La ministro de Seguridad Nilda Garré, en el marco de su gestión
y en función del reequipamiento que anunciara para las fuerzas, se habrían
adquirido 35 mil chalecos antibalas mediante adjudicación directa a las
Industrias Militares Israelíes (IMI), por más de $ 100 millones y con
sobreprecios, según informó Perfil.
Por cada chaleco se abonará cerca
de $ 3.100, mientras que el mismo producto fabricado en Argentina no supera $
2.200, resultando un sobreprecio de $ 31 millones como saldo de dicha operación.
GOBIERNO PROSIONISTA
La compra se justifica por los
funcionarios, apelando a una ley de intercambio comercial con Israel,
promulgada en enero de 2009, y que en algunos de sus artículos es considerada
secreta.
Mientras el Gobierno argentino,
funcional al sionismo, realiza este tipo de operaciones (que incluyen
sobreprecios), en los discursos públicos que llegan a la prensa hablan de que
favorecen al Estado de Palestina y de vinculaciones con países de medio oriente
hostiles a Israel.
Lo más sospechoso es que el
intermediario de la operación entre IMI y la cartera de Seguridad es la empresa
Safety Internacional S.A., con domicilio en Rodó al 6700, en Villa Lugano.
Según Perfil, el lugar es un sitio abandonado.
10 chalecos ingresaron al país
para ser probados por el Ejército Argentino, con resultado negativo debido a
que el material adquirido no resistió las perforaciones de los disparos de
prueba, según Perfil. Tales chalecos, por tanto, no protegerán a quien los
utilice, convirtiéndolo en fácil blanco.
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