se
lo vendamos a la industria a precio Fas menos retenciones, menos factor Moreno,
y el 60% restante podamos exportarlo. Vuelven a caer en el mismo error que
cometieron en enero, el trigo tiene muy diversas calidades y de acuerdo a las
mismas se ofertaba a los compradores adecuados. Ahora con este proyecto, los
molinos comprarán lo que les toque y no lo que necesiten. Además convalidan
este perverso modelo.
Sólo encuentro algo positivo en
este proyecto y es que AFA y FAA se podrán congraciar un poco más con el
Ministro Domínguez, mientras se
alejan de los intereses de los productores. No comparto la teoría del mal
menor, es como suponer que se hace un gran esfuerzo para que el Titánic no se
hunda a 4.000 metros, lo haga sólo a
2.000. ¿Acaso no nos ahogaríamos igual?
* Productor Agropecuario
Ingeniero Agrónomo
DNI 8.340.743
Fuente: Envío de Tábano Informa
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